Fritz Glockner, escritor, tiene una frase que más o menos dice así: “Fue un veracruzano el que tuvo que venir a mostrarnos la grandeza cultural de Puebla; y tuvo que ser otro veracruzano quien la viniera a destruir”.

Se refería a Pedro Ángel Palou en primer lugar y a Luis Maldonado Venegas en consecuencia.

Luis Maldonado llegó a la Angelópolis de la mano de Rafael Moreno Valle, cuando estaba en la Secretaría de Finanzas, en el sexenio de Melquíades Morales; aumentó muy rápido su influencia y se convirtió en el personaje que amalgamó al grupo del ya para entonces pretendiente de la candidatura presidencial.

Fue él quien le armó el contenido ideológico y le estructuró la parte operativa de los grupos políticos a cooptar.

Al momento de ser gobernador, Maldonado se hizo cargo de la “revolución” cultural de Puebla, de mantener las relaciones con las iglesias y los grupos liberales. Su experiencia en el tema no era nueva, lo había hecho desde la campaña de Colosio y de Zedillo, su fuerza personal entre las logias le permitió ir colocando las piezas a favor de Rafael.

A la muerte del ex gobernador, Maldonado se había apartado un poco debido a su cercanía con Esteban Moctezuma, pero el grupo original del morenovallismo lo seguía viendo como el guía moral e ideológico.

Al conocerse de su muerte inmediatamente aparecieron los comentarios de quienes más cercanos a su entorno estuvieron. Queda ahí entre ellos Jorge Benito Cruz, el hoy magistrado, quien sin duda es de los más afectados con la muerte de Luis Maldonado Venegas, un hombre que acuñó una frase sobre Rafael de quien decía “es un encantador de serpientes”.

Por lo tanto, Maldonado, era el maestro del “encantador de serpientes”

O por lo menos, así me lo parece.

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Video en: https://youtu.be/hKW2rc-yEWg

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