No vayan a pagar inocentes por culpables
Rodolfo Ruiz en su columna La Corte de los Milagros, publicada en E-consulta, señala que algo que no se ha precisado, en caso de que el proyecto del magistrado ponente del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) se apruebe y las impugnadas elecciones de gobernador de Puebla tengan que repetirse, es qué pasará con los consejeros y consejeras del Instituto Electoral del Estado (IEE) que éste propone sancionar por su abierta parcialidad a favor de la Coalición por Puebla al Frente y su candidata Martha Erika Alonso Hidalgo.
La pregunta no es ociosa, pues en su proyecto de sentencia el magistrado José Luis Vargas Valdez plantea textualmente que el Instituto Nacional Electoral “proceda a dar inicio al procedimiento de destitución de consejeros y consejeras del Instituto Electoral del Estado”.
Su iniciativa no está mal, pero el problema radica en que tres de los consejeros que menor imparcialidad y falta de independencia mostraron en su desempeño ya no están, pues su gestión concluyó el pasado 30 de octubre. Me refiero en especial a Federico González Magaña y a Flor de Té Rodríguez Salazar, así como a Claudia Barbosa Rodríguez.
Los dos primeros ex consejeros son los que deberían ser sujetos de procedimientos sancionadores, pues su actuación a favor de la Coalición por Puebla al Frente fue lo generó las irregularidades que el magistrado ponente advierte en su proyecto de resolución, y no algunos de los que aún siguen en funciones y que incluso se opusieron al mayoriteo de los consejeros electorales morenovallistas.
Estos tres consejeros fueron sustituidos por Sofía Marisol Martínez Gorbea, Jesús Arturo Baltazar Trujano y Evangelina Mendoza Corona, quienes rindieron protesta el 3 de noviembre, por lo que, al menos dos de ellos, no tienen ninguna responsabilidad de la actuación del IEE en la elección de gobernador de Puebla.
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RMV da señales de que entrega gubernatura a AMLO, no a Barbosa
La columna De boca en boca, publicada en Ángulo 7, indica que : Tal parece que el exgobernador de Puebla, Rafael Moreno Valle Rosas, y el actual mandatario Antonio Gali Fayad, han preferido guardar silencio y no respaldar a Martha Erika Alonso Hidalgo como ganadora de la elección del 1 de julio, luego de que el magistrado José Luis Vargas Valdez dio a conocer a través de Twitter su propuesta de resolución.
Y es que a diferencia de ambos personajes, los gobernadores de otros estados, diputados federales y senadores del PAN, así como Dante Delgado Rannauro, líder nacional de MC y Jesús Zambrano Grijalva, exlegislador por el PRD, partidos que formaron la coalición “Por Puebla al Frente”, salieron a descalificar el hecho.
Será que Moreno Valle Rosas, quien hace unos días fue nombrado coordinador de los senadores panistas, fiel a su estilo de jugar sólo por sus intereses personales, no le quedó otra más que entregar la gubernatura y por eso no ha emitido pronunciamiento alguno.
Esto podría ser solo una hipótesis, pero lo cierto es que en la toma de protesta del presidente Andrés Manuel López Obrador, el sábado pasado en el Palacio Legislativo de San Lázaro, aunque sus correligionarios abuchearon el nombre del mandatario de Venezuela, Nicolás Maduro Moros cuando fue pronunciado en la lista de invitados y mostraron una pancarta expresando que no era bienvenido, el exgobernador poblano se quedó callado.
El caso de Gali Fayad es similar, pues no ha emitido comentario alguno en Twitter y tampoco ha dado declaraciones a la prensa sobre el tema, será que este silencio se debe a que no es militante panista a pesar de que fue apoyado por el albiazul para llegar al Ejecutivo estatal.
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José Luis Vargas trae línea para anular la elección; no fue ocurrencia personal
Jorge Rodríguez en su columna A Puerta Cerrada, publicada en El Sol de Puebla, señala que si el magistrado José Luis Vargas Valdez quiso detener las presiones externas con la difusión del proyecto de sentencia que propone anular la elección de gobernador en Puebla y retirarle así la constancia de mayoría a Martha Erika Alonso Hidalgo, la realidad es que consiguió todo lo contrario.
El integrante de la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación puso sobre alerta a la aún gobernadora electa y a su ejército de operadores, que emprendieron una robusta estrategia mediática para tratar de impedir la concreción del fallo que los mande a la lona.
