De pleitos en el PRI y desencuentros en el IEE a 40 días de los comicios
Rodolfo Ruiz en su columna La Corte de los Milagros, publicada en E-consulta, señala que dos candidatos que en la medida que avanza la campaña electoral se distancian cada vez más, al grado que ni actos conjuntos realizan, son los priístas Enrique Doger Guerrero y Guillermo Deloya Cobián.
Este martes el alejamiento entre el abanderado a la gubernatura y el candidato a la presidencia municipal de Puebla fue muy evidente, por la ausencia del segundo en una comida organizada por el presidente del Comité Directivo Municipal, Víctor Manuel Carreto Pacheco.
Al banquete fueron convocados los integrantes de la estructura del Comité Municipal del PRI en la capital, con el propósito de acercarlos a los candidatos de este partido a la gubernatura, presidencia municipal, Congreso del estado y Congreso de la Unión. Y ahí estuvieron Enrique Doger, Juan Carlos Lastiri, Javier Casique y un largo etcétera.
El único que no apareció en el Club Deportivo Electra, perteneciente al SUTERM, fue paradójicamente el abanderado del PRI a la alcaldía de Puebla, Guillermo Deloya, y eso que la comida fue con la estructura y los miembros del Comité Directivo Municipal del PRI en la
capital de estado.
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¿A Barbosa le falta liderazgo en Morena?
La columna De boca en boca, publicada en Ángulo 7, indica que el candidato a gobernador por la coalición “Juntos Haremos Historia” (Morena-PT-PES), Miguel Barbosa Huerta, no ha logrado el liderazgo que se requiere como capitán de ese barco al competir por el puesto más importante en Puebla.
Más bien, se ha dado muestras de que no hay unidad y tampoco suma al interior de la coalición, lo cual le puede costar caro, pues les facilita el camino a Casa Puebla a sus contrincantes, del PAN, Martha Erika Alonso Hidalgo, y del PRI, Enrique Doger Guerrero.
Es más, en varias ocasiones se ha visto división entre los candidatos a diferentes puestos de elección de dicha coalición liderada por Morena.
* Se dice que desde el Sindicato de Burócratas del estado de Puebla se le pide a los trabajadores de 10 a 15 copias de credenciales de elector para favorecer a la candidata de la coalición “Puebla al Frente”, Martha Erika Alonso.
Ante esto, entre compañeros exhortaron a no dejarse presionar y también a no votar por el PAN, porque pidieron que se recuerden lo que prometió Rafael Moreno Valle Rosas en su campaña.
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Del “El que se ríe, se lleva…”, al “No voy a dejar pasar ni una”; así la guerra por la gubernatura
Jorge Rodríguez en su columna A Puerta Cerrada, publicada en El Sol de Puebla, señala que del ya comentado “el que se ríe, se lleva; y el que se lleva, se aguanta”, al “no voy a dejar pasar ni una sola”, la contienda por la gubernatura se ha convertido en una lucha de dos gigantes políticos que se han mostrado dispuestos a llegar hasta las últimas consecuencias para hacerse del máximo cargo de elección popular en el estado.
Antes de arrancar la contienda formal, que dio inicio el 29 de abril, ya era explícito el enfado de los morenovallistas con Luis Miguel Barbosa Huerta por desafiar su continuidad a partir de una candidatura soportada en el más peligroso de sus rivales: el partido Movimiento Regeneración Nacional.
Después de una fructífera alianza que les había rendido valiosos frutos en el pasado, de manera sobresaliente en el proceso electoral local de 2010, esos morenovallistas no acababan de digerir que Barbosa Huerta se hubiese pasado al bando contrario para disputarles, de a de veras, la posesión sexenal de Casa Puebla.
Una vez asumida la nueva posición del senador con licencia, confirmado que abanderaría una causa política –de la mano de Andrés Manuel López Obrador—para tratar de arribar al Poder Ejecutivo, el grupo en el poder se preparó para encarar la batalla sin contemplaciones.
En ese contexto se pronunció aquella expresión, proveniente de un influyente operador morenovallista, que anticipaba la intensidad de la competencia que se habría de librar y que hacía referencia al nivel de encono que ya existía con el candidato ex perredista: “El que se ríe, se lleva; y el que se lleva, se aguanta”.
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Lastiri no es profeta ni en su tierra: solamente reúne a 40 personas en Zacatlán
Fermín Alejandro García en su columna Cuitlatlán, publicada en La Jornada de Oriente, indica que como una muestra clara del desastre electoral que se vive en el PRI poblano, el sábado pasado la convocatoria del partido apenas alcanzó para reunir entre 30 y 40 personas en el Jardín Central de Zacatlán para que participaran en un acto llamado “Diálogos por la Paz”. Este fracaso no tendría mayor relevancia si no fuera porque el personaje central de esa reunión fue Juan Carlos Lastiri Quirós, quien es candidato al Senado y ha sido edil de ese municipio, además de diputado local y federal.
