Entre el lunes y miércoles pasados, con dos artículos del Movimiento Antorchista y un desplegado dirigido al Gobernador del Estado por parte del H. Ayuntamiento de Ocoyucan, publicados en la prensa poblana, denunciamos que un grupo de morenistas se propone este fin de semana (15 y 16 de septiembre de 2018) realizar tres acciones que son, a todas luces, ilegales y criminales: la toma por la fuerza de la Presidencia Municipal de Ocoyucan y el asalto ilegal y con violencia de la casa de reuniones del Movimiento Antorchista en el mismo municipio; en ambas acciones -según adelantaron a la prensa- puede suscitarse un linchamiento de gente inocente como el ocurrido en Acatlán hace unos días, y que aún sigue fresco en la memoria de los poblanos.

El grupo inconforme, como lo denunciamos en su momento, está encabezado por el excandidato perdedor de Morena a la presidencia municipal, Pascual Tenahua Villa; el excandidato perdedor al mismo cargo por la coalición que formaron el CCP y PSI, Arturo Robles Herrera, y por la conocida provocadora Araceli Bautista. Para justificar sus acciones, dicen que la inseguridad y la violencia provocan ingobernabilidad en el municipio y, por tanto, exigen al Gobierno Estatal que tome el control de la seguridad so pena de hacer justicia por mano propia.

En nuestra respuesta, dijimos tres cosas: a) que los denunciantes no superan las 25 personas, a pesar de lo cual se adjudican mañosamente la representatividad de todos o la mayoría de los pobladores (25 mil habitantes aproximadamente), como si todos estuvieran de acuerdo en que existe la “ingobernabilidad” que acusan, lo cual denota una primera falta de honestidad de los líderes del grupo de marras. La mentira se refuta fácilmente dado que, hace apenas dos meses, el candidato del Movimiento Antorchista, que prometió continuar con el proyecto del actual ayuntamiento, ganó las elecciones contundentemente a pesar de las trampas y el frente común que, en la práctica, formaron todos los demás candidatos contra él. Así, pues, es claro que la mayoría de la población está satisfecha con el gobierno de nuestra organización y votó en las urnas por este proyecto.

b) Que la inseguridad que acusan no se precisa ni se cuantifica para Ocoyucan, sino que se habla en general, de donde resulta que es la misma que se vive en todo el país y que es, por tanto, una perversa y maligna maniobra exigir a un modesto municipio que solucione lo que no ha podido resolver el Gobierno federal a pesar de que tiene a su disposición todo el poder y recursos de la nación. Y como no se precisa el problema de la inseguridad y se habla tan en general, pierde su razón de ser la “ingobernabilidad” y queda claro que la usan de pretexto para justificar su ataque violento y hacerse del poder que la ciudadanía no les dio. De todas formas, en el desplegado publicado por El Sol de Puebla el día 11 de septiembre, el H. Ayuntamiento de Ocoyucan invitó a los inconformes a una mesa de diálogo para que, ambas partes, encontraran soluciones a las demandas que sean de competencia local. Hasta el momento el grupo no ha dado muestras de querer dialogar.

c) Derivado de los dos razonamientos anteriores, es claro que aquí hay una sucia maniobra postelectoral: el grupo que perdió en las urnas la confianza de la mayoría de la población quiere ganar a la mala el poder municipal, creando tensión y desorden en el municipio. No hay más: impulsados por grupos económicos y de poder que ven en las tierras de Ocoyucan una inmejorable oportunidad para hacer jugosos negocios, gracias al valor catastral que de un tiempo a la fecha han adquirido, los Tenahuas, los Robles y los Bautistas buscan hacerse del poder que perdieron en las urnas. Ése es el problema de fondo.

Todas estas razones invalidan su petición al Gobierno estatal y también sus llamados ilegales a realizar por la fuerza las tomas de ambos recintos y el linchamiento de quien se les atraviese en sus perversos objetivos. Sin embargo, y como lo denunciamos muy a tiempo, la amenaza es seria y persiste. Los líderes del grupo, lo sabemos, están preparando las acciones anunciadas con la impunidad de quien se siente protegido, y el peligro incrementa porque el Gobierno estatal permanece sin inmutarse.

Además de las solicitudes que hicimos en la prensa poblana en los escritos de referencia, la dirigencia antorchista estatal y algunos funcionarios del ayuntamiento de Ocoyucan han tenido reuniones con dos subsecretarios del Gobierno, así como con otros funcionarios. El objetivo de las reuniones, solicitadas por nosotros, fue advertir sobre la gravedad de los llamados del grupo de marras y pedir apoyo con seguridad estatal para resguardar la paz durante las Fiestas Patrias en el municipio e impedir cualquier acción ilegal que pretendan perpetrar Pascual Tenahua, Arturo Robles, Araceli Bautista y sus seguidores.

La insistencia de nuestros compañeros, el deambular de una oficina tras otra en el Gobierno estatal y nuestra demanda del apoyo obligado que la máxima autoridad de Puebla debe ofrecer en casos tan delicados como éste, se ha topado con un muro de indiferencia. En todos lados, la respuesta es la misma: “lo vamos a revisar”, y nada más. Pero lo cierto es que no hay señales claras de que el Gobierno Estatal pretenda intervenir y el riesgo de un conflicto de consecuencias funestas sigue latente. Son muy sospechosos el silencio y la inacción gubernamentales, que para otros casos se moviliza con toda su fuerza de manera rápida y efectiva, ante una amenaza tan grave para la estabilidad de un municipio. Así, pues, la defensa del triunfo electoral, de lo que les pertenece legalmente y de su decisión libremente adoptada para caminar por el sendero del progreso, va quedando una vez más en manos del pueblo humilde de Ocoyucan y los antorchistas, a quienes llamamos a defender dentro de la ley, pero con tenacidad y valor, lo que les pertenece. Recuerden siempre que la defensa del pueblo, el pueblo mismo.

Sin embargo, no está de más insistir en que aún hay tiempo para actuar y evitar un conflicto, y a eso llamamos al Gobierno Estatal y, en particular, al Secretario General de Gobierno, Lic. Diódoro Carrasco Altamirano. Las graves consecuencias de su inacción serán su entera responsabilidad. Éste es otro llamado a tiempo. Que conste.

*Las opiniones expresadas en esta sección son de exclusiva responsabilidad de quienes las emiten y no representan necesariamente la línea editorial del portal de noticias Ángulo 7.