Desde la semana pasada, miles de personas salieron de Honduras con dirección a Estados Unidos donde planean solicitar refugio, sin embargo, el movimiento provocó una escalada de hostilidades por parte de los gobiernos.
De acuerdo con reportes, desde el 13 de octubre, más de tres mil personas de todas las edades iniciaron su recorrido hacia el norte para solicitar refugio en la unión americana, aunque anunciaron que también presentarán solicitudes en México.
Desde ese día, el gobierno mexicano emitió un comunicado que decía: “a los extranjeros que pretenden ingresar a México, se les exhorta a consultar los requisitos de ley previstos para tal efecto”, aunque no particularizó en la población de la caravana, que coincidió con la salida de la misma.
Luego vino una declaración de la embajada de Estados Unidos en Honduras, que aseveró que se encontraban “seriamente preocupados” y advirtió que las personas de la caravana se movilizaban “con falsas promesas de ingresar a dicho país, hechas por aquellos que buscan explotar a sus compatriotas”.
En ese mismo documento se aludió a palabras del vicepresidente Mike Pence quien dijo antes: “si no pueden venir a los Estados Unidos legalmente, no deben hacerlo”.
Más tarde, el presidente estadounidense Donald Trump dijo vía Twitter que en caso de que Honduras no detuviera la caravana, retiraría la ayuda destinada al país centroamericano.
Guatemala y el uso de la policía
Conforme el grupo fue acercándose a territorio guatemalteco, más de una veintena de organizaciones anunciaron que ese país viola los artículos constitucionales cuatro, quinto y vigésimo sexto, pues usa la Policía Nacional Civil para impedir la migración.
Y es que, en un comunicado de prensa, el Grupo Articulador de la Sociedad Civil para las Migraciones llamó a que no haya una restricción de tránsito para las personas hondureñas, así como recordó que el Estado guatemalteco se encuentra obligado a garantizar la integridad de las personas migrantes.
A la par de lo antes mencionado, las organizaciones de la sociedad civil se movilizaron, a través de las redes sociales para solicitar el apoyo de la ciudadanía en la adquisición de víveres y productos de primera necesidad para los integrantes de la caravana.
De hecho, los medios de comunicación prestaron mucha atención a las muestras de solidaridad ejercidas por la población de Esquipulas, Guatemala, donde se ofreció alimentos.
Otro de los sucesos con amplia cobertura se refiere al cruce de la frontera guatemalteca, pues ahí se entonaron enérgicos gritos de “sí se puede”, mientras la caravana cantaba el himno nacional hondureño.
Colectivos como Pueblo Sin Fronteras y hasta la Red Jesuita con Migrantes demandaron un trato digno a la caravana y respeto a los derechos humanos de sus integrantes.