Del tamaño del miedo, es el tamaño de la respuesta. Esa sería la premisa del análisis de los constantes ataques vía cuentas no humanas contra el candidato Miguel Barbosa, quien va sumando voluntades en espacios donde los partidos eran rechazados.

El candidato de Juntos Haremos Historia no asistió a la convocatoria de la Ibero Puebla a un debate, no oficial, en un espacio académico. Sí lo hicieron los otros dos contendientes, Enrique Cárdenas y Alberto Jiménez Merino.

La frase de Cárdenas fue el arranque para el #BarbosaNoDialoga, “si no se presenta no nos representa”. Es obvio el temor de algunos en el crecimiento de Morena en Puebla, y no encuentran la forma de bajarlo, de enfermarlo, de colgarle escapularios para restarle presencia.

Pero todo ha sido inútil, Barbosa sigue adelante, pese a los bots y a los troles, pese a Alejandro Armenta, con quien ya tuvo mediación a través de Ricardo Monreal, para muchos el origen de los ataques.

A cambio de no asistir al debate de la Ibero, Barbosa tuvo una reunión histórica, se reunió con Rubén Sarabia Sánchez “Simitrio”, líder de comerciantes, perseguido por los gobiernos de Mariano Piña Olaya, quien lo encarceló y por Rafael Moreno Valle que cuando salió libre lo volvió a encarcelar.

Acercarse con El Simitrio es un paso diferente en el escenario político de Puebla, un candidato que recibe y escucha a una de las corrientes más importantes de lucha social de la entidad.

Vaya cachetada con guante blanco, mientras los otros lo persiguen y encarcelan, Barbosa le tiende la mano y lo invita al diálogo.

Por lo visto nuevas formas de hacer política y ejercicio de poder con vasos comunicantes a la medida se acercan a Puebla.

O por lo menos, así me lo parece.

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Video en: https://youtu.be/bVdka3ZLhcI

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