En América Latina y el Caribe, 175 millones de personas viven en pobreza, informó la CIDH que propone atender esta problemática desde los derechos humanos, género y diversidad, para que las personas dejen de ser consideradas “sujetos de beneficencia”.
El informe Pobreza y Derechos Humanos de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) se suma al lanzamiento de una nueva sección de la página electrónica que señala que, en dicha región, 75 millones de personas viven en condiciones de indigencia.
En términos de esta publicación, la CIDH entiende pobreza como los: “obstáculos para el goce y el ejercicio de los derechos humanos” y destaca el papel que juega la discriminación, condición que, afirma, provoca ese problema.
La importancia del aporte de este material reside en que propone atender la pobreza desde los derechos humanos, género y diversidad.
El nuevo sitio del portal citó al Banco Mundial: “América Latina y el Caribe es la región más desigual del mundo”, asimismo, al Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), el cual informó que de los 15 países más desiguales a nivel global, 10 se ubican en América Latina.
El documento también difundió que en esta región, el 10 por ciento de la población ostenta el 71 por ciento de la riqueza, además de que se concentró en enfatizar la vulnerabilidad de sectores particulares de la población.
35 años, esperanza de vida de mujer trans
Uno de estos es el conformado por las personas con discapacidad, pues en esta parte del mundo, 7 de cada 10 no tienen empleo o sufren de exclusión laboral, mientras que a nivel global, son 8 de cada 10 las personas que no sólo experimenta una discapacidad, sino que viven en pobreza.
Respecto a la comunidad Lésbico, Gay, Bisexual, Transexual e Intersexual (Lgbti), se dio a conocer que la esperanza de vida de una mujer trans asciende sólo a los 35 años y que el 90 por ciento de ellas realiza trabajo sexual para poder sobrevivir, mientras que 1 de cada 2 ha dejado sus estudios.
En lo referente a indígenas, 4 de 10 viven en pobreza, mientras que dos de 10 padecen de la extrema; para este grupo, la mortalidad infantil es un 70 por ciento más alta en comparación a otros grupos poblacionales.
Los afrodescendientes, quienes componen la mitad de la población, en promedio, tienen una mayor tasa de desempleo e incluso, menores grados de estudio; en el caso de los menores de edad, en la región, 5.7 millones de niños trabajan siendo más chicos según la edad legislada para emplearse, en tanto que 16 de cada cien infantes sufren de desnutrición crónica.
Una de las recomendaciones que hizo el informe es que los Estados legislen en favor de eliminar las diferencias de trato basados en condiciones sociales y eliminar estereotipos de discriminación relacionados con la situación de pobreza.
