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Sistema Estatal Anticorrupción, hoguera de vanidades femeninas

Rodolfo Ruiz en su columna La Corte de los Milagros, publicada en E-consulta, señala que en un auténtico aquelarre se convirtió la última reunión del Comité Coordinador del Sistema Estatal Anticorrupción por el protagonismo de algunas de sus integrantes, entre ellas la presidenta Catalina Aguilar Oropeza; la encargada de la Contraloría Karen Berlanga Valdés; la magistrada presidenta del Tribunal de Justicia Administrativa, María de Lourdes Dib y Álvarez; la presidenta del Instituto de Transparencia y Acceso a la Información Pública (ITAIP), Laura Marcela Cárcamo Ruiz; y la Fiscal Especializada de Combate a la Corrupción, María Eugenia Calderón Olimán.

La sesión, que tuvo lugar el pasado miércoles en el Centro Integral de Servicios (CIS), fue maratónica, es decir poco ejecutiva, llena de desencuentros y malos entendidos entre la anfitriona Karen Berlanga, la presidenta del Comité Coordinador, Catalina Aguilar, y la presidenta del ITAIP, al grado que algunas de sus integrantes ya ni quisieron tomarse la foto del recuerdo al final, entre ellas la magistrada Lourdes Dib, quien salió de la sala molesta.

La reunión tenía el propósito de que los miembros del Sistema Estatal definieran una serie de políticas y programas encaminados fomentar la transparencia, la rendición de cuentas y la honestidad de los servidores públicos, pero terminó en un torneo femenino de egos y vanidades.

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Pasado mañana miércoles en la Ciudad de México se constituirá el Capítulo Puebla del Consejo Asesor Empresarial del presidente Andrés Manuel López Obrador que estará integrado por 10 de los hombres de negocios más ricos de la entidad.

El jefe de la Oficina de la Presidencia, Alfonso Romo Garza, será quien les tome la protesta de ley en Palacio Nacional a las 11 horas.

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No hay manera de frenar a Morena, se advierte en dialogo entre priistas y panistas

Fermín Alejandro García en su columna Cuitlatlán, publicada en La Jornada de Oriente, indica que en los últimos días ha existido un acercamiento, es decir conversaciones no oficiales, entre el priista Ricardo Urzúa Rivera y el secretario general del PAN a nivel nacional, Héctor Larios Córdova, para analizar, explorar opciones, de cómo enfrentar a Morena en la elección extraordinaria de Puebla.

Aunque la conclusión a la que se ha llegado es que el único camino viable, por ahora, para derrotar a Morena es que el PRI y el PAN presentaran un candidato en común, no se llegó a ningún acuerdo de que esa visión se pudiera traducir en un proyecto concreto de formar un bloque opositor solido y atractivo entre ambas fuerzas políticas.

Dicen los que han conocido acerca de esas conversaciones, es que la resistencia proviene principalmente del PAN, pues se tiene claro que a los militantes panistas de mayor arraigo nunca aceptarían pactar, de manera formal y pública, una alianza con el PRI, que fue la fuerza antagónica por naturaleza del blanquiazul a lo largo de la mayor parte de su existencia.

Un segundo tema que dificultaría un proyecto de esa naturaleza, es la falta de un financiamiento abundante que pudiera alimentar una campaña electoral con estructuras y propaganda suficiente para luchar contra el alto índice de popularidad de Morena. Tanto el PRI y el PAN se declaran en crisis económica y ninguno de los grupos de poder, de ambos institutos, se muestra dispuesto a aportar fondos suficientes.

Visto de otra manera, tanto el PRI y el PAN carecen de un elemento aglutinador que era el morenovallismo, que aportaba estructuras y sobre todo, financiamiento.

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El efecto boomerang

Alejandro Mondragón en su columna Al Portador, publicada en Status Puebla, señala que lejos de debilitar su postulación como candidato de Morena a la gubernatura, la carta de la madre de la ex gobernadora Martha Érika Alonso, sólo fortaleció a Luis Miguel Barbosa.

Así se infiere en la encuesta levantada por el Buró de Estrategias y Análisis de Poder, de Rodolfo Rivera Pacheco, la cual se levantó el mismo 28 de febrero –fecha de la publicación de la misiva- y concluyó el 3 de marzo.

