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La improvisación de Andrés

Raymundo Riva Palacio en su columna Estrictamente Personal, publicada en El Financiero, indica que en Tlapa, en la Sierra de Guerrero, el presidente Andrés Manuel López Obrador explicó que se decidió por ir al combate frontal contra el huachicoleo porque “me colmaron el plato”. El 7 de diciembre anticipó en su comparecencia mañanera que presentaría un plan contra el huachicoleo, enmarcado en el orden legal, con sanciones más severas contra los criminales. Veinte días después anunció el plan, que tenía como eje acabar con la corrupción en Pemex porque desde ahí, dijo, se manejaba el robo de ductos. Nunca habló de vigilar los ductos, sino de las instalaciones estratégicas de Pemex, ni tampoco mencionó nada sobre el abastecimiento de combustible. Hoy en día son estos dos factores, no los que informó, a los que adjudica la crisis de abastecimiento, lo que muestra la improvisación presidencial. Su diagnóstico era correcto, su planificación, fallida y su ejecución, desastrosa.

Para entender la dimensión de la improvisación en la que incurrió el presidente, se pueden utilizar como ejemplo los intentos por liquidar el organismo Luz y Fuerza del Centro. El primer gobierno que la preparó fue el de Carlos Salinas, cuyo equipo trabajó durante seis meses en la planeación integral donde la toma del organismo no era lo más riesgoso, sino que se produjeran sabotajes o fallas en el suministro. La decisión de extinguirla no alcanzó a darse por la irrupción del EZLN el 1 de enero de 1994, con lo que se canceló definitivamente la operación.

La segunda ocasión que se pensó en su liquidación fue en 1999. El presidente Ernesto Zedillo le pidió al secretario de Energía, Luis Téllez, que la planeara. Téllez armó un cuarto de guerra que comenzó a trabajar sobre los planos originales elaborados en el gobierno de Salinas, lo que les ahorró tiempo. Aun así, trabajaron dos meses y trasladaron dos mil técnicos electricistas de todo el país que acamparon en tiendas de campaña en el Bosque de Chapultepec, cerca de donde se encuentra la Secretaría de Seguridad. Se diseñó un plan operativo y la noche en que se realizaría la toma de Luz y Fuerza, con acciones coordinadas de la Policía Federal Preventiva y el Ejército, para evitar no sólo interrupciones en el servicio eléctrico sino, sobre todo, que no afectara el suministro de agua del Cutzamala. Media hora antes de que iniciara la operación, Zedillo abortó el plan.

Pasó una década antes de que el presidente Felipe Calderón tomara la decisión de liquidar Luz y Fuerza. Se trabajó durante casi un año, en buena medida porque el centro de control de las operaciones tenía tecnología obsoleta, por lo que tuvieron que reclutar a ingenieros electricistas jubilados y enviarlos a Inglaterra para que durante seis meses se familiarizaran con ese tipo de tecnología. Mientras tanto, la Policía Federal infiltró al sindicato de Luz y Fuerza para recabar información de inteligencia y preparó un plan de toma simultánea de cerca de 300 instalaciones estratégicas.

Se escogió como Día D la tarde del 10 de octubre de 2009, a la misma hora en que México se jugaba su pase a la final del Mundial de Sudáfrica ante El Salvador, para lo cual compraron cientos de boletos y a través de los infiltrados los repartieron entre los sindicalizados. La alerta nacional a los cuerpos de seguridad impidió, por ejemplo, que explotara una bomba que simpatizantes del sindicato colocaron en la presa “Abelardo L. Rodríguez”, en Tijuana. La operación fue impecable.

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Agarrada de alfileres y se los quitaron

Leo Zuckermann en su columna Juegos de poder, publicada en Excélsior, señala que circulaba un chiste cuando explotó la crisis económica en diciembre de 1994. Zedillo llega furioso y le reclama a Salinas: “¡Me dejaste la economía mexicana prendida de alfileres!”. El expresidente le contesta al Presidente: “Y tú, ¿para qué se los quitaste?”. Creo que lo mismo está pasando con la actual situación del desabasto de gasolinas en México, algo que nunca había ocurrido en este país, ni siquiera en los peores momentos de las crisis económicas de los ochentas y noventas.

López Obrador recibió un sistema de abastecimiento de gasolinas prendido de alfileres. Milagrosamente operaba con sólo tres días de reservas para proveer la demanda nacional. Con gran experiencia, el monopolio público de Pemex surtía los combustibles incluso en periodos de alta demanda, como eran las vacaciones de fin de año. Existía un equilibrio muy frágil que asombrosamente funcionaba.

