Además de ineficiente, el Congreso local anterior se distinguió por aprobar rápido y sin objeciones las iniciativas del exgobernador Rafael Moreno Valle y su sucesor Antonio Gali Fayad, quienes acabaron legislando más que cualquiera de los 41 diputados.
A esa conclusión llegó el Observatorio Gubernamental de la Upaep en su tercer Informe de Desempeño Legislativo, en el cual revela que durante cuatro años y medio (enero de 2014 a julio de 2018) el Ejecutivo presentó 250 iniciativas, de las cuales se avalaron 241, es decir, la tasa de aprobación fue del 96 por ciento.
El estudio presentado este martes no precisa cuántas iniciativas fueron hechas por Moreno Valle y cuántas por Gali Fayad, además de que no contempla el paquete de 11 propuestas presentadas por el segundo entre agosto y septiembre de 2018 (antes de que concluyera la LIX Legislatura), las cuales también fueron aprobadas en su mayoría.
Por ello el reporte critica que el Congreso “no funcionó como un poder diferente e independiente del Ejecutivo, ya que las propuestas aprobadas fueron, de manera mayoritaria y con una eficiencia (rapidez) sin paralelo, las propuestas del propio gobernador”.
“Esto no es consistente con la función del Congreso, pues demuestra una clara inversión de poderes entre Legislativo y Ejecutivo, que fragiliza la función de supervisión por parte del Congreso”, sentencia el reporte disponible para su consulta en internet.
PRI fue productivo, pero ignorado
Otra de las observaciones negativas es que en los evaluaciones anteriores se recomendó ejercer con regularidad la facultad de llamar a comparecer a los servidores públicos para pedirles cuentas de su trabajo, sin embargo, durante toda la legislatura esta actividad se redujo a las comparecencias anuales (obligatorias) relacionadas con el informe de labores del gobernador.
En número de iniciativas, Moreno Valle y Gali Fayad solo fueron superados por toda la bancada del PRI (de ocho integrantes) que en los cuatro años y medio presentó 508, pero solo se le aprobaron 17 y 235 (85 por ciento del total) quedaron “en la congeladora”.
La deficiencia se desprende del análisis de toda la Legislatura, que arroja un promedio del 23 por ciento de dictaminación de las iniciativas individuales (por diputado), contra el 58 por ciento de las propuestas por bancada, o sea que en ambos casos el trámite resulta reprobatorio.
A esto se suma que, en toda la Legislatura, solamente ocho de las 35 comisiones legislativas se reunieron el mínimo de ocasiones para sesionar, es decir, una vez al mes.
En tanto, se logró dictaminar una tercera parte de las propuestas que recibieron y despacharon en promedio únicamente el 5 por ciento de esas.
Flojean comisiones en último año
En el último año (de julio de 2017 al mismo mes de 2018) nueve comisiones no resolvieron ningún asunto de los que les fueron turnados, de modo que al cierre de la Legislatura se quedaron en “la congeladora” 754 iniciativas, 64 por ciento de las mil 259 que hubo durante los cuatro años y seis meses.
En cuanto a la transparencia, se criticó que hasta el final se mantuvo la opacidad sobre los montos de aguinaldo y prima vacacional de cada legislador, pero con la información disponible se calculó que el costo anual por diputado fue de un millón 228 mil 523 pesos.
Por todo lo anterior, se recomendó a la nueva Legislatura “mejorar la calidad, viabilidad y seguimiento de los asuntos legislativos. Procurar la transparencia y la eficacia en el desempeño de las comisiones. Valorar la pertinencia de todas aquellas que implican funciones, que no reciben trabajo legislativo, o bien que nos resuelven asuntos eficientemente, a fin de reducir el número”.
También realizar comparecencias con servidores públicos; mejorar la rendición de cuentas, publicar una relación de las cuentas públicas aprobadas y pendientes, así como mantener el sitio web actualizado.