Sin duda en México se ha logrado avanzar mucho en la incorporación de mujeres a cargos de representación política. A partir de la reforma que incorpora el Principio de Paridad en 2014, empezamos a palpar mejores resultados.

Muchos años antes, hubo que empezar a explorar una serie de formas para construir equilibrios en la participación de hombres y mujeres en cargos de toma decisiones. El reconocimiento de los derechos políticos y ciudadanos de las mujeres -votar y ser electa- otorgado en 1953 no fue suficiente.

Quien no recuerda que en 1996, por primera vez fueron incorporadas las “cuotas de género” que poco a poco construyeron cambios culturales, -fundamentalmente de actitud- para evitar el predominio que hasta entonces tenían mayoritariamente los varones. En aquel momento se fijó como límite el 70 por ciento de un mismo género.

Después, se estableció un 40 por ciento, ya era el año 2007. Aun así los partidos políticos usaban algunas salidas establecidas en las normas y preferían no cumplir, pagar sanciones económicas -como los hizo el PAN en Puebla- o usar a las mujeres como “juanitas” -las postulaban, ganaban la elección y a los pocos días de tomar protesta, su suplente hombre asumía el cargo-, se impulsa por ello, fórmulas de candidaturas de mujeres -mujer propietaria, su suplente, mujer- hasta que el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (Tepjf) en el proceso 2011-2012 impuso a los partidos políticos su cumplimiento. Cómo olvidar los enojos que causó esta decisión en ese proceso electoral, los partidos políticos tuvieron que cambiar sus fórmulas de hombres -muchas, ya registradas- para mujeres.

¿Por qué importante que las mujeres ocupen posiciones?

Esta aspiración, va más allá del solo aumento cuantitativo en la integración de las Cámaras o los Congresos locales o los gobiernos, implica que su presencia nos permita avanzar en la implementación de acciones a favor de la igualdad, eliminar estereotipos, mejoría en las condiciones de vida de las mujeres, exigencia de políticas públicas; aún por encima de como se ha dicho -y coincido- “cuerpo de mujer, no asegura conciencia de género” problema que sin duda irá reduciéndose, en la medida que los partidos utilicen el 3 por ciento de sus prerrogativas para capacitar a mujeres y asuman su responsabilidad de dar el paso siguiente: postular para cumplir el Principio sí (cuantitativo); pero también, postular a mujeres capacitadas (cualitativo).

Los años siguientes, mujeres de todas las ideologías, académicas, investigadoras, para entonces ya con el acompañamiento de organismos internacionales e instituciones nacionales construidas para impulsar en paralelo beneficios para mujeres -ejemplo Instituto Nacional de las Mujeres– desde diferentes trincheras seguimos insistiendo.

La voluntad política la encontramos en el todavía Presidente Peña Nieto, que envía la Iniciativa de inclusión del Principio de Paridad en nuestro ordenamiento jurídico y con rango constitucional. Principio de Paridad que es un “punto de partida” y no necesariamente un “punto de llegada”. Me tocó en 2014, subir a tribuna a posicionar y defender esta iniciativa. Lo logramos.

Hoy, estamos hablando de que 436 mujeres fueron electas Presidentas Municipales, el 26.9 por ciento de los 1 mil 616 municipios en el país disputados. En Puebla el 21.1 por ciento de municipios serán presididos por mujeres (46 de 217), los números más altos en la historia de México y de Puebla.

Justo por eso, hace unos días ONU Mujeres a través de su Presidenta hizo un reconocimiento a México por el avance histórico en la inclusión de mujeres.

En el mundo, México ha pasado al 4º lugar en porcentaje de mujeres en la Cámara de Diputados. Al 3º lugar en el ranking mundial (IPU, 2018) en Cámara de Senadores, ambos datos de la investigación de Lorena Vázquez, “Paridad y agenda de género en el Congreso de la Unión LXIV 2018-2021” auspiciada por el Instituto Belisario Domínguez de la Cámara de Senadores.

La Agenda de Género continúa, el Principio de Paridad como “punto de partida” incorporado en el 2014, ha asegurado un notable incremento de mujeres en estas posiciones, reconocido mundialmente.

Al instalarse el Congreso de la Unión en septiembre y en las fechas que les corresponda a la instalación de los Congresos Locales que fueron electos, -Puebla lo hará el próximo 15 de septiembre- atestiguaremos la llegada de más mujeres a cargos de toma de decisión.

De la misma manera se vislumbra sucederá en el gobierno federal y los gobiernos de los Estados.

Por todo ello en el balance, los resultados históricos en ésta coyuntura, auguran para las mujeres avances, a paso más parejo.

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Palabra de Mujer Atlixco
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