En 2015, México ocupó el segundo lugar mundial en número de crímenes por homofobia; por ello, es preciso construir una nueva visión de igualdad en relaciones cotidianas y sociales, a fin de que se reconozca la diversidad sexual como parte de la sociedad.
Así lo señaló este miércoles, con base en datos de la Comisión Ciudadana de Crímenes de Odio por Homofobia, Quetzali Bautista Moreno, docente del Colegio de Antropología Social de la BUAP, quien sostuvo que “seguir considerando las preferencias sexuales como una enfermedad sería seguir asumiendo que dichos sujetos están en contra de una naturaleza inamovible, determinada y determinante”.
En entrevista, reconoció que las movilizaciones de distintos sectores de la sociedad han permitido en gran medida la ruptura del estigma con el que, históricamente han sido consideradas las preferencias sexuales distintas a la heterosexual.
Ejemplo de ello, es la eliminación de la homosexualidad de las lista de enfermedades de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
No obstante, a pesar de los logros alcanzados, advirtió que, además de la alta tasa de homicidios relacionados con la homofobia, fue hasta 2018 que la OMS decidió dejar de catalogar a la transexualidad como un trastorno de personalidad y comportamiento.
Ciencias también contribuyeron a desigualdad
Por su parte, Abel Lozano Hernández, académico del mismo colegio, perteneciente a la Facultad de Filosofía y Letras, indicó que existe una triada de disciplinas que ha contribuido a generar leyes y tipologías excluyentes y condenatorias: Medicina, Psicología y Derecho.
Ciertas posturas de dichas áreas –señaló– propiciaron la idea de que las preferencias sexuales distintas a la heterosexual son patologías o producto de un contenido genético específico.
Sin embargo, precisó “es necesario reconocer que los discursos científicos también se transforman con los años”.
Cabe mencionar que, desde 1990, el Día Internacional contra la Homofobia, Transfobia y Bifobia se conmemora cada 17 de mayo
Editado por Luis Alberto Palacios
