La gobernadora electa, Martha Erika Alonso Hidalgo, no ha tenido acercamiento con el exedil Eduardo Rivera Pérez, quien afirmó que la nueva dirigencia estatal, con la que tampoco se ha reunido, debe tener apertura o el PAN estará condenado al fracaso.
El también excandidato a la alcaldía de Puebla por segunda vez, acudió al encuentro de panistas con el candidato a la dirigencia nacional, Marko Cortés Mendoza, donde fue cuestionado por la llegada de Genoveva Huerta Villegas, del ala morenovallista, al Comité Directivo Estatal (CDE) del blanquiazul.
Indicó que en Puebla ya ha sido “secuestrado y controlado” el partido por lo que reiteró, a las dirigencias nacional y estatal por llegar, su petición de inclusión, así como de no atender causas de grupos al interior del PAN, sino de los ciudadanos.
Aseveró que Huerta Villegas no se ha acercado a él –quien pertenece al “yunque”– y afirmó que le parece “interesante” le apertura de Cortés Mendoza al llamarlos a este encuentro, ya que se señala que el aspirante al CEN hizo acuerdos con el exgobernador Rafael Moreno Valle.
En este tenor, evitó respaldarlo a él o, a Manuel Gómez Morín.
Respecto a si ha tenido acercamiento con la esposa de Moreno Valle, respondió: “No, tampoco (…) yo creo que hay que esperar la decisión de los propios tribunales”, puesto que el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (Tepjf) resuelva la impugnación de la gubernatura para determinar si será anulada.
