Columnistas-VeronicaMastretta

El tener una magnífica causa, que es abatir la enorme desigualdad que existe en nuestro país,mejorar las condiciones de vida de millones de mexicanos y erradicar la corrupción, no justifica los medios para lograrlo.

La búsqueda incansable de Andrés Manuel por alcanzar el poder con el fin de implementar su proyecto de nación, cuyos fines centrales creo que son los que acabo de enumerar, lo orillaron durante su tercera campaña , en un claro acto de pragmatismo político, a subir a su tren a muchos aliados que en su momento él mismo calificó como miembros de la mafia del poder o los enemigos a vencer. Quizá calculó que solo así podría ganar la presidencia. No confió, y creo que es lógico, en la avasalladora ventaja que le dieron las encuestas durante toda la contienda. Hizo bien en no confiar, porque en 2006, el porcentaje de ventaja arrancado casi a fuerza por Calderón fue de solo el 0.5% de la votación, cuando en casi todas las encuestas Andrés Manuel fue arriba. En 2006 hubo exceso de confianza hacia su ventaja, y exceso de desconfianza hacia las bases que el PRD puso a su disposición para cuidar las casillas. No confió en ellos, sino en la fuerza del movimiento propio que ya él venía gestando dentro del PRD y que a la larga derivaría en la creación de su particular partido, Morena. En 2006, el equipo de Andrés Manuel no pudo cubrir el 50 por ciento de las casillas del país con representantes. No aceptó los que el PRD de los Chuchos le ofrecía, y con razón, porque se cansaron de vender movimientos locales, ni pudo juntar los que de manera optimista y alegre le ofrecieron sus leales. De ahí la imposibilidad de probar con papeles duros el argumento del fraude electoral. No hubo pelos de la burra en la mano.

En 2012 el PRI regresó por sus fueros. Los resultados sangrientos de la política de Calderón de combate a las drogas y una campaña mediática millonaria, con recursos de procedencia oscura y orquestada desde Televisa, que posicionó al candidato priista Peña Nieto como si fuera un galán de telenovela, acompañado del grito en los mítines de “Enrique, bombón, te quiero en mi colchón”, vendido cual producto de consumo con todo y la complicidad de la iglesia católica, que anuló el primer matrimonio de la popular actriz Angélica Rivera, con el pretexto de haberse casado en la playa y no en un recinto consagrado, avalando así su segunda boda por la iglesia con el entonces viudo Peña Nieto. Cursi guión y gran boda televisada con los seis hijos que sumaban entre ambos haciéndola de damas y paje. Con un matrimonio pactado, esa trama cursi y pegadora y la promesa de “un nuevo PRI” , eficaz y comprometido, lograron una cómoda ventaja del 6 por ciento.

Seis años después el escenario fue totalmente distinto. Pocos imaginaron que la tenacidad de Andrés Manuel sería tanta. Tampoco que hubiera planeado tan bien cómo cerrar cada frente abierto de sus campañas anteriores, especialmente el manejo mediático, que fue trazado como estrategia de guerra y con años de anticipación. Morena hubiera ganado de cualquier modo, pero mucho contribuyó que el gobierno de Peña Nieto cediera la plaza mucho antes de las elecciones, cometiendo error tras error,aportando un enorme contenido de corrupción para su descalificación, y que desde las instituciones del gobierno se hiciera todo lo habido y por haber para desprestigiar al candidato panista, Ricardo Anaya, en un feroz intento por quedar, por lo menos, en segundo lugar y no en tercero. Los votos que quiso jalar para sí mismo el PRI , se los quitó al panismo y se los echó en la buchaca a MORENA, que logró también la mayoría con la que hoy cuenta en ambas cámaras.

Con dos intentos fallidos a cuestas, en 2018 Andrés Manuel no dejó nada a la casualidad, y al grito de más vale que sobre y no que falte, subió a su barco a todo tipo de aliados ,buenos, malos y feos, , pero entre los malos, a muchos líderes impresentables, a empresarios de mala reputación, a muchos priístas , panistas y perredistas desalojados del poder y en busca de nuevos lugares, no por convicción, sino por ambición. Muchos aplicaron el dicho de Groucho Marx de “Estos son mis principios, pero si no les gustan , tengo otros”. De todo cayó en la viña del señor, para hablar en el lenguaje de moda que inspiran el clero y las conferencias mañaneras. Pensé que una vez terminada la campaña, a los impresentables se les diría lo que dijera el diablo del chiste a sus electores después de elegir entre el cielo o el infierno, – “esas promesas fueron de ayer, porque estábamos en campaña, pero hoy que gané, la realidad es esta otra”. Y a tirar lastre,que no queremos que se hunda el barco.

