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Elba Esther derrotó a Peña

Raymundo Riva Palacio en su columna Estrictamente Personal, publicada en El Financiero, indica que en los días previos a la elección presidencial, afuera del edificio en Polanco donde cumplía Elba Esther Gordillo su prisión domiciliaria, maestros y políticos se formaban para verla. No era fácil entrar al edificio, y se requería una cita previa para que agentes de la Policía Federal, que vigilaban la entrada del inmueble y la del departamento de la maestra, dieran el acceso. Nadie que no fuera residente o que estuviera en la lista de la Policía Federal cruzaba la puerta del edificio para tomar el elevador de servicio –el principal estaba clausurado por los agentes– hasta la entrada trasera de su departamento. Las condiciones carcelarias habían cambiado sustancialmente en su casa, pero una jaula sigue siendo una jaula, aunque sea de oro.

La maestra nunca perdió su agilidad mental, y al llegar a su prisión domiciliaria encontró en el ejercicio diario e intenso una forma de distraerse y cuidarse. Hace años ansiaba ser puesta en libertad y hace escaso un mes estaba segura que esa cita estaba por concretarse. Pero aquél viernes de julio pasó sin que recuperara su libertad. La pregunta seguía siendo la misma: ¿dejaría el presidente Enrique Peña Nieto de pelear en tribunales para que, mediante argucias legales, se siguiera manteniéndola en la cárcel? Las últimas 48 horas antes de su exoneración, la expectativa de su liberación estaba dentro de una olla de presión e incertidumbre.

Su caso nunca fue sólido y, desde el principio, la PGR se valió de mentiras para ir armando un expediente lleno de hoyos por todos lados, con un ejercicio de propaganda para anidar la idea de culpabilidad.

Elba Esther Gordillo era una presa política del presidente Enrique Peña Nieto. El 19 de enero de 2015, en este mismo espacio, se hizo esa argumentación. “Una revisión del expediente muestra un alto número de fallas, omisiones y errores tan grandes, que son grotescos”, se apuntó en aquella columna. “La maestra… debía estar en libertad. Pero su caso parece obedecer más razones políticas que jurídicas”. Pronto se empezaron a ver las debilidades del caso. Por ejemplo, el pliego de consignación para ejercer la acción penal en contra de Gordillo, suscrito por el ministerio público el 20 de febrero de 2013, sustentado en los dictámenes de los peritos del Sistema de Administración Tributaria (SAT), y de la PGR. Los dictámenes, sin embargo, fueron emitidos el 21 y 22 de febrero, respectivamente. Es decir, un día después del pliego de consignación…

“El principal delito imputado a Gordillo, operaciones con recursos de procedencia ilícita, sobre el cual se montó el de delincuencia organizada, no (tenía) sustento legal. Los recursos, que según SAT y la PGR movió Gordillo en diferentes operaciones financieras cuando presidía el Sindicato Nacional de Maestros, no tienen una procedente ilícita. Provienen de los maestros, que, a su vez, recibieron sus dineros del gobierno federal. El sindicato, que en dado caso pudo acusarla de abuso, fraude o malversación de fondos, por ser en todo caso el afectado, no (presentó) ninguna denuncia contra la maestra.

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Elba y el epílogo de un sexenio marcado por la corrupción

Leo Zuckermann en su columna Juegos de poder, publicada en Excélsior, señala que ayer, un juez federal absolvió y decretó la libertad a Elba Esther Gordillo por los delitos de delincuencia organizada y lavado de dinero (antes ya había sido absuelta del crimen de defraudación fiscal). La exdirigente del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) pasó más de cinco años detenida –primero en un penal, después en un hospital y posteriormente en su casa– mientras se llevaba a cabo este proceso judicial. Ganó Gordillo, perdió el gobierno de Enrique Peña Nieto. Perfecto epílogo de un sexenio marcado por la corrupción.

Sobre la absolución de Gordillo subscribo las palabras que escribió ayer Ricardo Raphael, gran conocedor del tema de la corrupción de la maestra, en El Universal: “Por razones políticas se le encarceló y por razones políticas se le está liberando. ¿Y la justicia? Bien, gracias”.

Nuestro colega se refiere a la frustración de haber liberado a un símbolo de la corrupción nacional. De todos era conocido –porque ella no lo ocultaba, sino que lo presumía– la opulencia en la que vivía.

Su enorme riqueza no correspondía al salario que recibía ni como maestra ni como líder sindical. Tenía propiedades en los barrios más exclusivos de México y Estados Unidos. Compraba en las tiendas de mayor lujo del mundo. Vestía con elegantes ropas y costosas alhajas. Enviaba ostentosos regalos. Viajaba en aviones privados. En suma, vivía como un marajá.

