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Un extraño enemigo

Raymundo Riva Palacio en su columna Estrictamente Personal, publicada en El Financiero, indica que si en 1968 había poco más de 42 millones de mexicanos, 71 millones ni siquiera habían nacido. En 1968 el sistema político estaba cerrado, había un partido hegemónico y un Estado represor. Apenas estaba llegando a México la televisión de color, la revolución contracultural, y en el mundo recién se empezaban a rebelar los jóvenes de la generación del baby boom, que ya no se sentían a gusto con el arreglo al que habían llegado las naciones después de la Segunda Guerra Mundial. Casi 40 millones de los millennials que hoy son vida activa y participativa en este país, no figuraban entonces como proyectos de vida. Es razonable afirmar que para alrededor del 60 por ciento de los mexicanos, el Movimiento Estudiantil de 1968 y la matanza de Tlatelolco el 2 de octubre no significan nada, salvo una efeméride que, quizás para muchos de esas generaciones de finales de siglo, tampoco entienden por qué es una herida abierta sin que alcancen a ver su significado.

Una reconstrucción de aquél año va a poder ser vista a partir de este 2 de octubre a través de la plataforma de Amazon Prime Video, que mediante una asociación con Televisa produjeron ocho capítulos de la serie “Un Extraño Enemigo”, que narra con base en momentos reales, la historia novelada de qué sucedió, por qué sucedió y cómo sucedió. Este thriller tiene como personaje central a “Fernando Barrientos”, quien en la impresionante interpretación de Daniel Giménez Cacho da vida a Fernando Gutiérrez Barrios, el símbolo del policía político mexicano, como lo que era, impasible, frío, calculador, de modales suaves y finos. Otro actor, Roberto Duarte, da vida a “Navarro”, recreación de Miguel Nassar Haro, el heredero de Gutiérrez Barrios. Son los únicos cuyos personajes utilizan nombres falsos. El resto de los protagonistas de aquél episodio tiene sus nombres reales.

La historia novelada tiene alas para convertirse en un éxito como thriller, si se toma como referencia que los 126 segundos del tráiler de la serie lo han visto más de 12 millones de personas. Ese volumen de personas lleva a preguntarse si aquél 1968 representaría algo más que una moda o un interés coyuntural ante la gran difusión de la conmemoración del primer medio siglo de la matanza, donde murieron alrededor de 60 personas en una tarde, o si existe algo por debajo de la epidermis que haga cuestionarse a muchos que nacieron años después, si lo que se vive hoy en día sería diferente si aquél episodio, que a muchos marcó, jamás hubiera sucedido.

El año de 1968 no sacudió sólo a México. Más de una decena de países se vieron envueltos en la rebelión generacional de los jóvenes que se expresaron insatisfechos, con creatividad en sus consignas y con piedras y barricadas contra la policía, porque el acuerdo global de Bretton Woods a fines de los 40 había dado una salida económica al mundo de la posguerra, cuya estabilidad le había permitido a esa generación comenzar a plantearse otros dilemas, como la libertad. De eso se trató el Movimiento Estudiantil mexicano en 1968, de un reclamo de libertad que forzó a la apertura del sistema político. Fue muy lento el proceso gradualista, que fincó sus bases en los 70, con el reclutamiento de algunas de las mentes preclaras del movimiento a las filas del gobierno y otros que optaron por otras vías, la de la disidencia dentro del marco legal o la guerrilla.

El final de esa década de los 70 tuvo su primera victoria para lo que comenzaron los estudiantes una década antes, y los médicos, ferrocarrileros y campesinos previamente, al ser aprobada la reforma política con la que formalmente inició la transición democrática. El Partido Comunista fue legalizado y la izquierda comenzó a tener representación parlamentaria. La construcción de un nuevo país comenzó tras la tensión en las elecciones presidenciales de 1988, donde la sombra de un fraude que evitó el triunfo de Cuauhtémoc Cárdenas obligó a una serie de aperturas que fueron levantando el nuevo diseño institucional, como la fundación del Instituto Federal Electoral, el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, la autonomía del Banco de México o la reforma al Poder Judicial. Más adelante, consecuencia del mismo proceso, vinieron los órganos regulatorios, el Instituto Nacional de Transparencia y el servicio civil de carrera.

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Un bautizo de muerte

Joaquín López-Dóriga en su columna En Privado, publicada en Milenio, señala que y sí, van cincuenta años y contando… Florestán

Hoy tenía otros temas para escribir pero no puedo olvidar, ¡cómo olvidarlo!, la matanza del miércoles

2 de octubre de 1968 en la plaza de las Tres Culturas de Tlatelolco, cuando me iniciaba como reportero y por ser entonces, hace 50 años, el más joven de la redacción de El Heraldo de México, el jefe de información, mi maestro don Mario Santoscoy, solo me decía: López-Dóriga, véngase de suéter. Eran aquellos días en que para ser reportero había que tener corbata.

