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La mayoría de los mexicanos hemos escuchado cierta información sobre una de las enfermedades más devastadoras y preocupantes de los últimos años, la diabetes. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), esta enfermedad podría llegar a ser la séptima causa de muerte a nivel mundial en el 2030 y de acuerdo con datos obtenidos en el 2016 por el Inegi, la diabetes representa la segunda causa de muertes en México.

Con el fin de concientizar, informar y sensibilizar sobre los riesgos sociales, médicos y sanitarios de esta enfermedad, la Federación Internacional de la Diabetes y la OMS estableció que cada 14 de noviembre se celebraría el Día Mundial de la Diabetes, fecha en la que nació Frederick Banting, quien junto con Charles Best, tuvo un papel importante en el descubrimiento de la insulina en 1922.

La diabetes se caracteriza por ser una enfermedad crónica que provoca un aumento de glucosa (azúcar) en la sangre, hiperglucemia en términos médicos. Este exceso de ‘azúcar’, con el tiempo provoca daños graves en muchos órganos y sistemas del cuerpo, especialmente vasos sanguíneos y nervios, muchos de estos daños pueden ocurrir de manera progresiva y pueden llegar a ser irreparables.

 

¿A qué se debe el incremento en los niveles de azúcar?

Muchas de las sustancias presentes en nuestro cuerpo deben estar reguladas, en equilibrio y en cantidades casi exactas para el correcto funcionamiento. Para el caso de la glucosa su nivel en la sangre varía entre los 70 mg/dl y los 100 mg/dl en un estado de ayuno y suben hasta casi 140 mg/dl o un poco más después de una comida completa, esto para el caso de personas sin diabetes. Estos niveles se mantienen gracias a la presencia de otras sustancias llamadas ‘hormonas’, la insulina es una hormonas que en los pacientes diabéticos se encuentra alterada, provocando que los niveles de glucosa aumenten. Pueden presentarse dos tipos:

Tipo 1. Dependiente de insulina: provocada por una producción insuficiente de insulina, lo que requiere administración diaria de esta misma hormona para poder regular la concentración de glucosa en la sangre.
Tipo 2. No dependiente de insulina: debida a una mala absorción de la insulina por el cuerpo debido al mal funcionamiento de este. Este tipo de diabetes afecta al 90 por ciento de los casos en el mundo, y por lo general aparece en personas de más de cuarenta años.

Los principales factores de riesgo de diabetes son antecedentes familiares, falta de ejercicio, una dieta poco saludable, así como obesidad o sobrepeso; de hecho, el 90 por ciento de casos de diabetes se relacionan con sobrepeso y obesidad.

Debido a que en su inicio la diabetes es silenciosa, pues no produce síntomas, es frecuente que no se detecte a tiempo y, por lo tanto, no se trata adecuadamente. Esto puede llevar a complicaciones graves de salud, incluso se cree que en México existen 6 millones de personas diagnosticadas con diabetes y posiblemente otros 6 millones que no saben que la padecen. Estas cifras son alarmantes ya que la falta de control y cuidados en los pacientes diabéticos podría restar hasta 6 años o más de vida, además de disminuir la calidad de vida en las personas que la padecen.

 

Diabetes y sistema nervioso

Las alteraciones que ocurren a nivel del sistema nervioso son algunas de las complicaciones crónicas que acompañan a la diabetes las cuales pueden llevar a neuropatías y/o deterioro cognitivo:

La neuropatía diabética es una de las complicaciones más frecuentes de la diabetes que pueden llegar a incapacitar al paciente (39 por ciento de los pacientes la manifiestan), es provocada por el daño en las fibras nerviosas encargadas de la sensibilidad. Los pacientes la describen como molestias en las extremidades inferiores, pies entumecidos y muy pesados, les molesta e incluso causa dolor la tela sobre su piel. Por lo que puede ir de síntomas leves, hasta graves y dolorosos, los cuales se presentan de acuerdo con el grado de progresión de la diabetes. Se sabe que el consumo de tabaco y alcohol puede llevar al incremento de la presencia de los síntomas, así como descuidos del tratamiento y una nutrición inadecuada.

Deterioro cognitivo. Las alteraciones cognitivas causadas o asociadas a la diabetes habían sido poco estudiadas, principalmente porque los déficits cognitivos que se llegan a detectar en los pacientes son de progresión lenta que resultaba difícil asociarlos con la enfermedad. Además, gracias a los tratamientos actuales, las personas con diabetes llegan a vivir más que años atrás, lo que incrementa la presencia de los síntomas de deterioro cognitivo. Estudios actuales demuestran que algunas funciones cognitivas como el aprendizaje, la memoria verbal y el procesamiento de información compleja pueden verse alteradas. Esta disfunción cognitiva, al ser progresiva puede ir desde decrementos en la función cognitiva, deterioro cognitivo medio hasta provocar demencia y de acuerdo con las estadísticas, del 65 al 90 por ciento de los pacientes con diabetes tipo 2 pueden llegar a desarrollar Alzheimer, que es el tipo más común de demencia. La severidad en el deterioro cognitivo también tiene asociación con la edad del paciente y el tiempo que este lleva con la enfermedad, entre más temprano se haya desencadenado la diabetes más probabilidad de padecer el deterioro cognitivo progresivo.

La mejor forma de prevenir el desarrollo tanto de la diabetes misma, como de los síntomas o complicaciones que la acompañan, es adoptar conductas adecuadas. El adecuado control nutrimental, médico, farmacológico y emocional, así como el ejercicio físico sin duda tienen efectos positivos sobre el bienestar del paciente. Detectar a tiempo la diabetes es un factor determinante para el desarrollo de la enfermedad, por ello se sugiere que a partir de los 30 años y en particular, las personas con antecedentes familiares de diabetes, se realicen chequeos médicos constantes.

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Licenciada en Biomedicina por la BUAP. Maestra en Ciencias con especialidad en Neurobiología por la UNAM. Candidata a Doctora en Ciencias Biomédicas. Futura usuaria de la Estadística (UV) y divulgadora...