Por falta de atención, paciente no tiene diagnóstico en hospitales estatales
Por falta de atención, paciente no tiene diagnóstico en hospitales estatales. Foto: EsImagen
Por falta de atención, paciente no tiene diagnóstico en hospitales estatales
Por falta de atención, paciente no tiene diagnóstico en hospitales estatales. Foto: EsImagen

Ricardo estuvo internado 11 días en el Hospital de Traumatología y Ortopedia por un accidente vial; sin embargo, tuvo que seguir su recuperación en Hospital General del Sur, donde no le dan diagnóstico por ausencia del neurólogo e indiferencia de la psiquiatra.

Así lo relata su madre, Aurelia N., quien ha tomado a su cargo el cuidado de Ricardo, al tiempo que trabaja limpiando casas de Puebla capital, por lo que tiene que hacer grandes esfuerzos para llevar a su hijo a las consultas de revisión.

Lo anterior, luego de que Ricardo salió del hospital de traumatología, en marzo del año pasado, tras permanecer casi medio mes en terapia intensiva, sin poder quedarse para continuar su tratamiento por falta de especialistas.

Desde entonces, Aurelia ha hecho lo posible por llevar a su hijo en dos ocasiones al nosocomio del sur, ubicado en la colonia Agua Santa, a las 5 de la mañana, única hora en la que se reparten las 20 fichas para obtener una consulta del neurólogo, pero se ha encontrado con que este especialista no llega, ni hay posibilidad de programar una cita.

Ante esta situación, los pacientes tienen que retirarse e intentar al otro día, a la misma hora, pero para Aurelia es imposible jugar en esta ruleta, puesto que su trabajo, sin permisos regulados, se lo impide.

Psiquiatra se niega a diagnosticarlo

A lo anterior se aúna la actitud “prepotente” y de “indiferencia” que Aurelia ha encontrado por parte de la psiquiatra Alma Laura, pues, pese a que a Ricardo le hicieron un encefalograma desde el 12 de abril, la especialista se niega a interpretarlo y darle un diagnóstico.

Esto, con el argumento de que no tiene el equipo necesario, aunque tampoco le da a Aurelia opciones para continuar con el tratamiento de su hijo, e incluso le ha señalado que debería regresar al Hospital de Traumatología y Ortopedia.

Hasta el momento, Ricardo se mantiene estable, pero con el riego de recaídas, que se caracterizan por periodos de agresividad y alteración psíquica.

Por lo anterior, Aurelia se encuentra en un predicamento, pues sabe que su hijo precisa un diagnóstico y atención adecuada, pero su sueldo no le permite costearlo en una institución privada y, en los hospitales General del Sur y de Traumatología y Ortopedia, dependientes del gobierno del estado, no se le brinda la atención necesaria.