Sin Enrique Doger Guerrero y Javier López Zavala, los otros aspirantes del PRI a la candidatura por la gubernatura, Alberto Jiménez Merino, Ricardo Urzúa Rivera y Lorenzo Rivera Sosa, dieron a conocer su pacto de civilidad; “el enemigo a vencer es Morena”.
En rueda de prensa, cada uno de los tres dejó en claro sus intensiones de ser el abanderado del tricolor para la elección extraordinaria en Puebla, a la par de puntualizar que no hay ventaja para ninguno de ellos.
Por separado, Urzúa Rivera sostuvo que él no ha sido ya elegido previamente por la dirigencia nacional para ser quien encabece al PRI en este proceso, como se ha dicho en trascendidos periodísticos.
Precisó que está dispuesto a sumarse al proyecto de quien sea favorecido, pero que esta decisión debe de ser mediante una consulta a la base.
En tanto, Jiménez Merino justificó que no estuvieron presentes Doger Guerrero y López Zavala porque él y los otros dos que tienen el pacto de civilidad apenas habrán de buscar al resto para que se fortalezca la unidad de cara a la elección extraordinaria.
No obstante, al ser cuestionado de que las encuestas dan preferencia a Morena para que gane la gubernatura, admitió que el enemigo a vencer es ese partido, sin embargo, el tricolor tiene la capacidad para enfrentarlos porque se trata de un proceso nuevo.
Agregó que no está encerrado a las alianzas con otras fuerzas políticas, pero que esa decisión es de la dirigencia nacional, al tiempo de señalar que no hay ventaja para Doger Guerrero por el hecho de que el actual líder estatal, Javier Cacique Zarate, es de su grupo.
Rivera Sosa reiteró que están dispuestos a que otros, con las mismas aspiraciones, se integren al pacto, siempre y cuando vean que sus intenciones son ciertas.
Comentó que esperarán los tiempos y cada uno se reunirá con las bases para fortalecer la unidad del Partido Revolucionario Institucional (PRI) en esta nueva oportunidad.