Y así me iba todos los días, muchos con mi querido amigo Miguel Reyes Razo, el mejor cronista, a la calle. Y allí andábamos en mi vocho, y así cubrimos tarde a tarde marchas, protestas, manifestaciones, el día del acto de desagravio a la bandera, en el Zócalo, donde se había izado la rojinegra de huelga, allí pasamos la noche hasta que a media mañana salieron los carros blindados del Ejército y luego más soldados para empujar a la mayoría hacia la calle de Madero, por donde venía otro contingente y comenzó el tiroteo.

Recuerdo, ¡cómo no!, la toma de Ciudad Universitaria y cientos de detenidos, también de las instalaciones politécnicas del Casco de Santo Tomás, allí estaba Nidia Marín, de El Sol de México. En medio del tiroteo, en la total oscuridad, nos refugiamos en el hospital Rubén Leñero, donde llegaban los heridos.

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Mal regalo para Barbosa

La columna Bajo Reserva, publicada en El Universal, indica que malo, malísimo regalo recibió el domingo, en su cumpleaños 59, Miguel Barbosa, ex candidato de Juntos Haremos Historia al gobierno de Puebla. Nos comentan que el presente provino de la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, que anticipó el criterio que marcará sus decisiones: solamente por casos excepcionales, cuando se acrediten irregularidades graves y sean determinantes para el resultado de una elección, podría proceder la nulidad de un proceso. “Lo que no se gana en las urnas no es dable darlo en los tribunales”, argumentó el magistrado José Luis Vargas en contra de aplicar la nulidad en Querétaro, pero también en Coyoacán. ¿Por qué el regalo para don Miguel? Porque nada está dicho todavía en el recuento de los votos en Puebla, pero la alianza PAN, PRD y Movimiento Ciudadano asegura que el triunfo de su candidata Martha Erika Alonso estará confirmado por la revisión casilla por casilla. Por el contrario Barbosa, Morena, PT y PES aseguran que se reconfirmó “el cochinero” con la papelería electoral y realizarán una escalada mediática para revertir la imagen de triunfo que cantó el equipo de Alonso.

Morena, tiempo de partir el queso

El Senado de la República deberá aplicarse para designar a 15 nuevos magistrados locales en 12 estados, en la primera decisión de ese tipo que tocará a la mayoría de Morena, que comanda el senador Ricardo Monreal. El pasado 28 la Junta de Coordinación Política del Senado debió remitir a la Comisión de Justicia los nombres de los aspirantes que se anotaron y cumplieron los requisitos, y éstos deberían ya ser públicos, pero hasta ayer eso no había ocurrido. Este proceso será para designar un magistrado en los estados de Baja California, Coahuila, Durango, Guerrero, Oaxaca, Puebla, Quintana Roo, Tlaxcala y Veracruz, y dos en Sinaloa, Tamaulipas y Zacatecas. Nos dicen que por primera vez llegó el tiempo de que Morena no sea solo un convidado de palo en estas designaciones que antes veía pasar de lejos, sino que ahora será el que parta el queso.

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La columna Trascendió, publicada en Milenio, señala que sabedor de que Guanajuato fue el único estado en que no tuvo el voto mayoritario en la elección presidencial, Andrés Manuel López Obrador usó el tema del nuevo tratado de libre comercio de América del Norte para decir que “ahora que están de moda los acuerdos”, hizo uno con el gobernador panista Diego Sinhué Rodríguez Vallejo en pos de una inversión inusitada a favor de la población humilde.

En la reunión en León participaron el secretario de Gobierno, Luis Ernesto Ayala Torres, y el coordinador estatal de programas de desarrollo, Mauricio Hernández, quienes entregaron una lista de peticiones a la próxima autoridad federal, incluida la de ayudar a poner orden en la refinería de Salamanca, donde prolifera el robo de combustible y, con ello, la violencia.

Que la UNAM, protagonista central de la conmemoración de medio siglo, tendrá hoy una participación histórica cuando en voz de su rector, Enrique Graue, participe en la ceremonia solemne del Congreso de la Unión, que grabará en sus muros con letras doradas la leyenda “Al movimiento estudiantil de 1968”.

En su mensaje ante el Legislativo, el doctor recordará cómo la masacre de hace 50 años sigue sin ser cabalmente explicada. “Lo que sí supimos a partir de ese 2 de octubre es que México se había roto, que algo terrible había sucedido y que no debería jamás volver a suceder”, en consonancia con el performance de luces que anoche se encendió en la fachada de rectoría con la leyenda “68, nunca más”, y la imagen de la paloma de la paz.

Que por cierto, al cuarto para las 12 el Senado colocó la inscripción en el salón de plenos en memoria del movimiento estudiantil de 1968, porque se modificó el texto propuesto por el coordinador petista Gonzalo Yáñez.

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