A los 73 años, muere Robuchon, el “chef del siglo”, de cáncer
A los 73 años, muere Robuchon, el “chef del siglo”, de cáncer. Foto: Twitter
A los 73 años, muere Robuchon, el “chef del siglo”, de cáncer
A los 73 años, muere Robuchon, el “chef del siglo”, de cáncer. Foto: Twitter

Joël Robuchon, chef francés destacado por contar con el mayor número de estrellas Michelin, murió la mañana de este lunes a los 73 años, en Ginebra, Suiza, a causa de un cáncer de páncreas que padecía desde hace más de un año.

Se distinguió por ser un apasionado de la cocina japonesa y española por lo cual que desde la década de 1990 mantuvo una fuerte relación con la península Ibérica y hasta participó en el famoso programa “Master Chef”.

En sus primeros años de vida, el destacado cocinero, nacido el 7 de abril de 1945 en Poitiers en el seno de una familia modesta y profundamente católica, creyó que su vocación era la Iglesia, por lo que, con solo 12 años, ingresó al seminario con la idea de convertirse en cura.

Sin embargo, nunca se imaginó que fuera precisamente allí, cuando ayudaba a las monjas a preparar las comidas, que descubriría su verdadera pasión.

A los 15 años empezó su aprendizaje en las cocinas lo que en pocos años le permitió conquistar las máximas cumbres de la gastronomía francesa e internacional.

En 1976 fue nombrado “Meilleur Ouvrier”, un título que solo ostentan algunos de los mejores cocineros de Francia; una década más tarde, en 1987, fue coronado como “chef del año” y, en 1990 como “cocinero del siglo”.

Se le atribuye la creación de platos como la tarta de trufas, la crema de coliflor al caviar o los raviolis de langostinos, además de popularizar el puré de patata, un “ícono de los años 80”.

Además fue acreedor de 32 estrellas Michelin, dadas a los mejores restaurantes del mundo, lo que lo llevó a ser el chef del último siglo con mayor número de dichos reconocimientos.

Guillaume Gomez, considerado “embajador de la gastronomía francesa“, lamentó la pérdida del cocinero calificándolo de “inmenso” y “riguroso”, así como de ser el “mayor técnico que ha conocido la cocina francesa”.

Pese a su enfermedad, que combatió con una gran discreción, Robuchon se mantuvo activo hasta el último momento siendo su más reciente negocio un salón de té, pastelería y bar de sake, establecido en una de las zonas más elegantes de París y con el que rindió homenaje a Japón, uno de sus países favoritos.

 

Editado por: Edgar Chilaca Ruano

Fuente: El País, Expansión