La respuesta a esa acto es un reflejo del hartazgo que el electorado está mostrando hacia el PRI, que a nivel nacional registra un promedio de rechazo de 60 por ciento de la ciudadanía y en Puebla ha llevado a que la fórmula de candidatos al Senado, conformada por Juan Carlos Lastiri y Xitlalic Ceja, tenga una intención del voto de alrededor de 12 por ciento, que es la más baja en la historia del partido en el estado para una pareja de aspirantes a ser parte de la Cámara Alta.
De igual manera, la insignificante participación en ese evento es el anuncio de que la carrera política de Juan Carlos Lastiri podría estar llegando a su ocaso, no solamente porque en su propio municipio es repudiado por el electorado, sino porque después de los comicios del 1 de julio se van a cerrar los espacios de participación para el grueso de los priistas poblanos que serán derrotados, ya que por primera vez perderán al mismo tiempo los espacios que ofrecen los gobiernos federal, estatal y los ayuntamientos, pues todo apunta que habrá sendos fracasos en las votaciones de esos tres ámbitos.
El acto de Lastiri fue convocado a las 12 del día, en el Jardín Central de Zacatlán, a un costado del reloj monumental que caracteriza a la plaza principal de ese municipio serrano. Poco antes de las 13 horas, el evento inició con una participación calculada en no más de 40 asistentes, que en su mayoría eran amigos y familiares del aspirante a senador.
A Lastiri se le veía desconcertado, molesto y preocupado en justificar que el fracaso se debían a que sus coordinadores de campaña se habían equivocado de agenda y no habían convocado a las bases priistas a acudir al mitin del candidato priista.
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Soltar al Tigre en Puebla
Alejandro Mondragón en su columna Al Portador, publicada en Status Puebla, señala que de hoy al 1 de julio faltan 40 días para las elecciones federales, estatales y municipales en Puebla.
El 2018 no es 2010. Los operadores de Moreno Valle, ahora están contra su proyecto: Fernando Manzanilla, Luis Miguel Barbosa, Guillermo Aréchiga, Elba Esther Gordillo, El Yunque hasta el impresentable del José Juan Espinosa, entre otros.
Tampoco es 2013 y menos 2016, donde a base de periodicazos bajaron a Enrique Agüera a la alcaldía y Blanca Alcalá a la gubernatura.
El contexto nacional poco favorece el tema de las dinastías. Margarita Zavala ya se bajó de la contienda; Cuauhtémoc Blanco pasará por encima del hijastro de Graco Ramírez en Morelos; Cuitláhuac García le hace la vida de cuadritos al hijo del góber, Miguel Ángel Yunes.
Aquí en Puebla, Luis Miguel Barbosa anda cómodo y sabe que se avecinan 40 días de chingadazos, pero trae sus números.
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Ecos del 2010
Valentín Varillas en su columna La Tempestad, publicada en Status Puebla, indica que una de las razones que influyeron de manera decisiva en el triunfo de Rafael Moreno Valle en el 2010, se centró en el hartazgo ciudadano a un estilo de gobierno y la consecuente necesidad de que la vida política poblana se oxigenara a través de un cambio.
En ese tiempo, más de forma que de fondo.
Y es que en realidad, más allá de un partido diferente, a Casa Puebla llegó un grupo producto de una enorme fractura al interior del PRI local, generada a partir de la enorme cerrazón y la falta de cumplimiento de compromisos por parte de Mario Marín y su “burbuja”.
Sin embargo, Moreno Valle enarboló la bandera del cambio y los electores se la creyeron.
Y en función de esa esperanza de que las cosas se hicieran diferente, lo llevaron a lo más alto del poder político local.
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El spot que evidencia la ruptura en Morena Puebla
Arturo Rueda en su columna Tiempos de Nigromante, publicada en Diario Cambio, señala que el tufo a ruptura interna en Morena Puebla sigue sin diluirse. Los candidatos a senadores, diputados federales, locales e incluso a las alcaldías, saben que, tras sus escándalos Barbosa es un lastre que no suma. Tan no suma que puede hacerlos perder pese al boost que les da el efecto López Obrador. Como no quieren correr riesgos, es hora de tirar el lastre.
Un grupo de candidatos decidió pintar su raya, grabar un spot para pedir el voto en cascada pero excluir del promocional a Barbosa. En términos de marketing político, parecería imposible que un grupo de candidatos excluyera al liderazgo natural de quien encabeza el proyecto de Morena para gobernar Puebla. Pero así lo hicieron porque la razón no es mercadológica, sino política.
El mensaje es evidente: pintaron su raya.
¿Quiénes conforman este grupo de candidatos que han decidido separarse del destino de Barbosa y aparecen en este spot?
Alejandro Armenta Mier, candidato al Senado.
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