Luego de que la directora de Seguridad Pública de Acajete, Diana López Ferrusca, fuera agredida por los hermanos Fernando y Gustavo García Mershall, mandos policiacos del municipio, fue despedida del cargo y ha recibido amenazas de muerte.
Así lo denunció López Ferrusca en rueda de prensa, en la que explicó que, el pasado miércoles, los comandantes se negaron a acatar sus órdenes, por lo que les advirtió que les pondría una boleta de arresto, a lo que Gustavo García contestó que él “no recibía órdenes de una vieja”, sólo del secretario general, Hilario Rojas, y del alcalde morenista, Roberto Ramírez Cervantes.
Posteriormente, comenzó a golpearla junto con su hermano, lastimándola del cuello y un brazo, por lo que intervino un oficial para defenderla, pero después del percance, la subsecretaria general, Martina Sotelo Esquivel, y Rojas la despidieron por “órdenes del presidente municipal”, junto con el oficial que la defendió, mientras que a Gustavo García le dijeron “no lo vuelvas a hacer, vete a descansar”.
La exfuncionaria indicó que el alcalde le dijo que con los comandantes existía un compromiso, por lo que no podía hacerles nada, además de que “ella había sido la del problema”, así que la cambiarían de área, pero fue destituida. En tanto, afirmó que a los policías que la apoyaron los amenazaron con darlos de baja.
Por lo anterior, López Ferrusca presentó una denuncia ante la Fiscalía General del Estado (FGE) sobre los hechos de misoginia en su contra por parte de los dos comandantes, quienes siguen en el cuerpo de seguridad pública, lo cual quedó asentado en la carpeta de investigación 16371/2018/ZC.
Anunció que ha recibido amenazas de muerte por parte de los hermanos García Merchant y que el pasado sábado una camioneta sin placas intentó chocar su automóvil, pero al no lograrlo, dos sujetos con armas largas se bajaron para dispararle, por lo que responsabilizó a los comandantes, Sotelo Esquivel, y al edil de Acajete de lo que llegue a sucederle a ella o a su familia.
Dio a conocer que los García Merchant están coludidos con bandas que se dedican al robo de gas y Sotelo Esquivel, dio la orden de quitar radios a las unidades y las armas a elementos que patrullan las juntas auxiliares más peligrosas, como la Magdalena, San Antonio Tlacamilco y Apango de Zaragoza.
Editado por Diana Lizeth Pérez Morales