Ay Morena, morenita mía
Rodolfo Ruiz en su columna La Corte de los Milagros, publicada en E-consulta, indica que para nadie es un secreto que una de las fortalezas de la Coalición por Puebla al Frente son sus estructuras electorales para movilizar votantes a las urnas y cubrir la totalidad de las casillas, y que una de las debilidades de los partidos de la coalición Juntos Haremos Historia —integrada por Morena, el PT y el PES— radica justamente en este punto.
De acuerdo con el último reporte de representantes acreditados ante mesas directivas de casillas, Morena cubrió el 88.7% de la totalidad de las casillas en el estado, el Partido del Trabajo (PT) el 43%, y el Partido Encuentro Social (PES) el 27.5%.
En cambio el PAN tuvo una cobertura del 99.5% y el PRI del 99.9%.
Llama la atención que los distritos donde Morena registró menos representantes de casilla son el 11 y el 12, ambos con cabecera en el sur de la capital poblana. En el 11 donde su candidato a diputado federal es Saúl Huerta Corona, Morena tuvo una cobertura del 73%, el PT del 81% y el PES del 23%, y que en el 12, donde el nominado es Fernando Manzanilla Prieto, Morena haya registrado representantes en el 79% de las casillas, el PT en el 38% y el PES en el 50%.
Ante una elección tan reñida y competida, sobre todo en la capital poblana, dicha falla o descuido, puede ser motivo de descalabros para los candidatos de la coalición Juntos Haremos Historia por esas demarcaciones, pero también afectar a la candidata a la presidencia municipal de Puebla, Claudia Rivera Vivanco.
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Le dan la puntilla a Anaya
Enrique Núñez en su columna Contracara, publicada en Intolerancia Diario, señala que justo en el último día de campaña, 7 de los 12 gobernadores del PAN anunciaron la conformación de la Asamblea de Gobernadores de Acción Nacional (GOAN) y anticiparon su plena disposición a dialogar y colaborar con el gobierno que resulte electo el primero de julio próximo “por el bien del país”.
A través de un desplegado, los siete gobernadores en el que aparece la firma Tony Gali Fayad, además de los mandatarios de Aguascalientes, Martín Orozco Sandoval; Baja California Sur, Carlos Mendoza Davis; Durango, José Rosas Aispuro; Querétaro, Francisco Domínguez Servién; Quintana Roo, Carlos Joaquín González; y Tamaulipas, Francisco Javier García Cabeza de Vaca, aseguraron que independientemente de los resultados del primero de julio próximo todos, sin excepción, “tenemos la obligación de construir acuerdos en favor de los mexicanos”.
El mensaje tiene un claro destinatario que evidentemente no es Ricardo Anaya. Es evidente que estos 7 gobernadores desahuciaron con este desplegado al candidato presidencial panista, al que no mencionan el en cuerpo del documento, abriéndole las puertas a López Obrador.
Sin embargo, más allá de haberle suministrado los “santos óleos”, este desplegado representa una declaración de guerra de este grupo mayoritario de mandatarios panistas, de cara al proceso de renovación de la dirigencia del PAN.
Es inevitable una guerra intestina en Acción Nacional, en la que este grupo de gobernadores ya mostró unidad y fuerza, para preparar el abordaje al CEN blanquiazul.
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Fraude morenovallista o efecto López Obrador decidirán al próximo gobernador de Puebla
Fermín Alejandro García en su columna Cuitlatlán, publicada en La Jornada de Oriente, indica que dos serán los factores que decidirán el próximo domingo quién será el nuevo gobernador de Puebla: el fraude electoral del morenovallismo –que descansa en la compra de votos y las trampas en el conteo de sufragios– y la fuerza del llamado “efecto lopezobradorista”, consistente en que una cantidad similar de votos obtenidos por Andrés Manuel López Obrador se reproduzcan en la contienda por la titularidad del Poder Ejecutivo local.
Hasta ayer en los dos equipos de campaña el reporte final es que hay una diferencia de entre 2y 4 puntos entre Luis Miguel Barbosa Huerta, el candidato de Morena, y Martha Erika Alonso Hidalgo, la aspirante del PAN y el morenovallismo. En los dos cuarteles de cada contendiente hay conciencia de que no está definida la elección del próximo domingo.
