A sólo tres días de haber bajado la perspectiva de nota soberna de México, de estable a negativa, la calificadora Standard and Poor’s hizo lo propio con el perfil crediticio de Petróleos Mexicanos (Pemex), por el mayor riesgo de su estrategia de negocios.
En un nuevo revés al plan de inversión de la paraestatal, S&P Global Ratings revisó su calificación a b-, desde bb-, argumentando el “continuo deterioro de los perfiles de riesgo de negocio y financiero de la empresa que ha comprometido la recuperación de sus principales líneas de negocio”.
De acuerdo con un comunicado, esta perspectiva de Pemex “refleja la del soberano (México) y nuestra opinión de que la estrecha relación entre la empresa y el Gobierno federal se mantendrá sin cambio durante los siguientes años”.
Y es que los inversionistas esperan –sostiene la corporación– “una probabilidad casi cierta de apoyo extraordinario de parte del Gobierno a la empresa, ante un escenario de estrés financiero”.
Lo anterior, en referencia al plan de incentivos fiscales y apoyos económicos a Pemex que pretende aplicar el Gobierno de México, a fin de que esta empresa disponga de 107 mil millones de pesos extras para que invierta en aumentar hasta 36 por ciento su producción este 2019 y no contrate más deuda.
No obstante, S&P reviró que esta propuesta “es insuficiente respecto de las necesidades multianuales de inversión de capital“, y señaló que Pemex “está expuesta a decisiones políticas que podrían entrar en conflicto con sus objetivos financieros y de negocio”.
Editado por Luis Alberto Palacios