Carlos Martínez Amador, presidente del Congreso del estado, se deslindó de la destitución del titular de la Fiscalía General del Estado (FGE), Víctor Carrancá Bourguet, pues argumentó que sólo el gobernador Antonio Gali Fayad tiene esta facultad.
Señaló que sólo existen dos formas de que el fiscal sea removido y, una es por decisión del mandatario y otra por acuerdo de los diputados, pero sólo si el funcionario comete un delito.
Como aseguró que por ahora no hay elementos para que el Legislativo decida remplazar al fiscal, sólo el Ejecutivo puede hacerlo por decreto, que tendría que enviar al Congreso para que se aprobara.
Entrevistado este viernes antes de la sesión ordinaria del pleno, Martínez Amador negó que le esté “echando la bolita” al gobernador o que esté protegiendo a Carrancá Bourguet.
Aunque evitó pronunciarse respecto al trabajo del fiscal, señaló que otra forma de que se vaya —como lo han exigido organizaciones civiles y candidatos de diversos— es que él mismo renuncie.
Poca probabilidad de que renuncie
No obstante, esta opción quedaría descartada debido a que el propio titular de la FGE declaró el jueves tajantemente que “por supuesto que no” dejará el cargo.
Esto a pesar de que su labor ha sido evaluada como muy deficiente, haciendo que el organismo autónomo sea considerado como uno de los peores a nivel nacional.
Por otro lado, Martínez Amador reconoció que además de San Martín Texmelucan, varios municipios de la Sierra Norte requieren atención del gobierno estatal en materia de seguridad, pues el clima de violencia está superando a la policía municipal.
Zihuateutla, Pantepec y Francisco Z. Mena son algunos de los sitios que el perredista calificó como “calientitos” debido a que la incidencia delictiva se ha incrementado en los próximos días.
Reconoció que de ellos, Zihuateutla forma parte del distrito que representa (Huauchinango) por lo que consideró que requiere la intervención de cuerpos policiales estatales o federales.