No obstante, cada vez era mayor el robo y la venta ilegal de las gasolinas. El nuevo gobierno de López Obrador entró con el objetivo de resolver este problema que nos cuesta a los contribuyentes, según cifras del propio gobierno, alrededor de 65 mil millones de pesos al año. Nadie, salvo los beneficiarios del ilegal negocio, podría estar en desacuerdo con que el gobierno hace bien en combatir este crimen. Lo que muchos nos cuestionamos es si la administración de AMLO, efectivamente, planeó una estrategia eficaz para combatir este delito y, de ser así, si era la mejor. Son preguntas legítimas.

A estas alturas, no sabemos si lo que está haciendo el gobierno funcionará o no. Lo que sí sabemos es que, por lo pronto, el gobierno trastocó el endeble equilibrio que existía en la oferta de combustibles. Estaba agarrada de alfileres y se los quitaron. Hoy existe desabasto en diez entidades del país, incluyendo una de las regiones más productivas –el Bajío– y la capital de la República. Esto, sin duda, tendrá consecuencias de todo tipo, dependiendo de cuánto se tarde Pemex en reequilibrar el sistema de suministros de gasolinas a la par de disminuir los volúmenes robados de combustibles.

Regreso a lo sucedido en la crisis económica de 1994-1995. Fue brutal. Se perdieron patrimonios enteros que de por sí ya estaban muy mermados por las crisis anteriores. Sin embargo, gracias a la determinación del presidente Zedillo, y del gran apoyo que recibimos del gobierno estadunidense de Bill Clinton, salimos relativamente rápido de la situación crítica. Pero, lo más importante, es que Zedillo aprovechó la crisis para crear nuevas instituciones a fin de evitar que la economía mexicana ya no estuviera prendida de alfileres.

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Congelan cuentas a huachicoleros

La columna Bajo Reserva, publicada en El Universal, indica que nos dicen que hoy el presidente Andrés Manuel López Obrador dará a conocer algunos pormenores de cuentas congeladas de personas ligadas al robo de combustible, además de los problemas que ha tenido la estrategia por los sabotajes a ductos de Pemex que han impedido, en algunos casos, que se abra el suministro de combustible. Nos hacen ver que ha llegado la hora de que el mandatario comience a dar nombres de las personas y empresas que se benefician de la compra de gasolina robada, es decir que le ponga rostro y nombre a aquellos que combate y que son los responsables de las molestias que causa a los ciudadanos el desabasto de combustibles y del inminente impacto que esta medida tendrá para la economía del país.

La limpia en el IMSS

Noscomentan que el director general del Instituto Mexicano del Seguro Social(IMSS), Germán Martínez, ha iniciado un proceso de reestructura amplio en el instituto que ha incluido la remoción o destitución de delegados que venían dela pasada administración y que tenían apellidos de abolengo priista, comoOsorio o Beltrones, u otros pertenecientes a órganos como la CTM. Nos explicanque la reforma llegará a las delegaciones y que la figura de delegadodesaparecerá, una vez que pase por la Comisión Nacional de Mejora Regulatoria yuna nueva estructura arrancará un proceso de austeridad y el fin de losprivilegios que algunos de estos delegados tenían.

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La columna Trascendió, publicada en Milenio, señala que mañana, Andrés Manuel López Obrador medirá el pulso de los capitalinos tras una semana de falta de combustible cuando acuda a la alcaldía de Iztapalapa, donde se hará acompañar de la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, y del presidente del Senado, Martí Batres.

Por cierto, para la designación de fiscal general de la República se abrirá una ronda de comparecencias de los aspirantes, tal como lo propuso el propio Batresa principios de año, a fin de dar certeza y legalidad al proceso.

QUE hablando de la crisis por el desabasto de gasolina, hoy sale el gobernador de Guanajuato, Diego Sinhue, con destino a Houston, Texas, donde ayer dijo que ya tenía pactadas cuatro citas con empresas petroleras para acelerar el envío de gasolina al estado, donde la cosa ya se ha puesto complicada por las afectaciones económicas.

La población empieza a desesperarse, y ya se dieron al menos unas cuatro manifestaciones que por la pronta intervención de la autoridad no tuvieron consecuencias mayores, de estas han sido dos en Irapuato y al menos dos en León, un bloqueo en el libramiento Morelos y una pequeña marcha ayer.

QUE el arzobispo primado de México, Carlos Aguiar Retes, aseguró ayer que la renovación de Desde la fe, órgano oficial de la Iglesia católica, va en serio.

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