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Nervios en “zona cero” del recuento de votos por gubernatura y robos en el IEE

La columna De boca en boca, publicada en Ángulo 7, señala que el recuento de votos del Tepfj tiene muy nerviosos a los dos bandos. Los de Por Puebla al Frente temen que la mano del presidente electo Andrés Manuel López Obrador le quite en la mesa lo que —dicen— supuestamente ganaron en las urnas.

Juntos Haremos Historia teme que en el voto por voto no hayan pruebas suficientes del fraude electoral o, que las que encuentren no sean suficientes para anular la elección.

Ante este nerviosismo, las dos coaliciones han optado por pasar al plan “B”: la presión política.

Los dirigentes de los partidos de los dos bandos ya están en la Ciudad de México y allá estarán hasta que acabe el cómputo.

Lo mismo los diputados locales. Este jueves en la tarde llegaron a la sede del recuento y se quedarán hasta el fin de semana. Por ahora no hay nada para nadie, pero esto no se acaba hasta que se acaba.

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Trascendidos poselectorales

Jorge Rodríguez en su columna A Puerta Cerrada, publicada en El Sol de Puebla, indica que podría ser un mero recurso propagandístico, pero la realidad es que los integrantes del cuarto de guerra poselectoral de Martha Erika Alonso manifiestan en corto una amplia confianza en los resultados del recuento de votos que realiza el Tribunal Electoral Federal y que podría concluir este mismo viernes.

Para ellos prácticamente no existe el recurso de demanda de nulidad que descansa bajo el brazo de los magistrados locales.

Con el recuento, argumentan, que hasta ayer por la tarde seguía favoreciendo a la gobernadora electa, no solo se ratificarán los números oficiales del 1 de julio sino que se legitimará la entrega de la constancia de mayoría que se llevó a cabo el 8 de julio, pese a las insistentes acusaciones de barbosistas y morenistas.

No descarte entonces que Alonso, que por prudencia ha mantenido un bajo perfil a raíz de la disputa poselectoral, retome sus actividades públicas con fuerza a partir de la próxima semana, una vez que el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación haga el anuncio de los resultados del recuento.

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Andrés Manuel López Obrador borró a Puebla de su gira del agradecimiento.

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De muy bajo perfil, los legisladores poblanos

Enrique Núñez en si columna Contracara, publicada en Intolerancia Diario, señala que de poco o nada sirvió que los poblanos votaran en masa para que 14 de los 15 diputados federales de mayoría relativa fueran de la coalición “Juntos Haremos Historia”, ya que ninguno de los y las electas presidirá alguna de las 46 comisiones en San Lázaro.

Los diputados plurinominales, que también corresponden a Puebla, tampoco consiguieron colarse en ninguna de las presidencias.

¿Ese es el verdadero valor y la representatividad que tiene Puebla en la Cámara de Diputados?

Los “representantes poblanos” participarán como secretarios en diversas comisiones, por ejemplo, Guillermo Aréchiga Santamaría en Ciencia, Tecnología e Innovación; la petista Lizbeth Sánchez en Deporte; la priista Lucero Saldaña en Derechos Humanos; el expriista Saúl Huerta en Hacienda y Crédito Público; el morenista Edgar Guzmán en Juventud y Diversidad Sexual; Nayeli Salvatori en Radio y Televisión; Maiella Gómez en Salud; e Inés Parta en Vigilancia de la Auditoría Superior de la Federación.

Esperemos que este no sea un primer retrato del desempeño de los poblanos en San Lázaro.

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Movilización de los 43 de Ayotzinapa le pasó de noche a Morena Puebla

Fermín Alejandro García en su columna Cuitlatlán, publicada en La Jornada de Oriente, indica que un hecho que no debe pasar desapercibido es que en la movilización popular que el miércoles por la tarde, realizaron colectivos, estudiantes, activistas y agrupaciones de comerciantes en el Centro Histórico de la capital para recordar el cuarto año de la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa hubo una muy importante ausencia: la de Morena Puebla.

En el momento en que Morena ya es mayoría en el Congreso local, ningún legislador del movimiento lopezobradorista hizo presencia en la movilización.

Algo que destaca mucho, es que algunos de los nuevos legisladores, como Vianney García, antes de ser representantes sociales fueron importantes actores de las movilizaciones a favor de la exigencia de justicia en la tragedia de los normalistas en los tres años anteriores.

Tampoco nadie de la dirigencia estatal de Morena se asomó en la marcha, pese a que esta fuerza de izquierda tiene una secretaría de derechos humanos y en años anteriores habían respaldado el movimiento contra el olvido de los hechos ocurridos el 26 de septiembre de 2014, en Iguala, Guerrero.

Mucho menos se vio la sensibilidad de los senadores Alejandro Armenta Mier y Nancy de la Sierra, o de los nuevos legisladores federales de Puebla que llegaron a ocupar una curul bajo las siglas de Morena, el PES o el PT.

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Adiós al logotipo más horroroso de la historia

Arturo Rueda en su columna Tiempos de Nigromante, publicada en Diario Cambio, señala que la primera parte de la historia ya la conocemos: la presidenta electa Claudia Rivera reveló el logotipo institucional que acompañaría su administración e inmediatamente se generó un repudio unánime entre los poblanos, a los que no gustó nada, y por el contrario, les pareció horribilísimo, según las reacciones en las benditas redes sociales.

De nada sirvió que ese logotipo emanara de un concurso supuestamente ciudadano, pues el disgusto por el diseño que al mismo tiempo luce barato y tradicionalista fue masivo, pero empeoró por asignarle los colores de Morena y anclarse nuevamente en el catolicismo, pese a tratarse del primer gobierno de izquierda en Puebla capital.

La segunda parte es mucho mejor: Claudia Rivera Vivanco ha decidido dar un paso atrás y revocar al horribilísimo logotipo como la imagen de su gobierno. El próximo lunes dará una rueda de prensa para hacer oficial la marcha atrás. Es decir, la imagen institucional se va a modificar, aunque todavía no se sabe cómo, pues a la próxima administración le quedan 15 días para arrancar funciones.

Dar marcha atrás es un acto de honestidad intelectual de parte de la alcaldesa electa y reconocimiento del equívoco. Merece aplauso. Pero por encima de todo, un diagnóstico a tiempo de que los argumentos de la ciudadanización e inclusión no aseguren una toma de decisiones correctas, porque los poblanos lo que queremos es eficacia. El error llegó a tiempo, cuando Rivera Vivanco todavía puede reorientar muchas decisiones y roles de su equipo.

La mayor parte de su gabinete está decidido, aunque los nombres se ocultan bajo siete llaves. Se sabe, sin embargo, que todos los enlaces operativos ya fueron incrustados en el gobierno de Banck, al que sólo le quedan 15 días.

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