Vargas Valdez le obsequió tiempo al morenovallismo, un bien intangible pero muy valioso que incluso en medio de la catástrofe le permite presionar a los actores involucrados para intentar –todavía—quedarse con la gubernatura.
Cada día que pase sin que sesionen los siete magistrados para resolver el caso Puebla será también un día de presiones para los integrantes de la Sala Superior, de esos esfuerzos de injerencia externa que, en teoría, la publicación de la propuesta de sentencia, realizada el domingo a través de redes sociales, vendría a aplacar.
Estudiosos de los diferendos electorales consideran que la medida fue precipitada y que podría dar pie a la reversión del proyecto, como ocurrió en 2015 en Colima, cuando la difusión también adelantada de la propuesta de sentencia, que en principio favoreció al PRI con el rechazo de la anulación de la contienda de gobernador que solicitaba el PAN, permitió a este partido voltear el dictamen y conseguir que se repitieran los comicios.
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Martha Erika echó su resto
Enrique Núñez en su columna Contracara, publicada en Intolerancia Diario, indica que el día de ayer, en la rueda de prensa ofrecida por MEA en el Hotel Hilton Alameda de la CDMX, vimos cómo la candidata echó su resto, sabiendo que esta es su última llamada para salvar el resultado de la elección.
Se lanzó fuerte contra el magistrado José Luis Vargas y amagó con ir a tribunales internacionales en caso de que se anule la elección y se revierta su triunfo.
Evidentemente, la percepción de que la elección será anulada es mayoritaria y sabiendo que la decisión de la Sala Superior es última e inapelable, decidieron ir con todo, en una acción de “ahora o nunca”.
¿Les dará resultados?
Las esclavas de la salud
Si algo distinguió la comparecencia de la secretaria de Salud, Areli Sánchez Negrete no fueron las cifras que entregó sino el trato inhumano hacia las enfermeras que llevó para que le aplaudieran cada frase que decía, a las cuales tuvo desde las 11 de la mañana hasta las 8 de la noche, fuera de su área de trabajo.
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Pillan al líder de regidores panistas actuando como posible gestor de Citelum
Fermín Alejandro García en su columna Cuitlatlán, publicada en La Jornada de Oriente, señala que se dice que dos altos directivos de la empresa de capital francés Citelum estarían ofreciendo el cielo y las estrellas a quien les consiga en este mes una cita con la edil de Puebla, Claudia Rivera Vivanco, para intentar persuadirla de que acepte recontratar esta compañía para dar mantenimiento al servicio del alumbrado público, luego de que la actual administración le quitó esa facultad, entre otras razones por el sobrecosto que cobraba por dicha labor.
Por eso llamó poderosamente la atención que recientemente fue visto comer en el restaurante El Mural de los Poblanos al coordinador de los regidores del PAN en el ayuntamiento de Puebla, Enrique Guevara Montiel, quien habría estado compartiendo el pan y la sal con dos funcionarios de Citelum.
Quienes lo vieron en ese establecimiento de moda entre la clase política poblana dicen que, al parecer los comensales que estuvieron con el panista son Jesús Alva y Ángel Descalzo, dos importantes directivos de la polémica empresa dedicada a atender las redes de alumbrado público en varias ciudades del país.
¿Qué tiene de especial que Guevara degustara platillos de la cocina tradicional poblana con dos integrantes de una empresa que llegó por primera vez a la Angelópolis en el año 2001, de la mano del entonces presidente municipal Luis Paredes Moctezuma?
La respuesta es muy sencilla: el panista es el más férreo crítico –dentro del Cabildo de la ciudad– de la edil Claudia Rivera Vivanco y en particular, de la decisión del ayuntamiento de contratar a la compañía Milenium Centro de Iluminación, en lugar de Citelum.
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El desastre de la SSPTM
Alejandro Mondragón en su columna Al Portador, publicada en Status Puebla, indica que el grave problema de la inseguridad en Puebla, en el arranque de la nueva administración municipal, tampoco está afuera, sino adentro.
Sí, en la médula ósea de la Secretaría de Seguridad Pública y Tránsito Municipal, donde todo está de cabeza.
El primer círculo de la secretaria Lourdes Rosales Martínez es sujeto de traiciones, nepotismo e incompetencia.