Puede señalarse que hasta hubo un efecto boomerang, toda vez que la ventaja entre Morena y el PAN pasó a 4 contra 1 y la intención de voto por Barbosa subió 7 puntos en ¡10 días!

Las razones se focalizan –primero- en que al día siguiente del intento por resguardar por 5 años los audios de los pilotos del Agusta y la torre de control del aeropuerto Hermanos Serdán, estos fueron revelados.

Y segundo a que se encapsuló como ataque político, no reclamo de justicia, la carta en la que se acusaba a Luis Miguel Barbosa de tener “las manos manchadas de sangre”.

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Los huérfanos de Cholula

Valentín Varillas en su columna La Tempestad, publicada en Status Puebla, indica que con la muerte física de Rafael Moreno Valle y la virtual desaparición del grupo político que se formó alrededor de su figura, panistas de la zona de Cholula viven una auténtica orfandad.

Encabezados por Julio Lorenzini, una rémora acostumbrada a vivir de los desechos de los poderosos, este grupo deambula sin rumbo y busca afanosamente quién los adopte.

El problema es que, en terminos reales, su capital político suma cero y su pasado le resta a cualquiera que cometa la locura de pactar con ellos.

A su líder, Lorenzini, se le ocurrió la brillante idea de “ofrecerse” al proyecto de Luis Miguel Brabosa, el perfil con mayores posibilidades de convertirse en el candidato de Morena a la gubernatura.

Para ello, le encargó la operación de semejante encomienda a su fracasado incondicional, Benjamin Rosete.

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El error táctico que terminó de enterrar a Armenta

Arturo Rueda en su columna Tiempos de Nigromante, publicada Diario Cambio, señala que la encuesta de El Financiero, a cargo del prestigiadísimo Alejandro Moreno, es un game over a favor de Luis Miguel Barbosa. A población abierta le saca 2 a 1 a Alejandro Armenta, y entre los simpatizantes de Morena, esa ventaja es de 3 a 1. ‘Cilindreado’ por Ricardo Monreal, el senador apostó y perdió. Pagó las consecuencias de haberse desactivado durante los largos meses del conflicto poselectoral.

En esencia, la batalla interna de Morena se ha terminado: no hay una encuesta seria que le dé ventaja al senador con licencia. Todas las publicadas —Buendía, Mitofsky, Mas Data, BEAP— señalan una gran distancia a favor del oriundo de Zinacatepec. La única que lo pone en un rango cercano es Indicadores de Elías Aguilar pero…. pues es Indicadores, lo que no dice nada en el mundo de los demoscopistas.

En materia de movilización tampoco Armenta pudo superar a Barbosa en estos días. Mientras el ex candidato alcanzó su meta de 30 encuentros por todo el estado —hoy cerrará en la capital—, el oriundo de Acatzingo tiró rápido la toalla en un cierre lastimoso en la capital, marcado por un acarreo indecente en el Zócalo, propio de lo más rancio del PRI. Si quería demostrar que es diferente, sólo confirmó que es peor de lo mismo. La vuelta al peor tricolor.

Ni siquiera en materia de adhesiones pudo imponerse. Como si fueran un ‘Club de Toby’, el armentismo sólo pudo sumar a Abraham Quiroz, a Edgar Garmendia y a la familia de Claudia Rivera Vivanco, quienes sólo le añadieron el desprestigio que comienza a arrastrar la alcaldesa. Junto a su suplente, Jesús Encinas, fueron los únicos que lo acompañaron de arriba abajo.

Por el contrario, el ‘rayo reconciliador’ de Barbosa funcionó atrayendo a diversos liderazgos regionales, unos más prestigiados que otros, pero todos representan votos que no se pueden rechazar. Sin duda el más cuestionable es de Javier López Zavala, cuyo valor estratégico se reduce a mostrar al ex candidato tricolor como un operador capaz de desmontar la estructura del senador construido con base a cuadros del PRI. Después de eso, Zavala no vale mucho.

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La Nueva Clase Política de Miguel Barbosa

Mario Alberto Mejía en su columna La Quinta Columna, publicada en 24 Horas Puebla, indica que la ronda de las generaciones políticas lleva su tiempo.

Para que un grupo político rebase a otro se requieren varios factores.

Pero esto no ocurre de la noche a la mañana.

El desplazamiento de las élites de poder se da muy lentamente.

En México, por ejemplo, primero fueron los generales, luego los caciques, nuevamente los generales y, finalmente, los licenciados y los doctores.

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