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Exactamente cuando la sociedad poblana se siente más agraviada por hechos bárbaros de inseguridad pública, ausencia de estado de derecho y falta de certeza electoral; surgen los planteamientos públicos que sobre esas deficiencias gubernamentales hacen periódicamente las cúpulas empresariales locales. Examinándolos, parecen ir a contracorriente de lo que exigiría la sensatez política, madurez democrática, y hasta el sentido común, para lograr una sana convivencia social. Para ilustrar lo anterior hemos puesto atención en tres casos específicos – huachicol, feminicidios y elección de gobernador- como botones de muestra que exhiben, representativamente, el sendero que están tomando el pensamiento y la acción de las cúpulas empresariales frente a hechos sociales concretos.

Un tipo de violencia que azota a nuestra entidad es la generada por el imparable crecimiento del huachicol que ha posibilitado que Puebla aparezca, durante las gestiones morenovallistas, en el primer lugar de tomas clandestinas para el robo de gasolinas en ductos de Pemex, con saldos trágicos en pérdida de vidas humanas. Los poblanos han mirado impávidos el enorme crecimiento del delito y el marasmo que muestran las autoridades locales. Por increíble que parezca, las posturas empresariales sobre el huachicol no han puesto énfasis en el deterioro del tejido social causado por esta actividad delictiva. En mayo de 2017, los socios del Consejo Coordinador Empresarial salieron en defensa de Rafael Moreno Valle, rechazando que su administración haya sido omisa en el combate al robo de combustible. Consideraron que hizo lo que estuvo a su alcance para combatir este delito y concluyeron que, por tratarse de un ilícito del fuero federal, su atención correspondía al gobierno de la República. Con esta defensa coincidieron, en ese tiempo, Canacintra, Coparmex, Canaco, y el Consejo Ciudadano de Seguridad y Justicia. Aún más, en julio siguiente, Canacintra refrendaba: <<Es la incertidumbre por la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) y no la presencia de grupos dedicados al robo de hidrocarburos lo que podría frenar la llegada de nuevas inversiones a Puebla>>; <<El dirigente dice que los industriales no han sido víctimas de amenazas o intimidaciones por parte de grupos delictivos>>.

En los primeros días de octubre del año pasado, la brutal recurrencia de los feminicidios –se contabilizaban 88- hizo entrar en pugna a organizaciones sociales y gobierno por el reclamo de una alerta de género que ayudara al combate y disminución de este delito. Mientras organizaciones civiles y observatorios ciudadanos clamaban por la activación de una alerta de género, el presidente de Coparmex argumentaba en contra: <<Creo que hay que tener cuidado con el hecho de etiquetar al estado con una alerta de género, porque sí podría ser factor para que el desarrollo económico, el turismo y nuevas inversiones se pudieran detener o espantar de venir a Puebla>>. Cabe anotar que otras organizaciones empresariales como la Red Mexicana de Franquicias y el Consejo Coordinador Empresarial, en su momento, apoyaron el reclamo social de la alerta de género.

Con motivo de los comicios por la gubernatura, destaca el enorme contraste entre la dura exigencia de limpieza electoral que está haciendo buena parte de la sociedad civil, y la defensa apasionada de la elección asumida por la cúpula empresarial. En desplegado de nueve de julio, el CCE dijo: <<Los verdaderos ganadores de la elección del pasado 1 de julio fueron los ciudadanos al lograr el porcentaje de participación ciudadana más alto en la historia de nuestro estado (…) Nos encontramos frente a una oportunidad única para continuar en la consolidación de nuestra democracia, así lo han confirmado las urnas>>; <<Consideramos importante hacer un llamado a la sociedad, a las instituciones y a las candidatas y candidatos que al día de hoy han recibido su constancia de mayoría por parte de la autoridad electoral, a trabajar y propiciar las condiciones para la reconciliación de nuestro estado>>; <<…confianza y respaldo a la labor de las autoridades electorales para dar certeza a la elección y respetar la voluntad ciudadana que se reflejó en la elección del primer domingo de julio>>. Ya en estos días que se perfila la posibilidad jurídica de anular la elección, la postura del CCE ha sido: <<Repetir la elección de gobernador complicaría la llegada de nuevas inversiones y la asignación del presupuesto federal para Puebla>>; <<la ratificación de Martha Erika Alonso como gobernadora electa de Puebla garantizaría un trabajo independiente entre los tres poderes>>.

¿Cómo tendría, el ciudadano común, que analizar e interpretar estas posturas empresariales sobre hechos sociales productores de alta conflictividad política?, ¿Intentan sugerir que inversiones, mal gobierno y delincuencia corren en la misma pista, mientras el público que paga la entrada solo debe mirar, aguantar tropelías y callar?, ¿Cuál es el mensaje real que se quiere mandar a la sociedad? Parece claro que las posturas que manejan las cúpulas empresariales reflejan su posición política frente a esos hechos y es muestra de apoyo a las formas dominantes de gestión gubernamental. Tales expresiones son entendibles en tanto representan el ejercicio de sus libertades constitucionales; sin embargo, no dejan de causar extrañeza.

La postura de no activar alerta de género porque se ahuyenta el turismo y la inversión, choca con un mínimo sentido humanitario y de convivencia social. Defender la inacción gubernativa contra el delito invocando una simple formalidad legal, implica justificarla y solapar la falla del gobernante. Pedir respeto para una elección viciada por la violencia y las trampas electorales, sosteniendo que repetir la elección afectaría inversiones y presupuesto, implica ausencia de espíritu y valores democráticos. Son planteamientos políticos que, empezando por el lenguaje engañoso que utilizan, lesionan el sentido mismo de la institucionalidad estatal y sus fines, que deben estar orientados a lograr la armoniosa convivencia social. Despiertan dudas fundadas sobre si su origen estuvo en la meditada reflexión, o solo en el interés del negocio. Los neoliberales adoran la propiedad privada pero, muy especialmente, rinden culto a las formas políticas de adquirirla.

Heroica Puebla de Zaragoza, a 27 de septiembre de 2018.

José Samuel Porras Rugerio

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