Todos los sondeos –serios– indican que Andrés Manuel López Obrador tiene el camino allanado en Puebla para ganar por una diferencia de entre 25 y 30 puntos contra Ricardo Anaya Cortés, el aspirante de la coalición “Por México al Frente”, cuyas simpatías y presencia en la entidad se esfumaron, en mucho por la ausencia de una campaña de promoción que se produjo por el distanciamiento que enfrenta con el ex gobernador Rafael Moreno Valle Rosas, quien actúa como amo, como propietario privado, del PAN, el PRD y Movimiento Ciudadano en territorio poblano.
Si el domingo entrante el voto diferenciado entre Andrés Manuel López Obrador y Luis Miguel Barbosa Huerta no es mayor al 15 por ciento, prácticamente Morena podrá ganar la contienda sin importar la compra de sufragios y las trampas que puedan hacer los morenovallistas.
Se dice que el grupo de operación electoral morenovallista tiene la capacidad de comprar o contener el voto a favor de Morena en más o menos unos 200 mil sufragios.
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Uno de 6 para salvar a La Reina
Alejandro Mondragón en su columna Al Portador, publicada en Status Puebla, señala que conforme avanzó la campaña electoral en Puebla, el morenovallismo fue sacrificando sus piezas del ajedrez.
Por lo visto, lo único que se hace es proteger a La Reina.
Los peones, como Alejandro Romero Carreto y Nueva Alianza, fueron sacados de la jugada antes de lo esperado.
Las Torres (fórmula al Senado), Alfiles (candidatos a diputados federales) y Caballos (abanderados a alcaldes) no han sido capaces de contener la embestida del tsunami de AMLO, por lo que se nota en los sondeos.
En Por Puebla al Frente ya nadie se acuerda de Ricardo Anaya, no sólo en el discurso, sino en la misma publicidad, donde cada vez se hace más grande el logo del PAN y se achica el nombre de su carta presidencial.
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El futbol y la elección
Valentín Varillas en su columna La Tempestad, publicada en Status Puebla, indica que no, no es mezclar la gimnasia con la magnesia.
El agónico pase de la selección nacional a octavos de final en el mundial de Rusia podría abonar a tener un mejor clima social en el desarrollo de la jornada electoral del próximo domingo.
Nada tiene que ver con los resultados o con la definición del sentido del voto en los casos en donde haya indecisión.
Ni siquiera con los niveles de participación.
Tiene que ver con un sentido de unidad implícito que podría aminorar en algo la enorme polarización que hemos vivido en este proceso.
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Segunda Carta Abierta a Luis Miguel Barbosa
Arturo Rueda en su columna Tiempos de Nigromante, publicada en Diario Cambio, señala que Querido Luis Miguel:
Doy respuesta a la réplica que me enviaste ayer en rápida contestación a la Carta Abierta que te dirigí ayer en las páginas de CAMBIO y comienzo de atrás para adelante.
Me acusas de ser un “peón de Moreno Valle que se beneficia del deterioro del poder”. Entiendo a cabalidad la primera idea, pero no la segunda.
Lo que sí recuerdo es que la noche del 4 de julio de 2010, cuando Rafael Moreno Valle ganó la gubernatura, estabas en primera fila alzándole la mano, extasiado. Tengo la fotografía.
Luego, en los siguientes cinco años, fuiste un gran amigo del ex gobernador. Te invitaba a todas las giras en Tehuacán, se ‘picaban la panza’ juntos, operaron en la política nacional, volvieron a aliarse en las intermedias de 2013 y parecía un idilio sin fin.
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El Día que Ganó Martha Erika (Un Ejercicio de Periodismo Ficción)
Mario Alberto Mejía en su columna La Quinta Columna, publicada en 24 Horas Puebla, indica que Miguel Barbosa se despertó a las tres y media de la mañana. Desde su habitación en el Crowne Plaza ordenó un buñuelo y café. Su esposa Rosario le dijo que le pidiera un té de manzanilla. El termómetro marcaba 8 grados.
—¿Estás nervioso?
—Más que nada intranquilo. Quisiera estar viendo cómo se mueven las brigadas.
En una casa de La Vista, Enrique Doger dormía plácidamente cuando sonó el celular. Eran las 4:45 de la mañana.
—¿Qué pasó, maestro Casique?