El sábado 2 de febrero, el Movimiento Antorchista Nacional inauguró su XX Espartaqueada Nacional Cultural en Tecomatlán, un pequeño municipio de la Mixteca Poblana que se ha convertido en un centro cultural de talla nacional: más de 20 mil artistas de todo el país se dan cita, durante 10 días, para concursar fraternalmente en las disciplinas de danza tradicional, baile folclórico, declamación, oratoria y canto (todas en diferentes categorías y modalidades). Nuestra Espartaqueada Cultural es sólo la cereza del pastel de un persistente trabajo de educación artística desplegado en todos los pueblos, colonias y escuelas en donde realiza trabajo político nuestra organización.

Cada año, a la inauguración de estas jornadas asisten funcionarios de diversos estados y diferentes partidos políticos. Este año no fue la excepción y agradecemos su compañía, porque nosotros (la ‘antorcha mundial’, nos llama con sorna el titular del Poder Ejecutivo) hemos sido declarados los enemigos públicos número uno del país. Para buena parte de la clase política, que es experta en la lectura y análisis del ‘momento político’, somos los apestados de México y muchos prefieren sacarnos la vuelta. Pero Antorcha seguirá impulsando el arte entre el pueblo pobre de México y quien nos quiera acompañar, de la ideología o partido que sea, será bienvenido; porque Antorcha, en su lucha contra la pobreza material y espiritual de los mexicanos, no se guía por prejuicios baratos. Somos, a despecho de nuestros detractores, mucho más inteligentes que eso.

Es en este contexto en el que la Presidenta Municipal de la ciudad de Puebla, Claudia Rivera Vivanco, emanada de las filas del Movimiento de Regeneración Nacional, decidió acudir a la inauguración de la fiesta cultural del antorchismo. Lo agradecemos y reconocemos su valor. Pero los morenistas no coinciden con nosotros y no pasó mucho tiempo de que pisara tierras tecomatecas para que varios de ellos y sus adláteres salieran a las redes sociales a crucificar a la alcaldesa por el “despropósito” cometido.

Quiero destacar, por su cinismo embustero, el mensaje del director del periódico poblano Diario Cambio, Arturo Rueda, que en su cuenta de Twitter dijo lo siguiente: “Esta foto de @RiveraVivanco_ debe asquear a @lopezobrador_: la alcaldesa de #Puebla emanada de Morena (sic) conviviendo y haciendo alianza con los pillos de Antorcha Campesina, increíble! (¡sic!) #RT para que se entere el Presidente de cómo @MorenaEnPuebla se alia con la corrupción” (¡resic!). Hasta aquí el despliegue de elocuencia “del doctor” Rueda. Dice el refrán que a “chillidos de marrano, oídos de carnicero”, y si el contexto político por el que atravesamos fuera distinto bien haríamos en hacerle caso; pero dado que somos blanco de los ataques gratuitos y violatorios de la ley de muchos morenistas, es preciso dar respuesta al director de marras.

Es obvio que Arturo Rueda no escribe motu proprio: es evidente que a las cúpulas de Morena no les gustó que Claudia Rivera viniera a Tecomatlán a ser testigo, in situ, de lo que hemos dicho infinidad de veces: que no somos una horda de maleantes, chantajistas y mocheros, como ahora se nos llama un día sí y otro también desde el Poder Ejecutivo, sino un movimiento que se ha propuesto organizar y educar a la gente humilde para formar a un mexicano de nuevo tipo, no mutilado en sus capacidades artísticas, académicas y deportivas, orgulloso de sus raíces, humanista, consciente de sus derechos y dispuesto y preparado para defenderlos aún en contra de quienes, desde lo más alto del gobierno federal, pretenden coartárselos. Estamos formando la ola que azotará la tiranía. Y miles de niños, jóvenes, universitarios y adultos, se han transformado con el arte que fomenta nuestra organización y se han hecho más inteligentes y hermosos gracias a ello. Quizá por eso, a un sebo sentado en su máquina de escribir le dé asco y repulsa nuestro concurso, y se lance gratuita y cínicamente contra quienes amistosamente vienen a presenciarlo.

La presidenta municipal de la ciudad de Puebla no vino a Tecomatlán a hacer nada despreciable, ni entró por la puerta trasera para hacer pactos oscuros o tener reuniones secretas con nadie, como sí acostumbra Arturo Rueda cuando extorsiona a los políticos a cambio de “cuidar la imagen” del chantajeado en turno. O, qué, ¿ya se le olvidó que es mundialmente famoso por extorsionador y chantajista? ¿Ya se le olvidó el video de los 10 millones de pesos? Y ahora resulta que él, Arturo Rueda, nos acusa de pillos. ¡Qué desvergüenza! La presencia de la alcaldesa en la cuna de nuestra organización fue pública en todo momento y vino a demostrar madurez e inteligencia políticas. De manera que cuando descalifica la visita de Claudia Rivera Vivanco a la Espartaqueada Cultural sin más argumentos que sus vísceras, Arturo Rueda se califica como uno de los peores periodistas de México.

Pero no es todo. El director de Diario Cambio suplica que su mensaje sea difundido para que “se entere el Presidente”, …de periodista a recadero: ¡qué lástima! ¡Qué tan bajo ha caído Rueda que ahora es el primer ganapán del país, y chilla a los cuatro vientos para que se difunda el mensaje y se entere el señor presidente!

Pero hablemos de corruptos, ahora que Rueda se llena la boca con la palabrita de moda para agradar a su mesías: en mayo de 2015, durante las campañas electorales en Puebla, el director de Diario Cambio se hizo mundialmente famoso por intentar extorsionar con 10 millones de pesos a cierto político poblano cuyo nombre no nos interesa por el momento. Según las notas que transcribieron del video difundido entonces, y que aún hoy puede ser visto en internet, Arturo Rueda afirmó haber recibido 2.5 millones de pesos como anticipo para publicar una grabación en audio (obtenida ilegalmente) que involucraba al político en cuestión, pero le dice claramente que su trabajo “es administrar la reputación de los políticos” y por esa razón le pide 10 millones de pesos para no hacer público el audio. Arturo Rueda le dice que lo vea como “una inversión” y que está dispuesto a que se le depositen inicialmente 6 millones de pesos en efectivo o, ¡asómbrese usted!, que acepta también un cheque y que él, a cambio, para justificar el dinero, le daría facturas de una constructora.

Ése es el Rueda que ahora nos acusa: ese cuyas armas son la traición, el chantaje y la extorsión. ¿Y éste es el periodista que acusa a Claudia Rivera de aliarse con la corrupción en su visita a Tecomatlán? ¿Cuánto dinero exige ese barril sin fondo de Rueda para “cuidar la imagen” de Rivera Vivanco? ¿Quién le pagó para golpear a la alcaldesa y al Movimiento Antorchista? ¿A cuánto asciende el costo del tuit? ¿Y éste es el periodista que nos acusa de pillos? ¿Éste es el recadero en Puebla del Presidente? ¿Cuántos otros tratos, de igual bajeza o peores, habrá pactado el señor director? ¡Ésos son, desnudos y sin maquillaje, los gusanos que viven en los drenajes de la Cuarta Transformación! Todo lo que usted representa, señor Arturo Rueda, es lo que debería darle asco al presidente de México, sobre todo si se ha propuesto como meta de gobierno acabar con la corrupción en el país. ¿O no?

*Las opiniones expresadas en esta sección son de exclusiva responsabilidad de quienes las emiten y no representan necesariamente la línea editorial del portal de noticias Ángulo 7.