La jefa del Estado Mayor Policial es María del Carmen López Martínez, sin trayectoria ni experiencia, pero goza de la más absoluta confianza de Rosales Martínez para ir a hacerle los mandados.
Ella lejos de protestar, asume su responsabilidad con pasión, porque percibe la nada despreciable cantidad de 70 mil pesos mensuales, dispone de vehículo oficial y escoltas.
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Elba Esther Reloaded y el camaleón de aquí cerquita
Valentín Varillas en su columna La Tempestad, publicada en Status Puebla, señala que ya está de regreso en la vida pública nacional, la otrora mujer más poderosa del país y viene con todo.
De entrada, además de buscar nuevamente el control absoluto del sindicato magisterial, quiere llevar las riendas del proyecto educativo del nuevo gobierno, a través del sometimiento de Esteban Moctezuma, Secretario de Educación Pública.
Para conseguirlo, ha logrado perfilar a Luis Maldonado Venegas como jefe de la oficina del titular de la dependencia.
Este personaje, de tristísimos y patéticos recuerdos en su paso como servidor público poblano, da muestras de un pragmatismo absoluto para poder así, encontrar cobijo dentro de la llamada 4ta Transformación de la vida pública nacional.
No hace mucho, este auténtico camaleón era mandado por su entonces patrón, Rafael Moreno Valle, como avanzada para hacerse del control del PRD y perfilar una gran alianza de partidos que, en sus sueños de opio, lo llevarían a la candidatura presidencial y plantarle cara a Andrés Manuel López Obrador.
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No es un proyecto, es un bodrio jurídico lo del magistrado Vargas
Arturo Rueda en su columna Tiempos de Nigromante, publicada en Diario Cambio, indica que incluso para el abogado experto en derecho electoral, Víctor León Rueda, al proyecto del magistrado José Luis Vargas le falta “carnita” al centrar la anulación de la elección en el resguardo de la paquetería electoral tras el conteo de los votos, la mal llamada “cadena de custodia”, un concepto que no existe en las leyes electorales, en ninguna, pero que fue extraído del código penal para aplicarlo al caso como un traje a la medida.
“Les salió barata la anulación”, dice el asesor jurídico de Luis Miguel Barbosa en Juego de Troles, pues reconoce que todas las demás causales planteadas por Morena fueron desestimadas, entre ellas la violencia en las casillas, el robo de urnas, los laboratorios electorales, el Hotel MM, la utilización de recursos públicos y el rebase de los topes de campaña.
Entre sábado y domingo es previsible que los magistrados votarán por la anulación de la elección de gobernador de Puebla. Mi quiniela es un 5-2 a favor de ‘tumbar’ el resultado del 1 de julio, pese a que los morenovallistas se han adherido a la cofradía del clavo ardiendo.
Luis Miguel Barbosa tendrá una victoria con la anulación, pero se va a quedar sin la idea del fraude, pues el proyecto de Vargas no lo sostiene por ningún lado. Podrá hacer una nueva campaña, pero a nadie podrá convencer de que Martha Erika Alonso cometió fraude, pues la elección se anula por la negligencia de los consejeros electorales quienes, además, tendrán derecho a defenderse cuando inicie su proceso de destitución.
No sostiene el fraude, ni ninguna de las teorías extravagantes, ni los laboratorios electorales, ni la violencia como factor determinante, ni el retraso en el traslado de los paquetes, ni el algoritmo, ni nada; el proyecto de Vargas no le convence al abogado Víctor León. No tiene carnita, coincidió.
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Susurros y Traiciones en Morena Contra Miguel Barbosa
Mario Alberto Mejía en su columna La Quinta Columna, publicada en 24 Horas Puebla, señala que la guerra por la candidatura de Morena al gobierno poblano empezó antes de que el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación determine si ratifica el triunfo de Martha Érika Alonso o anula los comicios.
Miguel Barbosa ha venido diciendo que él será nuevamente el candidato, aunque en la espalda tenga varios cuchillos clavados.
Las manos de sus eventuales verdugos pertenecen a sus propios compañeros de ruta, quienes no toleran la idea de que su nombre vuelva a aparecer en las boletas electorales.
Hay una guerra sorda por esa posición, pero como toda guerra sorda, ésta también es muda.
La trama en contra de Barbosa carece de altavoces.