La esposa del presidente electo Andrés Manuel López Obrador, Beatriz Gutiérrez Müller, se negó a hablar del conflicto poselectoral en Puebla y evitó dar su respaldo al candidato de la coalición Juntos Haremos Historia, Miguel Barbosa Huerta.
“Yo no sé lo que pasa acá, yo no lo sé. No lo tengo claro”, fue lo único que dijo al preguntarle si Puebla tendrá como gobernador al exsenador.
Al visitar la ciudad este jueves para presentar su más reciente libro en la BUAP, la investigadora y periodista se reservó –como en ocasiones previas– dar su opinión en entrevista sobre la situación política de la entidad.
A unos días de que el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (Tepjf) determine si anula o no el triunfo de la panista Martha Erika Alonso Hidalgo, la próxima “primera dama” evadió las preguntas sobre el tema argumentando que sólo hablaría de la historia de México.
Esto debido a que presentó su obra “La memoria artificial en la verdadera historia de la conquista de la Nueva España de Bernal Díaz del Castillo” en la 31 Feria Nacional del Libro de la BUAP.
Gutiérrez Müller también se negó a hablar de las críticas a López Obrador y las consultas que ha promovido para decidir el futuro de proyectos de infraestructura.
Evade hablar de consultas
“Yo no opino de esas cosas, venimos a hablar de algo muchísimo más importante que es la historia de México. Si me vas a preguntar de eso no te lo voy a responder”, declaró.
En varias ocasiones, la autora convocó a los reporteros a leer con frases como “lean, lee y luego platicamos” o “lean, lean, no hace daño”.
Al final habló de sus comentarios en redes sociales, los cuales consideró son parte de su libertad de expresión y descartó que generen conflicto a la sociedad debido a que históricamente las esposas de los presidentes se mantienen al margen del debate público.
“Mi activismo no es malo, es parte de mi libertad de expresión; yo hablo tres veces y ya haces nota de eso, tú subes 20 tuits al día y no es nota”, declaró a un reportero.
Gutiérrez Müller llegó a la BUAP escoltada por cinco guardaespaldas que estacionaron los vehículos sobre la ciclovía de Ciudad Universitaria, frente al Centro de Convenciones.
Luego de la presentación del libro se fotografió con algunos de sus lectores y firmó libros durante diez minutos, tras los cuales se levantó de su lugar y se fue sin despedirse de la fila de 50 personas que esperaba su turno para la foto.
