Investigadores de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) buscan establecer a los lagos El Sol y La Luna, ubicados en cráter del Nevado de Toluca, como indicadores del cambio climático y recategorizar la zona como área natural protegida.
El encargado del proyecto es Javier Alcocer Durand, de la Facultad de Estudios Superiores Iztacala (FES-I), quien se ha dedicado a estudiar estos cuerpos de agua, los cuales son los únicos dos lagos de alta montaña perennes en México y su conservación es indispensable para la lucha contra el cambio climático.
En entrevista con la Agencia Informativa del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), Alcocer Durand señaló que establecer los aspectos físicos y biológicos de los lagos es fundamental para entender la importancia de su protección y su valor sociocultural del lugar en donde están inmersos.
Aseguró que hasta ahora no se ha comprobado la existencia de una tendencia climática relacionada con estos cuerpos de agua que indique un incremento de la temperatura ambiental, ni con la precipitación ambiental.
La investigación, con el apoyo del Conacyt y de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), a través del Fondo Sectorial de Investigación Ambiental, resaltó que El Sol y La Luna son los lagos más altos del territorio nacional, con poco más de cuatro mil 200 metros sobre el nivel del mar.
Por otra parte, analizan los lagos de Chapultepec, en la Ciudad de México, en donde la investigación determinó el impacto de los agentes tóxicos y contaminantes en las especies nativas, esto con la utilización de imágenes satelitales en tiempo real.
Asimismo, estudiaron la dinámica ecológica a largo plazo del lago Alchichica, en Puebla, el cual determinaron que existe desde hace 25 mil a 50 mil años y tiene un origen volcánico, con una profundidad máxima de 61 metros, así como aguas muy transparentes y saladas.
Editado por Diana Lizeth Pérez Morales
