El lunes 16 y martes 17 de julio, los periódicos 24 Horas Puebla y Diario Cambio publicaron, con bastante sorna y mucha mala fe, dos notas que “analizan” el “gran fracaso” del Movimiento Antorchista en Puebla en las elecciones del pasado reciente.

Antes de comentar las notas de marras, quiero decir que en Puebla Antorcha no puede hacer absolutamente nada, sin que la prensa, sobre todo la más carnicera y venal, como es el caso de Diario Cambio, de inmediato azote su látigo contra nosotros. No hay proceso electoral (o cualquier actividad de nuestra organización, por loable que sea) en que no recibamos un batido escatológico como escarnio, gracias a que hay intereses poderosos, con prensa a su servicio, a los que nuestra lucha les provoca urticaria. Es el caso de los dos medios a que me refiero. Pero es tan inútil su artillería mediática que, a pesar de ella y contra ella, hemos crecido y nos hemos consolidado como la organización de masas conscientes más numerosa del estado. Mientras haya pobreza en México, una organización como Antorcha es inevitable: nadie puede impedir la organización del pueblo para la defensa de sus legítimos y justicieros intereses, cuando ese pueblo tiene hambre. Antorcha no es un capricho: es una necesidad. Es preciso ser un miope político para no ver las cosas de esa manera.

En segundo lugar, quiero dejar claro que los ataques no son gratuitos. Ante el fracaso electoral del PRI poblano, ahora se buscan culpables. Se trata de una guerra intestina entre los mismos grupos que, una vez más, pretenden hacerse con el control del partido, algunos de los cuales son rabiosos y declarados enemigos de Antorcha. Ahora, pues, buscan echar el muerto sobre nuestras espaldas, pero eso no lo permitiremos. El PRI fue víctima de sus mismos viejos vicios, entre ellos, la traición de varios de sus dirigentes para favorecer a Morena y al morenovallismo a cambio de migajas, como lo documentó la prensa poblana prolijamente. Y aunque Antorcha fue una de las víctimas, no la única, de esta feria de traiciones, la gente sabe que nosotros nos mantuvimos firmes hasta el final, consecuentes con nuestro discurso. Sólo para dejar esto en claro, para probar que las notas mienten, es que escribo y respondo.

Pongamos, pues, las cosas en su lugar. Según 24 Horas Puebla, “en la elección del 1º de julio, la presencia de Antorcha Campesina en Puebla se vio rebasada por el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) y el candidato presidencial Andrés Manuel López Obrador. De las 15 posiciones que disputaba, sólo conquistó cuatro alcaldías y un lugar en el Congreso de Puebla. (Y, según él, Antorcha sólo logró darle al PRI en Puebla) 115 mil 86 sufragios”. Esto es absolutamente falso, y el reportero esconde las cifras reales, por ignorancia o por mala fe. Antorcha ganó en todos los municipios en donde de por sí gobernaba: Tecomatlán, Huitzilan de Serdán, Ocoyucan, Tepexi de Rodríguez, Santa Inés Ahuatempan y Cuayuca de Andrade, aunque la ratificación en este último está en litigio debido a las trampas que llevó a cabo la oposición. Es necesario subrayar que en Tecomatlán y Huitzilan de Serdán los candidatos antorchistas arrasaron en las urnas con más de 70 por ciento de los votos, lo que indica que, en estos dos bastiones antorchistas, la gente no sólo no nos repudia, como dice la prensa poblana y nacional desde hace mucho tiempo, sino que está de acuerdo y conforme con los gobiernos de nuestra organización. ¿Cuántos candidatos ganaron con el 70 por ciento de los votos en las elecciones pasadas? ¿En cuántos municipios los ciudadanos ratificaron su conformidad con la continuidad, de una forma tan abrumadora, de los proyectos que por sí los gobernaban? Es cierto que son municipios pequeños, pero estos resultados demuestran dos cosas: 1) Antorcha, cuando gobierna, no es repudiada, como sí lo son la mayoría de los “políticos profesionales” que se jactan de saber conducir al país; por eso un día ganan la elección y a los tres años son echados a patadas por la ciudadanía. 2) Estos resultados tiran por la borda toda la guerra mediática contra nuestra organización, sobre todo en Huitzilan, en donde se recurrió al terror y al crimen en contra de los antorchistas.

