La muerte de tres personas y el robo de urnas en la elección de la gubernatura de Puebla mancharon el informe final que la Organización de los Estados Americanos (OEA) presentó sobre los comicios en México, los cuales –sentenció– “fueron excepcionalmente violentos”.
La jornada del 1 de julio y el conflicto derivado de la acusación de un fraude electoral cometido a favor de la panista Martha Erika Alonso Hidalgo fueron objeto de un apartado especial en el reporte publicado el pasado 20 de noviembre.
En el documento de 131 páginas se señala que los observadores enviados por la OEA tuvieron conocimiento de que en la entidad poblana murieron tres personas en “incidentes relacionados con las elecciones”, todo en la Sierra Norte.
El organismo internacional calificó a Puebla como “el caso más delicado”, ya que aquel día superó en homicidios a Michoacán, Guerrero y Chiapas, que registraron uno.
Se documentó que en la capital fueron robadas 8 mil 800 boletas, mismas que se recuperaron posteriormente, mientras que otras 3 mil hurtadas en Izúcar de Matamoros ya no se encontraron, lo cual puso al estado como el único en registrar este delito.
Cerraron casillas por violencia
A ello se suma la cancelación de la votación en 21 casillas por hechos violentos que impidieron continuar con la jornada electoral, desde riñas, vandalismo, destrucción de material electoral e incluso balaceras.
En este rubro, Puebla superó por mucho a los que le siguieron, como la Ciudad de México, donde se cerraron tres casillas; en Oaxaca, Sonora y Querétaro con dos cada uno, mientras que en Hidalgo y Chiapas sólo una.
El informe señala que por todos estos acontecimientos el Instituto Nacional Electoral (INE) interpuso 26 denuncias penales ante la Procuraduría General de la República (PGR) contra quien resulte responsable, sin embargo, casi cinco meses después, no hay una sola persona detenida.
La OEA exhibió a la entidad también como la tercera más violenta para los políticos, pues en su informe recuerda que durante las contiendas internas, las precampañas y las campañas fueron asesinados 15 aspirantes a algún cargo de elección popular.
En esto el estado solo fue superado por Guerrero y Oaxaca, que acumularon 27 y 29 homicidios de políticos respectivamente.
Conflicto poselectoral sin resolver
En el estudio se da cuenta del conflicto poselectoral que llegó tras la votación, pues los dos principales competidores, Martha Erika Alonso Hidalgo (de Por Puebla al Frente) y Miguel Barbosa Huerta (de Juntos Haremos Historia) se declararon ganadores e iniciaron una pelea jurídica que hasta la fecha sigue.
Se rememora el conflicto en el laboratorio electoral del PAN en el hotel MM, así como las impugnaciones en los tribunales electorales del Estado de Puebla (TEEP) y del Poder Judicial de la Federación (Tepjf), sin dar la conclusión del caso, pues la última actualización del informe fue el 30 de octubre y hasta este 27 de noviembre no se ha determinado si se anulará la elección o se validará el triunfo otorgado a Alonso Hidalgo.
Además de la gubernatura de Puebla, el caso de las “juanitas” de Chiapas (mujeres que ganaron la elección y fueron obligadas a renunciar y ceder el puesto a un hombre) también fue motivo de un apartado especial por tratarse de violencia política.
En el resto del reporte se analizan los comicios presidenciales, se evalúa la solidez de las instituciones electorales, se revisa el papel de la justicia electoral y se hacen recomendaciones para mejorar la normativa electoral.
El documento está disponible para su consulta en la página de internet de la OEA.
