La Alerta de Violencia de Género contra las Mujeres (AVGM) debe activarse en cualquier municipio o estado donde se acredite que se hizo la solicitud, como en el caso de Puebla, donde únicamente se emitieron recomendaciones por parte de la Conavim.
Así lo manifestó la activista Marcela Lagarde y de los Ríos, durante su ponencia “Por la vida y seguridad de las mujeres” en el patio del Palacio Municipal, en donde agregó que este mecanismo ha sido un “ping-pong” entre organizaciones que la solicitan y los gobiernos.
Lo anterior porque sostuvo que no es bien tomada, ya que es algo que “causa temor y pánico” a las autoridades en turno, pues creen que descalifica al Estado, pero por el contrario, dijo, es una medida de gobernanza democrática.
La feminista refirió que la AVGM sirve para hacer un diagnóstico e identificar las zonas con problemas de violencia y sumar a todos los municipios de cada entidad para atender los casos, sin embargo, los procesos históricos en el país para las alertas de género “dan vergüenza”.
Esto porque recordó que entre 2003 y 2006, cuando participó en el Sistema Nacional para Prevenir, Atender, Sancionar y Erradicar la Violencia contra las Mujeres, integrado por las secretarias estatales, ONU Mujeres y la Comisión Interamericana de Mujeres, la mayoría de las directoras y presidentas de institutos en la materia votaban en contra de que se estableciera la alerta en las entidades.
Siguen resistiéndose a que se active
“No solo la Conavim, sino que instituciones diversas se han resistido a que se declare la alerta de género, pero no entienden que con esto sólo se busca dotarse de un recurso para gobernar con derecho a la vida de mujeres; en ocasiones han triunfado sobre nosotras al lograr evadirla”, pronunció.
Ante esto sostuvo que es necesario que se dé una exigencia constante por parte de las organizaciones y de la sociedad civil, pues en Puebla “se tiene un grave problema”, al cual se le debe dar solución, ya que es uno de los estados con desarrollo urbano e industrial importante.
Además de que tiene un “gran número” de universidades, pero ello no se refleja en la cultura democrática de sus habitantes, pues la familia “es muy autoritaria” y la iglesia es “muy induciva” en la sexualidad de las mujeres, lo cual, afirmó, debe ser tratado con respeto.
Durante su conferencia, Lagarde y de los Ríos comentó que la violencia política contra las mujeres es una nueva forma de ataque en contra de este género, al tiempo de lamentar que en México haya “una enorme” tolerancia a estas acciones por parte de los hombres.
No obstante, evidenció que la violencia no sólo se da por parte de los hombres, sino también entre ellas, de tal forma que desde niños las familias deben de enseñarse el respeto entre hombres y mujeres y viceversa.
