Cartas a Gracia
La Ciudad de México te recibió con fuertes aguaceros, Gracia. Los 30 segundos que me compartiste, me permitieron recordar que el mayor temor que sufrían los galos retratados en las aventuras de Asterix, era que el cielo se les cayera sobre sus cabezas. Literalmente esto les ha sucedido en la CdMx; el cielo les ha caído encima bajo la forma de torrentes y granizadas. En provincia no cantamos mal las rancheras. La prensa y la redes sociales dieron fe de una granizada ocurrida en el tramo de la carretera Puebla-Orizaba, en la que el tamaño de las piedras de hielo fue de tal magnitud que rompió parabrisas de los coches que tuvieron el infortunio de toparse con ella. Tomo nota de las actividades que realizaras en los talleres “Resiliencia personal y profesional para docentes” que impartieras en Tijuana y Mexicali (el sábado 21 de abril) a los 60 docentes por sede. Te asombra que el tema: Educación en emociones y autorregulación, interesara incluso a los responsables de los centros de maestros en donde conversaste con personal docente, a pesar del clima con viento frio que afectara a esa zona de la república.
Te confieso que aún no he definido mi voto, a diferencia tuya. Se cuál es la opción por la que te pronuncias; pero, al margen de ella, te confieso que me indigna que personajes y personeros de la talla de Peña Nieto, Otto Granados y Mexicanos Primero, pretendan influir de manera descarada, en una decisión que me corresponde y que tomaré de objetivamente, incluso si decido no votar. Me exaspera que el dueño de Cinépolis abuse de quienes iremos al cine el día de hoy (lunes 30 de abril por la tarde noche en el que recibirás esta carta) pagando el boleto y que, en contra de nuestra voluntad, nos obligue a ver un comercial a través del cual, la agrupación empresarial que mencionara en líneas anteriores pretende incidir en la elección presidencial, utilizando a imberbes actores en una parodia que, por lo menos, podría tacharse de “especulativa”. Deja de lado el interés superior de niñas, niños y adolescentes para convertirlos en moneda de cambio electoral y, aunque el comercial pareciera reflexivo, concluye con una sentencia: “Piensa bien y elige por el candidato que apoye la transformación educativa”. Frase con la que Mexicanos Primero llamaría a votar en contra de quien, recogiendo una demanda del magisterio nacional, se ha pronunciado por revisar las cuestiones que afectan la estabilidad laboral de maestras y maestros.
Peña Nieto y su corifeos no se quedan atrás, Gracia. Insisten en cambiarnos “cuentas de colores y espejitos” por nuestro voto. Machacan en defender algo que existe sólo en su imaginación. Nos piden “construir sobre lo alcanzado” y defender los logros de la administración; como si el golpe de timón asestado por la vía del Congreso, reflejara el sentir de mexicanas y mexicanos. El Pacto por México signado por los partidos Revolucionario Institucional, Acción Nacional y de la Revolución Democrática, entregó recursos naturales y rectoría económica del estado a inversionistas extranjeros, so pretexto de la modernización del aparato productivo y de la globalización de la economía. Recuperó -presuntamente- la rectoría de la educación de los sindicatos magisteriales para ceñirse tan sólo a los dictados de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE); conculcando así los derechos laborales de maestras y maestros, sin que ese cambio mejorara los resultados que obtienen niñas, niños y adolescentes en las evaluaciones nacionales e internacionales.
Los resultados desastrosos que deja la administración que concluye su encargo, se encuentran a la vista, Gracia: mayor pobreza y marginación en números absolutos, que afecta a más de sesenta millones de habitantes. Esas mexicanas y esos mexicanos carecen de seguridad alimentaria, social y de una educación equitativa e inclusiva, a pesar de los discursos; incremento de la inseguridad manifestado en un mayor número de asesinatos, crímenes de estudiantes y comisión de feminicidios; robos con violencia a transeúntes, negocios, casas habitación y a las y los usuarios de transporte publico-privado; alza de secuestros en su diferentes modalidades -incluido el express-; incrementos desmesurados en los precios de la gasolina, el gas y la luz; aumento de precios de los productos de la canasta básica y de los supuestamente suntuarios entre los que destacarían, los que afectan a teléfonos celulares, tabletas y computadoras; incrementos en el pago de impuestos, productos y aprovechamientos con cargo a los gobiernos federal y locales, incluidos el costo del peaje y el transporte doméstico; devaluación acelerada de nuestra moneda frente a otras; incremento de delitos cometidos por servidores públicos y colusión de ellos con el crimen organizado, entre muchos otros que podría mencionarte. Destacan robos con violencia a instalaciones escolares y a maestras, maestros, alumnas, alumnos, madres y padres de familia que “brillan con luz propia”, incluso el secuestro de una persona en una escuela, quien apareciera un día después asesinada, la semana pasada.
En el terreno educativo, el sol no sale para todos, Gracia; y de ello dan cuenta declaraciones tanto del Consejero Presidente saliente de INEE y de diputados en funciones, ex diputados en campaña, maestras y maestros. Mientras que primero espeta tardíamente que: “la evaluación del desempeño en servicio, que es la más cuestionada, debe ser exclusivamente formativa, debió haberlo sido desde un principio -sin vincularla a la permanencia” (La Jornada 29 de abril, Eduardo Backhoff, pág. 29); los segundos increpan sin tapujo: “nos mintieron a los mexicanos; nos dijeron que era una reforma educativa y sin embargo, en las escuelas se sigue enseñando lo mismo y de la misma manera. En realidad se trató de una reforma laboral para someter a los maestros” (Guillermo Aréchiga en Facebook).
Peña y sus contlapaches han defraudado a muchos y muchas, Gracia; y el juicio de la historia y de maestras y maestros se expresará en votos. Que no imploren una confianza que no supieron y quisieron ganar.
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