Cartas a Gracia

Lo prometido es deuda, Gracia. Visité -como me habías sugerido- el Museo de Arte Moderno en la Ciudad de México y debo reconocer que en ese lugar se respira paz, tranquilidad y abreva cultura. Majestuoso; no podría calificarlo por menos. Sus jardines que compiten seguramente con cualquier espacio similar en otras latitudes, se encuentran aderezados por esplendorosos cedros, fresnos, ficus y palmas que puedes disfrutar recorriéndolo por andadores, al tiempo que admiras sus esculturas de arte moderno. Ingresé caminando por el oriente del Bosque de Chapultepec y me detuve unos instantes para rendir tributo a los Niños Héroes, excluidos del libro de Historia de México de 5º por la administración de Zedillo, pero que se encuentran en el imaginario colectivo nacional. Aunque llegué con cierta anticipación, pues la visita fue expresa, te debo confesar que me faltó tiempo para admirar las obras que ahí se exponen. Tras caminar unos minutos por el bosque, ingresé por un amplio vestíbulo y caminé a diestra y siniestra; cual niño que no sabía qué hacer con un juguete nuevo y me perdí en sus salas. Dos exposiciones en particular centraron mi interés; la primera donde se exponen cuadros de Leonora Carrington y otra, en la que puedes admirar frescos de Frida Kahlo. Para no aburrirte con mis relatos de color y platicar algunas de la noticias en torno al sistema educativo, solamente resaltaré una nota en particular que ilustraría la vida de Leonora alusiva a una invitación que le formularan “para contribuir a la decoración del edificio (actual Centro Médico Siglo XXI) con un grupo de pinturas murales” y, por cuyo anteproyecto recibiera un pago de 10 mil pesos “cuya comisión fue cancelada, aparentemente por la intervención de Siqueiros, […] bajo el argumento de que una mujer no era capaz de pintar un mural”.

La nota en materia de política educativa sigue siendo Otto, Gracia. Insiste en la promoción de la reforma educativa con un carácter estrictamente “electoral”. No es casual que en su faceta de intelectual “orgánico”, presente el libro Reforma Educativa -de su autoría-, financiado por la editorial oficial Fondo de Cultura Económica. Tampoco es coincidencia que el 31 de mayo, haga un corte “sobre los avances, perspectivas y desafíos de la Reforma Educativa”, de tal suerte que él y quienes “alaban su libro”, califiquen a la que han llamado “la madre de todas las reformas estructurales” con el apelativo de “histórica”.Dado que el espacio de la carta es corto, Gracia, me centraré en el discurso -que se puede leer y escuchar en la sección de prensa de la página oficial de la Secretaría de Educación Pública- fechada el último jueves del mes de mayo. De manera “didáctica” divide su intervención en tres aspectos y señala que la susodicha “pretende mejores contenidos, mejores escuelas y mejores maestros”.

Y, aunque los comentarios escritos en la carta pudieran parecerte trillados, Gracia, tan sólo serían consecuencia de las recurrentes intervenciones, de corte político, achacables al titular del despacho educativo. Partiríamos -como él lo hace- de la tan cacareada recuperación de la rectoría del sistema educativo que se encontraría en manos de Elba Esther Gordillo Morales y del SNTE. En un primer supuesto se acabaría con la bilateralidad -en cuanto al ingreso y a la promoción del personal docente-; sin embargo, muchos maestras y maestros siguen detentando posiciones en la estructura de las dependencias educativas (jefes de departamento y direcciones de nivel) ante el fracaso mostrado por el personal de confianza con el que se les pretendió sustituir y, agremiados al SNTE, siguen manejando las oficinas vinculadas con los trámites de personal. No son pocos los casos en los que ganadoras y ganadores –por méritos propios- de direcciones y supervisiones escolares son rechazadas y rechazados por sus propios compañeros y por madres y padres de familia ante la inexperiencia mostrada para resolver conflictos. De la alianza entre los encargados del despacho educativo federal y del SNTE mejor ni hablar, Gracia; se expresa en la nómina, como ha quedado evidenciado públicamente con la transferencia de los 4 000 millones de pesos otorgados a Juan Díaz de la Torre.

En cuanto a la premisa “mejores maestros”, Gracia, podríamos reflexionar y llegar a una conclusión desfavorable para las autoridades educativas, como ha sucedido reiteradamente; pues, es claro que tus compañeras y tus compañeros asumen su mejora profesional como un reto personal ante la falta de recursos presupuestales –sin contar los recortes-, asignados al sistema de formación continua (entre 200 y 1 000 pesos por año por maestro) y la falta de actualización de los planes y programas inherentes a la formación inicial de docentes, como se demostraba en el manifiesto firmado por el personal docente de una escuela normal con residencia en Xalapa, Veracruz.

Ni la burla perdona, Gracia. Quien se desempeñara como Director de Comunicación Social en la presidencia de Salinas de Gortari y como secretario particular de Reyes Heroles, alaba el proceso de recentralización financiera en la SEP impulsado en la administración de Peña Nieto (mediante el FONE) y el incremento en la delegación de responsabilidades a las autoridades educativas estatales, convirtiéndolas en empleados al servicio de la federación. Reconoce el desorden administrativo en el que incurrieran quienes han pasado por las oficinas en las que despacharan Vasconcelos, Bassols y Torres Bodet. No sé si coincidas, Gracia, ya me lo dirás la próxima semana; pero, desde mi punto de vista “calladito se vería mas bonito”.

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