La Procuraduría General de Justicia de Tlaxcala deberá ofrecer una disculpa pública a seis expolicías estatales por fabricarles, en 2015, acusaciones por al menos cinco secuestros, para lo cual los detuvo y torturó a fin de obligarlos a que se declararan culpables.
Lo anterior, en cumplimiento de una recomendación emitida en mayo pasado por la Comisión de Derechos Humanos de dicha entidad, en la que se acreditó, entre otras irregularidades, daños físicos y psicológicos por las torturas que sufrieron los exoficiales, que incluyeron golpes, asfixia con bolsas y choques eléctricos en los testículos.
En entrevista con Animal Político, el otrora comandante, Juan Carlos Yáñez Osornio, uno de los acusados, quien recobró su libertad gracias a un amparo concedido en 2017, comenta que la disculpa es un primer paso en el cumplimiento de una serie de obligaciones que tiene el Estado.
Entre dichas obligaciones, remarcó que falta investigar y castigar a los funcionarios responsables de la fabricación de los casos, así como reparar los daños morales que les fueron causados.
“A raíz de todos los maltratos que sufrí a mí me ha quedado ya una lumbalgia crónica que requiere atención. Fui torturado de múltiples formas y todo ha dejado consecuencias. Esta disculpa de entrada llega con un mes de retraso y faltan muchas cosas”, aseveró Yáñez Osornio.
La disculpa –precisó– también será ofrecida por el actual titular de la Secretaría de Gobierno, José Aarón Pérez Carreón, ya que esa dependencia es la encargada de los abogados de oficio que intervinieron en el caso y que tampoco hicieron un trabajo adecuado para evitar los abusos cometidos.
