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Por Ricardo Alberto Calleja

Están por cumplirse cinco años de silencio e impunidad en el cobarde crimen político que terminara con la vida de Don Manuel Serrano Vallejo. Don Manuel no tenía otra actividad más que la de ser un trabajador honesto que se dedicaba a la venta de periódicos en el municipio de Tultitlán, Estado de México. Fue padre de una familia de luchadores que hace muchos años entregaron toda su capacidad a la causa de los pobres.

Considero que es importante mencionar la ocupación que tenía Don Manuel, porque cualquier persona pensaría que los secuestradores buscaban obtener alguna suma importante de dinero a cambio de la libertad de su víctima, sin embargo, esto no fue así. Está claro que sus captores seguían órdenes precisas por funcionarios de la política mexiquense que buscaban desestabilizar el crecimiento del Movimiento Antorchista no solo en el estado, sino en todo el país. ¿Cuál fue el “error” (para los que ordenaron su secuestro y asesinato) y acierto (para todos los antorchistas) de Don Manuel Serrano? Dar a la situación de miseria en la que está inmersa la sociedad mexicana, una hija que desde su juventud decidió encabezar la educación, la organización de las familias más humilde de nuestro país y proponerse acabar con la pobreza junto a todos los que integramos -con mucho valor – las filas del Movimiento Antorchista, me refiero a la licenciada Maricela Serrano Hernández, quien, en el momento de este crimen, ocupaba el cargo de presidenta municipal de Ixtapaluca.

Pero fue un intento fallido contra la organización de la gente en la única organización que defiende sus intereses de clase. Tal vez sus actores intelectuales, creyeron que con este crimen los antorchistas abandonaríamos nuestros objetivos. Esos que quieren que la gente se divida, que no se organice para mejorar sus condiciones, que tenga miedo ante los poderosos se han encontrado con una masa de antorchistas que entienden su mensaje, pero que solo han conseguido lo contrario, porque es cuando más hemos cerrado filas en la conformación de un solo hombre y un solo ideal, la gente continúa organizándose para su libertad verdadera, una libertad donde se le garanticen las condiciones óptimas para una vida mejor.

Quiero terminar esta breve opinión con exigir a las autoridades con la capacidad necesaria a que castiguen a los actores intelectuales de este crimen en contra de un humilde vendedor de periódicos. En su momento, el Coordinador de Combate al Secuestro, Rodrigo Archundia Barrientos presentó un informe en que se mencionan indicios que señalan a Armando Corona Rivera, como el orquestador de este secuestro y posterior asesinato. Que se investigue y castigue, que se haga justicia para Don Manuel.

*Las opiniones expresadas en esta sección son de exclusiva responsabilidad de quienes las emiten y no representan necesariamente la línea editorial del portal de noticias Ángulo 7.

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