El líder rarámuri Julián Carrillo, quien se oponía al despojo de tierras de su comunidad por terratenientes ligados al narcotráfico, fue asesinado por hombres armados; estaba amenazado desde 2014 y habían matado a cuatro de sus familiares.
Los primeros reportes refieren que el activista fue perseguido en la noche de este miércoles por agresores no identificados, quienes le dispararon en repetidas ocasiones.
Según Amnistía Internacional, Julián señaló que terratenientes se habían apropiado de manera “fraudulenta” de las tierras pertenecientes a los rarámuris en Chihuahua para entregarlas al crimen organizado para el cultivo de mariguana y amapola.
Los afectados interpusieron “reclamos agrarios” ante autoridades judiciales para recuperar sus títulos de propiedades, pero recibieron amenazas de los terratenientes y algunos fueron asesinados.
En consecuencia, desde 2014, la comunidad quedó bajo el resguardo del Mecanismo de Protección a Defensores de Derechos Humanos.
No obstante, en el caso de Julián, las amenazas continuaron, lo que se aunaron los asesinatos de un hijo, dos sobrinos y un yerno, entre 2016 y 2018.
Editado por Luis Alberto Palacios
