La bancada de Morena en el Senado plateó reformas a los artículos 22 y 108 de la Constitución federal para decomisar bienes a funcionarios y exfuncionarios públicos corruptos, y para enjuiciar al presidente de la República por este delito y fraude electoral.
Lo anterior, en la sesión de este martes, donde el senador Óscar Eduardo Ramírez presentó una iniciativa de modificación al 22 constitucional, en la que se indica que la “extinción de dominio” aplicaría a servidores públicos que hayan incurrido en corrupción, abuso de autoridad y ejercicio abusivo de funciones.
Se incluyen los delitos tráfico de influencias, cohecho, enriquecimiento ilícito y delitos cometidos por servidores públicos contra la administración de justicia. Asimismo, se decomisarían bienes en propiedad de prestanombres o testaferros de los funcionarios o exfuncionarios públicos imputados por dichos delitos.
De aprobarse esta reforma, sumarían siete delitos en los cuales procedería la extinción de dominio; actualmente, esta medida se aplica en seis: delincuencia organizada, contra la salud, secuestro, robo de vehículos, trata de personas y enriquecimiento ilícito.
Lo enjuiciarían también por fraude electoral
En cuanto a la modificación al 108 constitucional, señala que, además de la corrupción, el fraude electoral sería otra causa para poder someter a proceso penal al titular del Ejecutivo federal.
De acuerdo con la iniciativa, presentada a través de la ponencia del senador Salomón Jara Cruz, actualmente el texto de dicho artículo debería quedar redactado de la siguiente manera:
“El Presidente dela República durante el tiempo de su encargo, podrá ser acusado por traición a la patria, violación a la constitución, delitos contra la humanidad, así como por actos de corrupción o por cualquiera de los delitos electorales vigentes, debidamente comprobados por la autoridad electoral en la materia”.
Actualmente, la señala que el presidente sólo puede ser sujeto a responsabilidades penales por traición a la patria y la comisión de delitos graves del orden común.
Editado por Luis Alberto Palacios
