columna-invitada

Gabriel Cruz *

El triunfo del partido Morena en la Presidencia de la República, y en el Poder Legislativo donde obtuvo mayoría, así como en cinco de las nueve gubernaturas elegidas, en 12 de los 27 congresos locales y en 252 presidencias municipales, posibilitan el escenario para que la representación política de los individuos sea una responsabilidad colectiva y los mexicanos nos reconozcamos como miembros activos de la sociedad con soberanía ciudadanía.

De su parte el presidente electo, gobernadores, legisladores federales y locales, así como presidentes municipales, todos sin distingo partidario, tienen la oportunidad histórica de consolidar un Estado Mexicano con un Gobierno Abierto, es decir, darle solidez a la reconfiguración del quehacer público y gubernamental.

Ante este reto, el punto de partida está en los ciudadanos quienes hicimos posible la victoria de las personas que asumieron la responsabilidad de las instituciones en el país, un encargo no conferido, sino corresponsable en el que ejerzamos un comportamiento proactivo: hacer que las cosas sucedan en beneficio de la comuna, estado o Nación. Se trata de tomar conciencia y preocupación por problemas colectivos y plantearnos objetivos comunes.

Un medio oportuno quizá muy localista está en los municipios, donde el gobierno en turno puede transitar de autoritario-rezagado a uno en fase de formación de un Gobierno Abierto o bien a un gobierno abierto a la participación ciudadana, resultando muy adecuada la última opción para el grado de democratización que vive México.
De ahí que el gobierno y la sociedad localista deban mostrar interés en la conformación de Consejos de Participación Ciudadana, figura amparada en leyes y ordenanzas federales, estatales y municipales, no sólo para impulsar el sentimiento de ciudadanía local sino para aumentar la democratización de la sociedad y confirmarle a los individuos su lugar en el sistema político.

En el estado de Puebla su Ley Orgánica Municipal contempla en el Capítulo XIX la Participación Ciudadana en el Gobierno, artículos 188 al 193, aunque en términos más ambiciosos la entidad carece todavía de una Ley de Participación Ciudadana que establezca sus principios rectores y otorgue certeza al plebiscito, el referéndum y la iniciativa popular, en concordancia al trazo de una política nacional de un Gobierno con intencionalidad de ser abierto.

El municipio y ayuntamiento de Puebla son punta de lanza en este ejercicio del gobierno y la sociedad, pero el momento político amerita hacer visible la participación ciudadana en los otros 216 municipios poblanos. En uno de ellos, San Andrés Cholula, una inesperada Asamblea Popular protestó por el quehacer gubernamental reclamando sensibilidad hacia una parte del patrimonio cultural, exigiendo diálogo con el Cabildo y funcionarios del Ayuntamiento.

La acción bastó, para que los representantes populares y servidores públicos se comprometieran junto con un grupo de ciudadanos bien intencionados, a proponer y avalar los Consejos de Participación Ciudadana cuya integración forma parte de las atribuciones de los ayuntamientos y presidentes municipales.

Si los ciudadanos realmente queremos un cambio en las políticas públicas y decisiones del gobierno, necesitamos involucrarnos para que esto ocurra. La restauración de Puebla en todos los espacios y aspectos no ocurrirá por sí sola, necesita de todos, hacerlo posible también es nuestra responsabilidad.

* Ciudadano, promotor de las buenas causas, licenciado en Ciencias de la Comunicación, y en Teología.

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