Tras 21 partidos, el Liverpool conoció la derrota al visitar al Manchester City, que lo venció 2-1 en un encuentro lleno de nerviosismo y acción. Los Citizens ahora se encuentran a tan solo cuatro puntos de los Reds, los actuales líderes de la Premier League.
En el encuentro celebrado en el Etihad Stadium, comenzó agitado para los de casa, pues en una descolgada Mané lanzó la pelota al poste cuando enfrentó solitariamente a Ederson al minuto 17, sin embargo, el defensor John Stones intentó sacar el balón del área, pero le pegó en la espalda al cancerbero, lo que casi se convierte en autogol.
Es de señalar que dicha jugada tuvo que ser revisada y el esférico no cruzó únicamente por 1 centímetro la línea de gol. No obstante, el zaguero inglés pudo corregir su error y logró sacar la pelota.
No obstante, el Manchester City se recuperó y tuvo un par de aproximaciones de la mano de sus veloces extremos, el alemán Leroy Sané y el inglés Raheem Sterling.
Ya para el minuto 40, Sergio “El Kun” Agüero recibió un pase justo al borde del área chica, donde se acomodó el balón con la pierna derecha para tirar un cañonazo con la otra a la esquina superior del poste más cercano, donde tenía un ángulo más cerrado para hacer su tiro.
Durante todo el primer tiempo, ambas escuadras tuvieron aproximaciones principalmente por las bandas, desde donde mandaban centros peligros al corazón del área, aunque se fueron al descanso 1-0, a favor de los Citizens.
En la segunda mitad fue mayor la presión del Liverpool, que tuvo un par de aproximaciones de peligro que no pudo concretar.
Durante el minuto 63, un centro lanzado desde la banda derecha llegó hasta el otro extremo, donde el esférico fue recentrado con el pie y le cayó a Roberto Firmino, quien esperaba el pase solito sobre la banda derecha, donde metió el gol del empate con la cabeza.
Tras la anotación, los dirigidos por Pep Guardiola buscaron darle la vuelta al partido y tuvieron un par de llegadas que no representaron mayor peligro para el conjunto del alemán Jürgen Klopp.
Apenas corría el 70 cuando Sané, que venía de la banda izquierda corriendo, fue habilitado para entrar con una marca floja al área y luego definir con su pierna zurda para cruzar la pelota y dejar el marcador 2-1 a favor del Manchester City.
De esa manera, el encuentro se tornó aún más interesante, pues además de que se enfrentaban el primero contra el segundo, también los Reds se volcaron al frente el resto del partido para lograr empatarlo y mantener a los Citizens a siete puntos de distancia.
Sin embargo, el Liverpool no logró igualar el marcador, quedándose a cuatro unidades de los dirigidos por Pep Guardiola.