El escritor Paco Ignacio Taibo II dijo a alumnos de la BUAP que se debe contar bien el movimiento de lucha estudiantil de 1968, así como difundirlo y extenderlo para crear una revolución cultural de pequeñas utopías que transformen la realidad de México.
Así lo aseveró al participar en la conferencia “México a 50 años del 68”, en la que recordó que el movimiento salió a la calle pidiendo libertad a presos políticos, abolición de los cuerpos represivos de granaderos y policías, destitución de los jefes y abolición de los artículos 144, 145 y 145-Bis, que te hacían sujeto de cárcel por lo que pensabas, o sea, “el autoritarismo priista”.
Asimismo, representa algunos de los valores que esa generación adoptó, como es el valor de la organización de abajo hacia arriba, la asamblea como dictaminadora, la representación proporcional y con capacidad de revocación, así como la voluntad de lucha por un programa que no es tuyo.
En el Centro de Convenciones de Ciudad Universitaria, Taibo II señaló que el país “exige justicia”, para lo cual no basta un gobierno progresista, además de que no “vendría mal un baño de democracia en las universidades”.
Fue resultado de muchos movimientos
Por su parte, Argel Gómez Concheiro, promotor cultural, señaló que el 68 no fue un acontecimiento aislado, sino la acumulación de movimientos que antecedieron a esta lucha estudiantil, como la revolución cubana y la represión de 19 jóvenes y campesinos por parte de un Estado autoritario en Chilpancingo, Guerrero, en 1960.
De igual manera, a principios de los años 60 en Michoacán, hubo un movimiento democratizador para elegir a un rector marxista, pero el ejército después tomó las instalaciones.
En Puebla, en 1961 un movimiento estudiantil pidió una transformación democrática en la universidad, lo que dio lugar a que los estudiantes eligieran a directores y rector.
Asimismo, hubo un movimiento más fuerte en 1964, un conflicto lechero que reunió a estudiantes y campesinos poblanos, quienes se sumaron a la acumulación de agravios y lograron destituir al gobernador en turno, Antonio Nava Castillo.
Otro antecedente fue el movimiento médico en la capital del país, en el que los alumnos exigieron mejores condiciones laborales en los hospitales, y el de la Facultad de Derecho en 1966, con represiones que provocaron el paro que logró la destitución del director de esta unidad académica.
Editado por Diana Lizeth Pérez Morales