Pero no sólo eso. Antorcha ganó las elecciones en otros 9 municipios: San Juan Ixcaquixtla, Atexcal, Cañada Morelos, Guadalupe Santa Ana, Soltepec, Vicente Guerrero, Caltepec, Totoltepec y Zapotitlán. ¿Por qué? Porque son municipios cercanos a otros en donde gobernamos y la gente, viendo cómo se desarrollan los primeros, decidió dar su apoyo a los candidatos que nuestra organización respaldó. Según 24 Horas Puebla y Diario Cambio, Antorcha sólo ganó en 4 municipios. Falso. Antorcha ganó en 15 municipios, y en muchos de ellos por amplio margen. ¿Morena nos nulificó, como titula 24 Horas Puebla? No lo creo. El ya conocido tsunami morenista se topó con roca firme en donde Antorcha gobierna, precisamente porque Antorcha gobierna. Además, si tomamos en cuenta que, según el portal e-consulta.com del día 15 de julio, el PRI ganó 78 alcaldías en el estado, resulta que de ese total cerca del 20 por ciento lo defendió y ganó Antorcha, contra todo y contra todos, sin la estructura del partido, sin dinero del partido y sin la exposición mediática que recibieron otros candidatos. Pero, por si fuera poco, es preciso recordar que el único diputado electo en las urnas que tendrá el PRI en la próxima Legislatura local se llama Nibardo Hernández Sánchez y es un viejo militante de Antorcha. Los grupos priistas inconformes con nosotros deberían pensar un poco en esto antes de echarnos las culpas de su derrota electoral.

Sigamos. Según las cuentas de 24 Horas Puebla, Antorcha sólo logró 115 mil 86 sufragios y por eso Diario Cambio de inmediato afirma que nuestra organización “fracasó” en las elecciones. También esto es falso. Los candidatos antorchistas en Puebla lograron un total de 202,763 votos en favor del PRI. A éstos hay que sumarle los votos de los antorchistas en aquellos lugares en donde no llevamos candidatos y que son regiones antorchistas ampliamente conocidas en Puebla; por tanto, y sin exagerar, Antorcha logró poco más de 250 mil votos. Así que los analistas de los resultados electorales de Antorcha son deshonestos y están reprobados en matemáticas. Otra vez: ¿Morena nos nulificó? Para nada. La fuerza organizada y consciente de Antorcha resistió el duro embate de la ola morenista que azotó al país. ¿No fue suficiente para frenarla? Aunque muchos nos quieran endilgar el muerto, ésa tampoco es culpa de nosotros. Todos los procesos sociales deben desarrollarse: Morena, gracias a muchos factores que hemos analizado antes, está en desarrollo y en su cresta. Por eso muchos priistas, panistas, perredistas, etc., se subieron al carro de la apostasía para asegurarse el futuro político. El tiempo y el viejo topo de la historia darán su veredicto sobre estas elecciones. No hay por qué comer ansias. Las modas políticas son pasajeras y el apoyo que han cosechado rápidamente se puede venir abajo.

Finalmente. Desde el punto de vista de un cargo, en efecto, en varios lugares en donde peleamos con un candidato antorchista no ganamos. Ahí están los números y no hay forma de evadir la realidad. Esto, sin embargo, no es lo mismo, como lo supone 24 Horas Puebla, a decir que “Morena nulificó a Antorcha”. La lucha de Antorcha no fue sólo contra Morena, sino contra todo el aparato morenovallista que se movilizó con todas sus fuerzas y contra la cúpula estatal del propio partido por el que fueron postulados nuestros candidatos, que nos puso todas las trabas que le fue posible con tal de estropear nuestras campañas; de todo esto tenemos pruebas, que podemos dar a quien las pida.

Pero, desde el punto de vista del crecimiento de masas de Antorcha, ganamos y ganamos bastante: en cada una de las campañas, nuestros equipos contactaron a miles de ciudadanos que nos conocieron, que nos abrieron las puertas de sus casas, con quienes pudimos platicar cara a cara por vez primera para explicarles lo que hacemos y cómo lo hacemos. Con todos ellos trabamos amistad. Y nos esforzaremos para que, más temprano que tarde, sean nuevos y sinceros integrantes de nuestras filas. Encontramos, sin duda, miles de simpatías: ganamos conciencias y corazones. Aunque ahora parezca consuelo, ése fue, siempre, nuestro primer objetivo en los intensos meses de campaña. La ciudadanía podrá comprobar, ahora, quién trabajará con ella calle a calle, colonia a colonia, pueblo a pueblo: quiénes sí son hombres de hechos y de palabra, y quiénes sólo se montaron en el tsumani morenista para satisfacer sus ansias personales de poder.

Así que no nos desamina la derrota electoral en donde no logramos un cargo, a pesar de que haya quienes ahora se burlan de nosotros: al contrario, los resultados nos invitan a seguir trabajando, como siempre, hombro con hombro con los poblanos más humildes, ahora con más fuerza, con más valor y con más experiencia e inteligencia, porque Antorcha siempre aprende. La roca firme crecerá incesantemente y, a su debido tiempo, ya nada la podrá detener: ni los tsunamis políticos ni los periodicazos venales. Como dijo Stefan Zweig: “la revolución es joven, tiene sangre caliente e impetuosa, no necesita ningún reposo y espera, impaciente, el nuevo día y el momento de la acción”. Nada más, pero nada menos.

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