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Por: Wilfrido Muñoz Xicohtencatl

Cuando el ser humano pierde el pudor descansa del cargamento que siempre, desde que tiene uso de razón, lleva a cuestas el individuo.

Lo anterior viene a colación porque hoy por hoy mucha gente ha convertido su preocupación en una desagradable esperanza de lograr sobrevivir sin ser productivo.

Muchas veces ser amigo de la verdad no basta cuando el ser humano debe tener un estimulante para decirla, a pesar de sentir y repetir entre los vecinos, amigos y otros congéneres, que las penas hay que llevarlas con vergüenza y dignidad. Aunque ni vergüenza ni dignidad experimente hoy día la mayoría del pueblo, me refiero al Pueblo de México.

Al referirme al Pueblo estoy hablando de la nación y sociedad mexicana, pues aunque sinónimos en el lenguaje debe esto considerarse para toda aplicación, lo mismo en el decir que en el hacer, no debe haber sociedad segmentada pues no se debe hablar de distintas sociedades, y quien lo hace los hace sin razón y lo hace no solo en el dicho sino en el hecho y todo por un mezquino interés.

La idea de ser productivos y cada día mejores se ve opacada, por la manipulación que se hace, como años antes, del pensamiento de la mayoría de los mexicanos.

El no leer, ni investigar ni siquiera tratar de buscar opiniones paralelas a un tema, sino más bien dejarse llevar por lo que se publica en redes sociales y en la Televisión, con temas que, a fuerza de costumbre, se vuelven virales, porque eso es lo que le gusta a la gente, es lo que “vende”.

Cuantas veces escuchamos el comentario “pobres pero contentos”, esa es la frase que debería dejar de existir en el lenguaje de los mexicanos, esa es la idea que debería convertirse en coraje para decir somos pobre y no estamos contentos queremos trabajar y no convertirnos en receptores de dadivas, tal pareciera que los Mexicanos se conforman con vestir mal y calzar peor.

Si estas palabras duelen, más dolor es el que los hijos de las hoy parejas jóvenes, tendrán que experimentar por no enfrentar en este tiempo una transformación de todo, comenzando en desde el seno familiar, porque es ahí en donde concluyen todos los problemas económicos generados por una mala política y la falta de acción social.

Pero de qué sociedad hablo, de una sola , la que vemos, y, aunque nadie lo exprese, está dividida, cosa que nunca debería ser ni con unos ni con otros, unos, me refiero a los gobiernos anteriores, por su desmedida ambición dejaron hacer y crecer solo a algunos, otros, me refiero actualmente, solo en apariencia atienden al pueblo, insinuando que no es por el dinero por el que buscaron el poder, cuando en realidad, y esto lo digo con todas sus letras; me gustaría conocer a un solo hombre o mujer que trabaje sin tener en consideración el dinero.

Pero ahora recuerdo que en México no pasa nada, todo bien todo bonito, por eso digo que por vergüenza y miedo la verdad del pueblo sostiene las mentiras de la “alta” sociedad, aunque esta se disfrace de “Pueblo”

Sera que seguimos viviendo en una humanidad hipócrita, cuando, por miedo al dolor los hombres acuden a Dios como al doctor, pero buscan al diablo para divertirse, sin tan solo mencionar una sola vez un gracias diablo mío, por el contrario, después de pecar también le dan gracias a dios por lo que han gozado.

Seguimos como hace años, que por desánimo y conformismo los mexicanos viven y sufren por una clara diferencia que aún prevalece, la humanidad sufre tantos males, unos tienen tanto y de sobra, y otros tiene tan poco o casi nada.

Siempre lo he dicho pobres de los pobres

¿No cree usted?

Wilfrido Muñoz Xicohtecnatl
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F.- Wilfrido Muñoz

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