Una cosa fue sumar todo apoyo posible para ganar y otra es no separar el trigo de la cizaña, para usar de nuevo el modo “Biblia”. Hay que separar lo bueno del malo a la hora de gobernar.Los benditos por aquí, los malditos por allá. Una cosa es la eficacia y el sentido práctico para gobernar, y otra el ir a dar de nuevo a lo peor de la vida, que diría José Alfredo Jiménez.

Hay varios aliados que debieran ser echados por la borda en la nueva travesía, por lo menos para cuidar la congruencia: los líderes multimillonarios del corte del líder de Pemex, Carlos Romero Deschamps, los líderes como Napoleón Gómez Urritia, senador plurinominal por Morena, que claramente defenderá intereses de las mineras canadienses y de paso los millones de dólares que le robó al sindicato; indeseable la recién casada con un treintañero, ex lideresa del SNTE, Elba Esther Gordillo, que ya planea la formación de un nuevo partido que lleva como emblema la cara de Andrés Manuel; los líderes radicales de la CNTE,o los nuevos aliados del Verde Ecologista y Manuelito Velasco, a quien tan bien describe en sus modos Santiago Nieto en su libro “Sin filias ni fobias”, haciendo notar la clara fobia que sí le tiene a este personaje retorcido y fatuo. Falta nombrar a los empresarios voraces a los que tanto alusión hizo Andrés Manuel en su campaña

La semana pasada , la Secretaria de Economía Federal dijo que en Ixtacamaxtitlán, Puebla, la mina de oro de tajo a cielo abierto propiedad de canadienses, si va. Los canadienses y Napoleón se quieren. Muchas bases de MORENA en la región se van a sentir más que desencantados por esta declaración, que es en sí una decisión, aunque hay trámites que la minera aún no cubre . La mano de Napoleón mece esa cuna.

También la semana pasada, un diputado hoy morenista, ex militante del Pri/Verde , amigo de Arturo Escobar, Francisco Elizondo Garrido, pidió de sus pistolas, con gran celo patrio, que comparezca ante la cámara de diputados la presidenta de la Comisión Federal de Competencia, Alejandra Palacios, por haberse atrevido a escribir un artículo en Reforma señalando que la decisión de las adjudicaciones directas del gobierno son un riesgo para la libertad de mercado y la sana competencia, debido a la discrecionalidad con que se están otorgando. Alejandra Palacios dio como ejemplo la inexplicable decisión de darle a Banco Azteca , por dedazo y sin licitación, el manejo de tarjetas de los programas de “Jóvenes Construyendo el Futuro” y “Pensión para el Bienestar de Adultos Mayores”, que le pondrá en charola de plata a Banco Azteca 5 millones de cuentas de una clientela que también pasará, seguramente, a comprar en Elektra, donde te venden, por ejemplo, una licuadora en pagos “chiquitos” pero al triple de su precio. La usura y el monopolio de la mano.

Y como último botón de esta muestra tenemos el ala radical de la CNTE y su tolerado bloqueo a las vías de tren durante semanas. Un gobierno con la legitimidad indudable que obtuvo Morena, podría combatir la ilegalidad campante con la ley en la mano y el uso correcto de la fuerza pública. Los derechos de unos, terminan donde empiezan los derechos de otros. El derecho al libre tránsito de todo habitante del país está hoy por debajo de grupos que se sienten con derecho a protestar o exigir justicia cerrando el paso a millones de personas. Al no usar el legítimo e incuestionable poder del estado con que hoy cuenta el gobierno que encabeza Andrés Manuel, argumentando que no se atacará al pueblo, se permite que una parte pequeña del pueblo ataque impunemente al pueblo en grande y de manera constante, mediante la ilegal y arbitraria fuerza que suelen usar .La ilegalidad se ha vuelto una vía tolerada para negociar. Esa conducta ilegal no debiera justificarse ni derivar en mesas de negociaciones previas a levantar los cierres que perjudican gravemente a los demás. Ya cualquiera grupo amenaza a la autoridad con “te cierro las calles y hazle como quieras”. Eso es tan dañino como amenazar a la autoridad y al conjunto con un cañón . Esos no son aliados deseables, ni correctos, ni con los que se pueda construir un reino de justicia en la tierra.

Al parecer, aliados que parecían temporales y coyunturales, y desde luego impresentables, llegaron a la 4T para quedarse.

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