Elba Esther se había convertido en sinónimo de “corrupción”. De líderes que, por un lado, gobernaban con mano férrea a sus sindicatos y, por el otro, se enriquecían personalmente a costa de los trabajadores que supuestamente representaban.

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No veo un acuerdo cerca

Joaquín López-Dóriga en su columna En Privado, publicada en Milenio, indica que la historia que nos importa comienza todos los días. Florestán

La firma de un acuerdo de principio para el Tratado de Libre Comercio de América del Norte, TLCAN, está mucho más lejos, hoy en el terreno de lo inalcanzable, y complicada de lo que escuchamos en las declaraciones oficiales que a veces son más deseos y esperanzas, que análisis reales.

En primer lugar están los tiempos.

Se ha dicho que el plazo es el próximo día 25 para que, el actual Congreso de Estados Unidos empiece a discutirlo y, en su caso, aprobarlo. De otro modo se irá al año que viene con otra formación legislativa allá.

En realidad, ese plazo fatal, no es el 25, es el 15, el próximo miércoles, cuando se tendría que alcanzar el mencionado acuerdo, para dar diez días a que los canadienses se pongan de acuerdo, lo que se ve complicado por la ruptura Trudeau-Trump.

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Los preparativos para AMLO

La columna Bajo Reserva, publicada en El Universal, señala que una semana tomó a los representantes del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, que preside la magistrada Janine Otálora, y al equipo del presidente ahora electo Andrés Manuel López Obrador, afinar los detalles para la sesión solemne para la entrega de la constancia de mayoría al político tabasqueño. Durante los días previos, nos informan, fueron pavimentando el camino para que la ceremonia se desarrollara de acuerdo con las expectativas que generaron los resultados de la elección del pasado 1 de julio. Los magistrados, nos explican, quedaron complacidos con lo que consideraron una jornada con carácter histórico, con una nutrida presencia de invitados y medios de comunicación, evento que salió a pedir de boca y con un carácter republicano. Con la entrega de la constancia quedaron cerrados los comicios presidenciales, nos hacen notar. ¡Enhorabuena también a los consejeros y magistrados electorales!

La entrega del diploma y el Congreso

Hay acciones y conductas en la arena política que llaman la atención en la tersa transición en México, nos comentan. Por ejemplo, el senador priísta Emilio Gamboa Patrón solicitó que la Comisión Permanente abriera un paréntesis en sus trabajos del miércoles para ver en el salón de sesiones la entrega de la constancia de mayoría al ahora presidente electo Andrés Manuel López Obrador, quien sacará al PRI de Los Pinos y casi borra al mítico partido tricolor en el Poder Legislativo. Nos dicen que además se dieron los arreglos para que dos senadores lopezobradoristas, David Monreal Ávila y Luis Humberto Fernández Fuentes, condujeran la sesión, en una especie de pase de estafeta que endulzó los labios de los morenistas. Cosas y formas que veremos en los próximos años, nos comentan.

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La columna Trascendió, publicada en Milenio, indica que fueron muchos los ausentes en la entrega de la constancia de presidente electo a Andrés Manuel López Obrador, empezando por su esposa, Beatriz Gutiérrez, así como Cuauhtémoc Blanco, próximo gobernador de Morelos; Adán Augusto López, de Tabasco, y hasta Claudia Sheinbaum, de la capital, quienes argumentaron estar “fuera de la ciudad”.

Sí llegaron los electos Rutilio Escandón, de Chiapas, y Cuitláhuac García, de Veracruz, a diferencia del líder del PAN, Damián Zepeda, quien sin embargo emitió un comunicado en el que expresó su reconocimiento a la validación de los comicios y deseó suerte al tabasqueño.

Que los radiodifusores no quieren perder más tiempo y hoy desayunarán con Alfonso Romo en la Hacienda de los Morales para discutir temas como refrendos, tiempos oficiales y, sobre todo, armar una especie de introducción con el que será jefe de la oficina de AMLO.

Que, hablando del equipo de transición, vaya lío que se traen Javier Jiménez Espriú, próximo titular de la SCT, y Carlos Noriega, quien figura como probable sustituto de Federico Patiño en el GACM, por diferencias sobre el desarrollo de la nueva terminal y de Santa Lucía.

Noriega llegó con Ángel Núñez al proyecto aeroportuario y tiene una relación de tiempo atrás con Alfonso Romo.

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