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Gracia, iniciaría la carta habitual tomando nota de tu asistencia -fuera de tu horario de trabajo- a una reunión que arquitectos e ingenieros civiles, organizaran con una candidata a la titularidad de un ayuntamiento. Reunión en la que quien busca estar al frente les ofreciera -de resultar electa- profesionalizar las ventanillas en las que realizan trámites; evitar moches y desmoches; digitalizar y agilizar gestiones, diligencias y veinte ocurrencias más. Mientras te reencontrabas con tu ex compañera de preparatoria, dos maestras del equipo que lideras -provenientes de Xicotepec de Juárez- conversaron conmigo y me ilustraron sobre el procedimiento que se sigue para la producción y la comercialización del café y me invitaron, para que con pretexto del Xicote Byke (http://xicotebike.com) te acompañe, el 28 de julio venidero y “me tome un café calientito” salido del anafre, mientras me muestran la gran variedad de orquídeas silvestres que aún pululan en esa zona, agraciada de la sierra norte poblana. Las encontré entusiasmadas con el ejercicio de su profesión y con las actividades de deporte extremo que se realizan cada año por allá. Resaltaron tu afición a las carreras de fondo; además de la competencia de montaña a las que asisten unos 600 ciclistas nacionales y extranjeros, el ultra maratón “Desafío en la Nubes 60 km”, competencia que realizan en el mes de marzo de cada año. Calladito se lo tenían.

Te comento y te comparto, Gracia, un documento que me llegara al Whatsapp, elaborado por profesores de banquillo, de aquellos que como tú se encuentran frente agrupo y que proponen una reforma de la reforma educativa denominada “20 propuestas de reforma”. Rompe con el esquema y con los criterios que pretenden imponer organizaciones empresariales a los candidatos a la presidencia de la república y a tus compañeras y compañeros. Llaman en primera instancia a “preservar y a fortalecer la educación pública“, incluidas la laicidad, la gratuidad omitiendo las cuotas obligatorias, la obligatoriedad y la calidad; convoca al respeto de los derechos humanos y laborales de “los trabajadores de la educación”, entre ellos y de manera muy particular, el de la estabilidad en el empleo; exigen se destine a la educación una cantidad equivalente a por lo menos un 8 por ciento del Producto Interno Bruto para cumplir con lo estipulado en el artículo 25 de la Ley General de Educación. De la misma manera conminan “destinar al menos el 1 por ciento del PIB a la investigación científica y al desarrollo tecnológico en las Instituciones de Educación Superior Públicas”.

Las maestras y los maestros establecen que “en el marco de un gobierno de coalición”, el titular de la oficina educativa del ejecutivo federal, sea ratificado por el Congreso de la Unión; aunque no definen si la propuesta de origen deberá emanar del titular del ejecutivo. Empero, sí insisten en terminar con el mal uso de los recursos públicos destinados al sector, Gracia; demandan “replantear la evaluación docente, de tal manera que sirva para detectar y atender problemas, debilidades y carencias, así como las fortalezas del Sistema Educativo Nacional (SEN)”. Se pronuncian en contra del mal uso de la evaluación del desempeño y, en pocas palabras, del carácter punitivo que le ha rodeado; establecen condiciones, se pronuncian -sin mencionarlo- en contra de la evaluación estandarizada y demandan que tomen en consideración las condiciones contextuales que rodean a alumnas y alumnos; Proponen “replantear el Modelo Educativo” por uno que considere los avances logrados y papel que juegan el personal docente, la diversidad cultural y el contexto socioeconómico. Van al fondo, Gracia, cuestionan los 200 pesos por maestro por año, destinados a capacitación por la oficina del Servicio Profesional Docente y el incumplimiento de los compromisos que el gobierno adoptara con quienes obtuvieron calificaciones de excelencia en las evaluaciones de permanencia, los incrementos pírricos al salario del personal docente así como la excesiva carga administrativa que padecen maestras, maestros y personal directivo.

En su propuesta, Gracia, no dejan de lado consideraciones vinculadas a la mejora de la formación inicial que proporcionan las escuelas normales, el fortalecimiento de la planta docente, la mejora de su infraestructura y la transformación de sus planes de estudio. Consideran también como indispensable la mejora integral de las escuelas de educación obligatoria y señalan que sólo el 52.6 por ciento de las instituciones, son consideradas seguras, en tanto que el resto, carece de los elementos que establece la “normalidad mínima escolar” y de algunos o de todos los servicios (agua, luz, drenaje) incluidos los de infraestructura, mobiliario y materiales de apoyo.

Destacan el fomento de la inclusión educativa “ampliando la atención a los pueblos indígenas, comunidades rurales y grupos vulnerables”, sin dejar de lado la obligatoriedad que tiene el estado para atender al 100 por ciento del total de la cobertura educativa del nivel preescolar y de la misma manera, enfocan baterías al combate a la deserción escolar en educación media básica y media superior. Sin abundar en críticas por los fracasos de los diferentes programas dedicados a la adquisición de las “competencias digitales” por las tres últimas administraciones, enfatizan en darle su verdadero valor como instrumento auxiliar en el proceso de enseñanza aprendizaje.

Concluyen maestras y maestros, Gracia, señalando -y cito literalmente- que “la discusión de la revisión de la reforma debe involucrar a los docentes, directivos, padres de familia, especialistas, organizaciones civiles y a todos aquellos actores involucrados e instituciones interesados en fortalecer la educación del país”. Mentira -y esta sería una reflexión de mi parte- que el personal docente del sistema de educación del país, sean sujetos y no objetos de cualquier reforma educativa, Gracia.

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