Honduras es el país más peligroso para ambientalistas: ONG
Honduras es el país más peligroso para ambientalistas: ONG. Foto: globalwitness.org
Honduras es el país más peligroso para ambientalistas: ONG
Honduras es el país más peligroso para ambientalistas: ONG. Foto: globalwitness.org

El recién publicado informe sobre la situación de defensoras en 2016-2017, de la Red Nacional de Defensoras Honduras, dijo que desde el golpe de Estado de 2009, el país de Centroamérica es el “más peligroso para defender derechos ambientales”.

Una tabla de dicho documento mostró que en 2017 hubo un aumento en la defensa de los derechos a la tierra y recursos naturales, asimismo, los sexuales y reproductivos se vieron más exigidos, como también los de acceso a la información y la libertad de expresión.

El Informe indicó que en comparación con el 2016, en el país centroamericano, los trabajadores se movilizaron más para exigir sus derechos. Esta publicación también tuvo por fin presentar una radiografía del estado en el que se encuentra la población indígena defensora de la tierra.

En 2016, la red contabilizó 74 agresiones contra defensores indígenas y en 2017, el número fue equivalente a 64. Otra de las aportaciones que brinda es que compila el número de agresiones institucionales, colectivas e individuales defensores de derechos humanos.

Mientras que las agresiones institucionales se mantuvieron en la misma cifra en ambos años, las colectivas pasaron de 414 en 2016 a 518 un año más tarde, la misma tendencia se presentó en las individuales, ya que éstas fueron 143 en 2017 contra las 137 del año pasado.

Otro rasgo que se analizó durante la elaboración de este informe es la situación específica de las mujeres defensoras, entre el período que esta publicación comprendió, pues cinco mujeres fueron asesinadas, 29 intentaron ser asesinadas, 157 fueron expuestas a un uso excesivo de la fuerza, mientras que cuatro fueron víctimas de tortura.

Entre otras agresiones destaca que cinco fueron víctimas de violencia sexual y 140 recibieron amenazas, advertencias o ultimatums e incluso, 144 vieron mermada su libertad de reunión. La mayoría de las defensoras dijeron que fueron desconocidos quienes perpetraron los crímenes antes descritos.

Cabe destacar que entre los perpetradores que sí pudieron reconocer, los policías son los que más actos cometieron de este tipo, le siguieron los militares y luego las autoridades estatales o de los departamentos y provincias.