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Cartas a Gracia

Un Otto distraído y regañado, comparece Gracia, el 30 de octubre de 2018ante el pleno de la Cámara de Diputados para “complementar” información vinculada al 6º informe de gobierno; pero eso tú ya lo sabías Gracia. Aun así, resaltaré algunas de las notas tomadas de la revisión estenográfica de la sesión que consultamos y que vale la pena sacar a colación. Sabedor de su condición política, todavía intenta tender puentes con sus interlocutores que le hagan más llevadera una sesión, en la que sabe, será crucificado -y con razón- como ha sucedido con sus compañeras y compañeros de gabinete que le antecedieran; alude a las “coincidencias” – de vencedores y vencidos del pasado proceso electoral- por encima de las diferencias, en beneficio de la educación de calidad que se brinde a niñas, niños y adolescentes (los niños de escuelas públicas deben tener las mismas oportunidades que los de planteles particulares); señala avances y faltantes por hacer, “asignaturas pendientes”, el mismo método que usara en un conversatorio realizado entre cuates una semana antes. Para ensalzar el trabajo de la administración de Peña Nieto, evidencia datos que les muestran exitosos; pero, ignora algunas de “las asimetrías” que en materia educativa persisten, originado por los niveles de desarrollo desigual que se manifiestan entre un norte más opulento y un sur que requiere mayor atención para lograr el desarrollo económico y social que le es ingente.

Insistirá en la cifras y señalará -apegado a un libreto que repite a la usanza de Nuño-, que “México tiene el noveno sistema educativo más grande del mundo con 36.5 millones de alumnos; 1.2 millones más que hace seis años”, con 2 millones 85 mil maestros (fundamentalmente maestras) quienes laboran en 258 mil escuelas de las que corresponden 221 000 (86 por ciento) al sistema público y el resto, al privado. Para justificar el abandono en el que se encuentran la escuelas públicas del ámbito rural, enfatizará que al 50 por ciento de las 78 300 escuelas primarías públicas del país, asisten el 87 por ciento de la matrícula. Fijaría la escolaridad promedio en 9.5 grados, y alertaría sobre las desproporciones regionales y locales, en las que se tendrían a algunos estados con 11 años de escolaridad y a otros con 8. Recordó que el analfabetismo que padecen personas con 15 años o más, podría alcanzar hasta un 40% del total en algunas localidades, mientras que la media nacional ronda en un 4.1%, cuestión que les permitiría colgarse una medallita y arriar la bandera blanca. Se adjudicará -sin decirlo- logros en cuanto al alumnado de todos los niveles que asisten a la escuela y establecerá que la cobertura alcanzaría al 70 por ciento en preescolar, 96 por ciento en básica, 85.7 por ciento en media superior y la de superior “podría” llegar al 39.9 por ciento. Minimizaría fracasos y los presentaría como triunfos, tal es el caso de las escuelas de tiempo completo, de las que operarían en el ciclo escolar 2017-2018, 25 mil 134 en todo el país, casi 15 mil menos de las 40 mil que habrían propuesto como meta sexenal; lo mismo que de la Evaluación de Permanencia en el Servicio Profesional Docente, programa que incumpliera la meta de evaluar al 100 por ciento de los docentes en servicio y aplicado en realidad, a poco más del 20 por ciento del total. Adicionalmente -como lo platicáramos- valdría la pena comentar que un porcentaje mayor de las maestras y maestros que han aprobado el examen de ingreso y que no fueron contratados por no alcanzar el presupuesto y los espacios ofertados, deben volver a presentarlo si persisten en su deseo laboral, a pesar de las 200 mil vacantes propiciadas por la jubilación anticipada de quienes no estuvieron dispuestos a soportar el descrédito y las amenazas institucionales. Cuestionado por la diputada Estefanía Martínez sobre la carencia “de plazas educativas por motivos presupuestales”, ¿por qué no se están asignando? y que “mecanismos” se estarían implementando para resolverlo, Otto culparía a los lineamientos establecidos por la Ley de Coordinación Fiscal y a los gobernadores responsables del no ejercicio de 135 000 plazas intransferibles, propiedad de entidades y no utilizadas por el decrecimiento de la matrícula (y que generan un ahorro presupuestal -economías- que queda en manos de la TESOFE), aunque reconocería que la Ley de Egresos aprobada en la Cámara de Diputados, solo les asigna 450 mdp anuales que “nos alcanzan para 1 200 ó 1 300 plazas”.

Sin embargo, a pesar de las llamadas de Otto para establecer coincidencias, diputadas y diputados federales lo tundieron. Vapuleado desde su arribo al recinto en que se realizaría el pleno, fue conminado a dejar una actitud triunfalista que poco refleja lo que se vive en las escuelas y, por si no lo sabía, se enteraría de las prácticas en las que incurrieran empleados de confianza en el sector. Tal era el tono de los discurrimientos Gracia. El diputado Guillermo Aréchiga se referiría a una práctica común que permeara para el ejercicio del escaso gasto (100 000 o 120 000 pesos por escuela; 16 mil 750 millones de pesos en total) entregado a las escuelasmediante el programa de Reforma Educativa; recurso canalizado para su consumo a proveedores “sugeridos” por personeros de los gobiernos estatales, de acuerdo “al tipo de obra que debían realizar”, ignorando las decisiones de la comunidad escolar. Aréchiga denunciaría un fraude cometido en agravio de maestras y maestros asignados al Programa de Jornada Ampliada, a quienes se les entregaban 5 500 pesos mediante la firma de recibos que ampararían la suma de 7 500 pesos, mientras que el diputado Benjamín Robles Montoya vincularía la rehabilitación de escuelas con escándalos “inimaginables” de corrupción. En tanto que al hacer una defensa de los logros de la reforma educativa, el diputado Felipe Fernando Macías (PAN), al vincular la falta de una educación de calidad y de espacios educativos señalaría que “la administración actual deberá de rendir cuentas de las negligencias, corrupción, falta de aplicación de los instrumentos dedicados a la educación”. cuestión que a su juicio no “empañaría los avances y los logros de la sociedad. Total Gracia, que para Otto fue un mal día y hasta sus aliados lo tundieron hasta con la cubeta.

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