El gobierno angoleño dio inicio a la Operación Transparencia que busca evacuar las minas de diamantes para obtener beneficios, sin embargo, ello ha provocado un éxodo de hasta 380 mil migrantes provenientes de la República Democrática del Congo (RDC).
El gran éxodo es consecuencia de la implementación de una campaña que busca frenar el contrabando de diamantes. De acuerdo con la gestión gubernamental de Angola, la población migrante decidió dejar voluntariamente el país.
Miembros del gobierno expresaron que esta campaña no tiene un sentido xenófobo ni mucho menos va en contra de nacionales de países vecinos y que ésta inició para que el recurso fuera explotado por el país.
Al parecer es una práctica frecuente, pues en 2012, Human Rigths Watch, advirtió que las fuerzas de seguridad abusaron de la población migrante de la República Democrática del Congo mediante la violencia sexual y tratos inhumanos.
El gobierno angoleño estableció que durante todos estos años se ha presentado un saqueo de sus reservas y que la población migrante recibió mucho apoyo; sin embargo, tanto la prensa local como las defensorías de los derechos humanos indicaron que este éxodo responde a una exigencia angoleña de regresos forzados.
Acusan a Angola de matar migrantes
La prensa internacional indicó que Angola está matando a personas migrantes, quemando sus casas y tirando disparos a la población; uno de los lugares que más fue afectado es Lucapa.
Mientras que la RDC solicitó que una representación de la embajada angoleña explique la situación.
La Agencia para los refugiados de la Organización de las Naciones Unidas (Acnur) dio a conocer que la crisis es grande puesto que tan sólo en dos semanas han regresado a la RDC 200 mil personas.
Esta organización también mostró su preocupación por la situación actual de la RDC, la cual no creen sea la más apropiada para las personas migrantes pues aún existe tensiones étnicas.
La entidad dio a conocer que la población migrante aseguró se les impuso una fecha límite para abandonar el país, aunado a lo anterior, Acnur advirtió que la gente se queda a dormir en la calle.