Columnistas-VeronicaMastretta

En el Congreso de la Unión ningún partido ha tenido mayoría desde 1997, y eso parece preocupar a muchos porque no se logran los votos necesarios para hacer reformas que parecen útiles para el país. Cualquier acuerdo a lo largo de estos años se ha tenido que tomar construyendo consensos complicados y muchísimas veces aceitados con dinero. Hubo años en que la sola construcción del Presupuesto de Egresos de la Federación se logró a marchas forzadas y en medio de fuertes jaloneos de las diferentes bancadas. Todo cambio o acuerdo ha parecido en estos años cuesta arriba. Lo que en el Congreso Federal se ha visto como una falla o una atrofia, en algunos de los congresos locales se anhela como un contrapeso al poder ejecutivo.

Aquí en Puebla no ha existido , desde que el PRI es el PRI , ni tampoco después de la primera alternancia de partidos en 2010, un congreso en el que el dominio completo no lo tenga el gobernador en turno. En 2010 hubo un movimiento social grande aglutinado en la coalición Compromiso por Puebla que encabezó Rafael Moreno Valle para que por primera vez hubiera un gobierno de alternancia, pero sobre todo, la oportunidad de que existiera un congreso con una sana independencia del poder ejecutivo. Los pronósticos estaban tan apretados entre Moreno Valle y el candidato priista a suceder a Mario Marín , Javier López Zavala, que al día siguiente de la elección apareció en el diario El Sol de Puebla un desplegado firmado por empresarios de los que llaman “prominentes”, felicitando al priísta por haber ganado la elección. Susto que se pegaron cuando el ganador fue otro. Rafael Moreno Valle ganó con una cómoda mayoría el el congreso con la participación del PAN, el Panal de Elba Esther y el PRD de entonces, controlado en lo local por el grupo de Miguel Barbosa. Nada de congreso independiente y autónomo. Derechitos han andado los dos congresos que estuvieron bajo el control de Moreno Valle y ahora de Antonio Gali. La casa manda.

Hoy, 8 años después, las encuestas sobre la elección de Puebla muestran un empate técnico entre la coalición de Morena, paradójicamente encabezado por Luis Miguel Barbosa , PT y PES y el Frente local , encabezado por Martha Erika Alonso, esposa de Moreno Valle , coalición a la que se han sumado partidos chiquitos locales y el Panal de manera fáctica. Gane quien gane todo parecería indicar que finalmente el congreso puede quedar sin mayoría para el próximo gobernador o gobernadora, y apunta a una división que puede ser sana y absolutamente novedosa. El que aparece como tercer lugar es el PRI, partido que en Puebla compite solo, extrañamente abandonado por el Partido Verde y el Panal, aunque el candidato del Panal ya declinó a favor del grupo de Martha Erika Alonso.

En esta lucha despiadada por Casa Puebla, todos los grupos que compiten tienen con ellos a poderosos aliados ex priistas. Los motivos por los que mudaron de partido o de creencias, ellos los conocen y el resto los adivinamos.

Del lado de Morena, su fórmula al senado la forman Alejandro Armenta, quien fue Director del DIF estatal, Secretario de Sedesol estatal y presidente del PRI durante el sexenio de Mario Marín ; hasta hace poco fungió como diputado federal por el PRI , y Nancy de la Sierra, hasta hace muy poquito, 4 meses, era delegada federal de PROSPERA en Puebla. Luis Miguel Barbosa hace años que dejó al PRI por el PRD, y desde julio del año pasado en una controvertida renuncia a la presidencia del Senado en donde representaba al PRD, migró a Morena cuando vio que se le cerraba de manera total el paso a la candidatura por el gobierno estatal por parte del Frente.

El PAN, MC y el PRD van apoyado por muchos ex- priiistas del grupo de Melquiades Morales alineados a Moreno Valle, quien también abandonara el PRI en 2006 para migrar al PAN, al negarle Mario Marín la posibilidad de buscar el Senado . Por su lado, Morena va cobijado por sus bases y muchos ex priístas de Bartlett y Marin y algunos grupos afines a Elba Esther . Poderes muy parejos que se enfrentan en esta elección de la que puede surgir un congreso no controlado por quien sea el futuro gobernador, aún cuando hay quien piensa que Moreno Valle tiene fichas en todos lados.. Los diputados que gane el PRI podrían ser unos líberos que pueden jugar un papel interesante en el congreso.

Desde hace mas de 80 años, los gobernadores poblanos han controlado al congreso de Puebla con mano férrea o con guante blanco, pero van sacando los acuerdos fundamentales con una facilidad increíble para estos tiempos. Los nombramientos estratégicos del Tribunal Superior de Justicia, la Fiscalía, la Contraloría, el Instituto Electoral local, los nombramientos del Instituto de Transparencia y Acceso a la Información, nuevos magistrados , las iniciativas de ley, la Ley de Egresos, el presupuesto y la forma en que se acomodan las prioridades en el gasto, todo pasa sin mayor discusión, pues la oposición suele ser mayoriteada con facilidad. También desde ahí se otorgan premios o castigos a los presidentes municipales de acuerdo a su docilidad, o se les castiga reprobándoles su cuenta pública en momentosestratégicos. Así ha sido y así es hasta hoy.
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Sería muy sano vivir lo que es un congreso independiente y un intenso cabildeo para llegar a acuerdos. En todas las buenas y hasta regulares democracias del mundo existen. El total sometimiento de un congreso es insano, deriva en un control abusivo por parte del ejecutivo sobre el poder legislativo y el judicial y obstruye la impartición de justicia de manera independiente. Eso creímos que llegaría en 2010 al llegar la alternancia. En ese sentido fue un fracaso. bien y bonito.

¿Vamos a fracasar otra vez? La escuela del carro completo y el cómo obtenerlo la conocen muy bien todos los competidores que hoy buscan gobernar el estado. Es la escuela mexicana de abusar del poder y controlarlo todo. Dice un amigo que el que no usa el poder se debilita y que la humildad es el patrimonio de los pendejos. Yo prefiero pensar, como el viejo Jesús Reyes Heroles, que el que resiste, apoya y que la oposición y el contraste de ideas nos fortalecen a todos.Lo exige la situación que vive Puebla de inseguridad y de una necesidad de priorizar diferente el presupuesto, con mucho más sentido social y de una manera más abierta a la sociedad.

Ojalá por fin tengamos en Puebla un Congreso sin mayoría de parte de nadie, un congreso autónomo , con capacidad de ser el contrapeso que todo gobernante necesita para no convertirse en déspota.

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