Van cuatro días de la administración de Claudia Rivera Vivanco como presidenta municipal de Puebla y pareciera que perdió por el piso a raíz del poder.

El poder enferma, el poder enloquece y eso Rivera Vivanco lo debe entender si realmente quiere pasar a la historia en la forma en que gobernará la capital poblana.

No debe olvidar un mandamiento en política: el cargo dura tres años y el desprestigio toda la vida.

Ella en campaña se vendió como un producto cercano a las personas, que sabe entender los problemas sociales y que en su gobierno no existirán actos de corrupción.

Su cercanía con la población la vendió muy bien, que la alcaldesa supo reflejarla en redes sociales.

Para muestra un botón, fue la fotografía que subió a sus redes sociales donde disfruta de antojitos mexicanos.

Pero como expresé, el poder enferma, el poder enloquece y pareciera que Claudia Rivera Vivanco está en su nube, de la que caerá más tarde que temprano sino pone los pies sobre la tierra.

Vamos por partes.

Arrancó su gobierno y no tardaron las críticas por el maquillaje empleado en su toma de protesta, reflejando una sobreproducción hacia su persona.

No estoy en contra de la forma en como las mujeres se arreglan y quiero dejar eso muy, pero muy en claro.

Sin embargo las críticas se concentraron en un punto que desde la mercadotecnia política tiene mucho que ver.

Me refiero e insisto que en campaña vendió su lado humano y cercanía con la población, pero con esa sobre producción que tiene, pareciera que olvidó sus promesas de trabajo.

Incluso la alcaldesa contrató un equipo de maquillistas que la acompañan a cualquier evento, demostrando que la austeridad impulsada por Morena quedará como promesa en el aire.

Por eso insisto, el poder enferma, el poder enloquece.

A lo anterior debemos sumarle el mensaje siciliano que dijo en Puebla la líder nacional de Morena, Yeidckol Polevnsky sobre las pugnas de quien encabezará la figura de delegado, mientras se concreta la renovación de la dirigencia estatal a cargo de Gabriel Biestro.

Palabras más, palabras menos, la presidenta de Morena sentenció que los rijosos no serán tomados en cuenta en la figura de delegado para Puebla.

Uno de esos rijosos, es nada más y nada menos, que la propia Claudia Rivera Vivanco que exige la salida de Gabriel Biestro como dirigente estatal de Morena.

La alcaldesa apoya al secretario general de Morena en Puebla, Edgar Garmedia para que sea el delegado sustituto de Gabriel Biestro.

Así las cosas con Claudia Rivera Vivanco a cuatro días de su cargo como edil en Puebla.

Hasta aquí mi reporte.

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La frase

“Una gran democracia debe progresar o pronto dejará de ser o grande o democracia”.

Theodore Roosevelt

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