BUAP rescata biblioteca de Harold McIntosh, pionero de computación
BUAP rescata biblioteca de Harold McIntosh, pionero de computación. Foto: Especial
BUAP rescata biblioteca de Harold McIntosh, pionero de computación
BUAP rescata biblioteca de Harold McIntosh, pionero de computación. Foto: Especial

La Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP) rescató y abrió a todo público la biblioteca personal del profesor Harold V. McIntosh, pionero de la computación en México y en esta institución, con un acervo de 2 mil 400 libros y 4 mil 600 revistas.

Lo anterior, este lunes en un evento encabezado por el rector Alfonso Esparza Ortiz, quien calificó a McIntosh como uno de los académicos más influyentes en el país y en la BUAP, donde impartió cátedra de 1975 a 2015, año de su muerte, y fundó la Escuela de Computación, ahora Facultad de Ciencias de la Computación (FCC).

Antes de cortar el listón inaugural de este acervo, ubicado en el tercer piso de la Biblioteca Central, el rector refirió que, desde que llegó a México, en la década de los sesenta, McIntosh acostumbró adquirir libros sobre física, matemáticas y computación, así como el hábito de compartirlos con sus amigos, colegas y alumnos.

De este modo, parte de su material bibliográfico se encontraba en el Centro Nacional de Cálculo (CeNaC), del IPN, y en el Centro de Cálculo de la FCC, y ahora está en la nueva colección de la BUAP, abierta a todo público.

“Sus amigos más cercanos lo recuerdan como afable, pero disciplinado, capaz de enojarse y discutir en la defensa de sus teorías. Su nombre se vincula ineludiblemente con el desarrollo de la computación y el de nuestra Institución”, añadió Esparza Ortiz.

Y es que, durante más de cuatro décadas en la BUAP, McIntosh dirigió múltiples tesis, muchas de ellas reconocidas en el mundo científico, y creó hardware y software, entre los que destaca el diseño de una computadora personal llamada CP-BUAP, que poseía un banco de memoria propio e interfaces de video y de discos.

Cabe mencionar que al acto inaugural asistieron funcionarios, directores, académicos y estudiantes de la BUAP, así como amigos del investigador, entre ellos Alberto Licona Anaya, quien donó un cuadro de su exprofesor, pintado por el artista Luis Alanís.

“La imagen fue pintada a partir de una fotografía de él, cuando tenía 43 años y recién había fundado la Escuela de Computación”, comentó.

Editado por Luis Alberto Palacios