En el ciclo escolar 2018-2019, se detectó que el 63 por ciento de la oferta de bebidas en escuelas mexicanas fue azucarada, además de que en el 55 por ciento de las instituciones educativas tuvieron publicidad de este tipo de productos al interior de sus instalaciones.
Así lo revelaron el Poder del Consumidor y la Red por los Derechos de la Infancia en México (Redim) que presentaron los resultados de la plataforma Mi escuela saludable.
En su investigación determinaron que en dicho ciclo escolar, se han recibido 4 mil 748 reportes, provenientes de 4 mil 126 escuelas públicas y privadas, de todos los estados de la República Mexicana.
Los reportes indicaron presencia de refrescos en el 74 por ciento de los casos, venta de comida chatarra en el 98 por ciento y el 75 por ciento aún no cuenta con oferta suficiente de fruta ni verdura.
Asimismo, en alrededor de 43 por ciento de los casos hay presencia de bebederos, aunque con base en los testimonios, muchos de ellos no se encuentran funcionando.
1 de cada 2 niños nacidos en 2010 tendrá diabetes
A ambas organizaciones les preocupan estas cifras, pues ya que de acuerdo con la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición de Medio Camino 2016, uno de cada tres escolares viven con obesidad (30 por ciento), sin embargo esa prevalencia aumenta a 50 por ciento cuando concluyen la educación primaria. Y, de no hacer nada, uno de cada dos infantes nacido a partir del 2010 desarrollará diabetes.
Otro de los aspectos que preocupan en el ciclo escolar 2018-2019, es que el 94 por ciento de los reportes revela la ausencia de la figura del Comité de Establecimientos de Consumo Escolar, que de acuerdo con los lineamientos que regulan la oferta de alimentos y bebidas en las escuelas tiene diversas atribuciones esenciales para el adecuado funcionamiento de medida preventivas.
Según el análisis, los niños mexicanos tienen por lo menos cinco oportunidades para consumir alimentos durante el horario escolar y prácticamente una oportunidad para realizar actividad física a la semana.
En promedio, durante el tiempo que pasan en la escuela cubren casi el 50 por ciento de sus requerimientos diarios de energía.
La investigación subrayó que la obesidad no sólo es causada por malos hábitos individuales de consumo, también es resultado de un entorno que promueve la obesidad, denominado ambiente obesogénico.